Un jeque petrolero al mando de la Cumbre del Clima de la ONU

El próximo mes de noviembre los casi 200 estados miembros de la ONU se reunirán para discutir compromisos concretos para hacer frente a la crisis climática y la reducción de combustibles fósiles. La COP-28 se celebrará -paradójicamente-, en Emiratos Árabes, uno de los seis países que mayor petróleo producen en el mundo. Además la cumbre será presidida por Sultán-Al Jaber, un CEO petrolero reconocido por su capacidad de lobby para quebrar los acuerdos que amenazan los intereses del sector.

A fin de año tendrá lugar la Conferencia de las Partes-28 (COP28), una cumbre del clima impulsada por la ONU que tiene como objetivo discutir los compromisos de los estados miembros de cara a reducir el consumo y producción de combustibles fósiles. Organizaciones ambientales y ecologistas de todo el mundo criticaron que este año la cumbre se realice en Emiratos Árabes Unidos, uno de los principales países petroleros del mundo cuya huella de carbono per cápita es la sexta más elevada del mundo.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Greenpeace denunció que "los Emiratos Árabes Unidos no destacan por ser uno de los actores que se haya tomado en serio la necesidad de dejar de utilizar y producir combustibles fósiles para poder mantener el aumento de la temperatura global por debajo del límite de los 1.5 grados centígrados. De hecho, su historial es el de un actor que ha sido fundamental para que estemos sufriendo la crisis climática en la que estamos inmersos, no el de un país que busque resolverla".

Por otro lado, la polémica ha seguido creciendo en los últimos meses al trascender que será Sultán Al-Jaber, quien presidirá la COP28. Se trata del CEO número 1 de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC) y al mismo tiempo oficia como ministro de Industria de los Emiratos. Sus primeras declaraciones como presidente y anfitrión de la cumbre fueron que "hay que abordar la discusión sobre la transición energética con un enfoque pragmático, práctico y realista".

Desde Greenpeace repudiaron el nombramiento de Al-Jaber y denunciaron que "es un ejemplo de cuánta influencia siguen teniendo los grandes contaminadores sobre la política climática". Asimismo, grupos ecologistas de todo el mundo señalaron en un comunicado conjunto, que "en la pasada COP27 se inscribieron más de 630 grupos de presión de combustibles fósiles para asistir a las negociaciones sobre el clima. Los Emiratos Árabes Unidos, que ahora acogen la COP28, contaban con más grupos de presión en su delegación que ningún otro país. La cruda realidad es que este nombramiento representa un punto de inflexión y acelera la pérdida de credibilidad de la Cumbre.

Asimismo criticaron el balance de la COP27 y señalaron que hasta ahora no se cumplieron las resoluciones para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiación de la acción climática en los países en vías de desarrollo.

¿Quién es Al-Jaber?

El directivo Sultán Al-Jaber es licenciado en Ingeniería Química por la Universidad del Sur de California (EE UU), doctor en Económicas y Empresariales por la Universidad de Coventry (Reino Unido), y MBA por la Universidad Estatal de California en Los Ángeles.

Actualmente es ministro de Industria y Tecnología Avanzada, cargo que (paradójicamente) compatibiliza con el de CEO de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC) –duodécima compañía petrolera más grande del mundo por producción– y el de presidente deMasdar, centrada en energías renovables. También ha sido en dos ocasiones el Enviado Especial para el Cambio Climático del país. Jaber ha sido fuertemente criticado por lobbysta y por ejercer presión internacional para evitar resoluciones concretas y avances materiales en la descarbonización y la transición energética.

El próximo otoño, del 30 de noviembre al 12 de diciembre, casi 200 países volverán a la mesa de negociaciones por el clima. El país y el hombre anfitrión hacen temer una nueva cumbre sin un acuerdo que condene los combustibles fósiles. «La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha dejado muy claro que ya no hay espacio atmosférico para más petróleo, gas o carbón. La COP28 no sólo debe alinearse con esta realidad, sino acelerar la descarbonización global. No hay otro camino», pide Christiana Figueres, quien fuera jefa de ONU Cambio Climático.

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