A menos de un año de su aprobación, el trigo transgénico de tecnología HB4 resistente a la sequía, creado por la multinacional argentina Bioceres, está en circulación por al menos 25 molinos que mezclan lotes de harina convencional con la proporcionada por el organismo modificado genéticamente.

Así lo reconoció Ezequiel Bosch, integrante la compañía que trabaja en el área comercial del trigo, quien afirmó que “efectivamente nosotros estamos trabajando con más de 25 molinos y hemos venido comercializando fluidamente el HB4”. Luego agregó: “para muchos molinos nos hemos convertido en un proveedor estratégico (de trigo), porque saben que tenemos calidad y que tenemos materiales desagregados”.

A sus declaraciones Bosch las hizo luego de que Agustín Forzani, del molino Esperanza, cercano a Santa Fe, contara que ellos vienen recibiendo el trigo de Bioceres desde el primer año que se implantó (2019/2020), hasta acumular unas 8.000 toneladas, que procesaron y mezclaron con otros trigos.

No es la primera vez que un integrante de la empresa rosarina admite la utilización del trigo en la fabricación de productos para consumo humano. En noviembre del año pasado, Federico Trucco, director general de Bioceres admitió que ya comercializaban con al menos 20 productores, al mismo tiempo que hizo alarde de la exportación de harina de trigo HB4 a Brasil, país donde no está aprobado el cultivo.

Un dato importante en relación al procedimiento de mezclas, es que en la Argentina, a diferencia de otros países, no es obligatorio identificar el origen transgénico de los granos que utiliza la industria alimentaria. En este sentido, Bosch afirmó que hicieron “todos los análisis antes de segregar el trigo y los valores fueron prácticamente iguales”, pero esos análisis están en manos de la empresa.

Si bien el cultivo del HB4 fue aprobado en Argentina por el ex ministro Julián Domínguez, no fue puesto en libre circulación, ya que no cuenta con el completo aval de la cadena triguera, por lo que Bioceres lo comercializa con una red de productores -cuya identidad está preservada-, hasta que pueda expandirse según vaya logrando mayor aprobación, y este es otro dato importante.

Tanto la segregación descontrolada del trigo HB4 con trigo convencional como la distribución 'preservada' del mismo, son datos que alarman. La información oficial sobre el organismo es al menos escasa, ya que el Estado no realiza un monitoreo minucioso sobre su siembra y procesado. Incluso, las ganancias que representan la comercialización del mismo son datos que maneja pura y exclusivamente la empresa Bioceres, que importa el trigo en el exterior (con Brasil, Nueva Zelanda y Australia).

Por debajo, la empresa se vincula con el Estado impulsando una nueva Ley de Semillas.

Resistente al veneno

En general la actividad de Bioceres con respecto al trigo mantiene una vía libre que garantiza Sergio Massa, quien hoy concentra el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca en su poder. El seguimiento que el Gobierno sí realizó sobre el trigo HB4 fue en torno a la crisis hídrica que entre el año pasado y el presente golpeó con dureza a los monocultivos, observando cómo evolucionan las variedades del cultivo a las adversidades climáticas.

Pero por lo que realmente deviene la preocupación del organismo genéticamente modificado es por la utilización del glufosinato de amonio, un herbicida que ha superado los niveles de toxicidad del glifosato y cuyos efectos venenosos es tan fuerte que impacta en los propios cultivos. Pero la tecnología de Conicet y Bioceres ha logrado que el trigo HB4 supere incluso esa adversidad.

A pesar de las advertencias de miles de científicos y científicas sobre el uso de herbicidas tan potentes y las consecuencias impactan en el ambiente -el suelo y el agua- y la salud humana, con daños al sistema nervioso y efectos que, debido a la ausencia de prevención, se observan sólo cuando es demasiado tarde, el trigo HB4 ha sido aprobado ignorando por completo esos avisos.

Es alarmante que un cultivo tan repetidamente advertido como nocivo se encuentre en la cadena alimentaria sobre uno de los productos más consumidos por la sociedad argentina como es la harina.