Géminis, la dualidad

Si bien hoy la explotación de litio está concentrada en zonas de alta presencia de salmuera,el deseo extractivista no tiene fin ni se limita a un solo territorio. Hace unos años, se dieron a conocer concesiones en la provincia de San Luis, para la explotación a cielo abierto en San Francisco de Monte de Oro. En esta crónica repasamos la lucha de les vecines que se organizaron para la defensa del territorio, que desde hace 8 años siguen en estado de alerta y movilización.

Fotos y texto por Débora Cerutti para Enfant Terrible

Dejamos el auto y emprendimos los primeros dos kilómetros a la vera del río Gómez. El camino está distinto, manifestó en varias ocasiones Luis, vecino que formó parte de la lucha contra la explotación de litio en San Francisco del Monte de Oro entre los años 2015 y 2018. Su conocimiento de la montaña y compañía de pasos precisos a la mina Géminis, nos guían y nos advierten sobre las transformaciones en el espacio. Una tranquera de hierro pintada de verde cierra el paso entre altamisas y quitapulgas. La cadena oxidada con un candado que dice titanio, indican que el camino fue privatizado en algún momento. Lo saltamos y vemos a nuestra izquierda un conjunto de piedras que forman una pared y ladrillos de adobón apilados, dando cuenta de vestigios del pasado.

“Estas son las ruinas de las casas de los mineros”, dice Luis. Están allí desde hace mucho tiempo, cuando a principios del siglo XX se extraía litio. La tranquera fue colocada en el año 2015 cuando una empresa intentó comenzar a explotar el cerro. Allí comenzó también la lucha en San Francisco del Monte de Oro, pequeña localidad puntana de poco más de 3 mil habitantes, recorrida por ríos y arroyos y rodeada de palmeras caranday, molles y algarrobos, a 100 kilómetros de la capital de San Luis.

Para saber de qué se trata, mi primera tarea es tocar con mis manos, esto que tanto se describe. Para saber de qué se trata, mi primera tarea, es conocer uno de los territorios donde se piensa extraer el litio. Viajo dos horas desde mi casa hasta el pueblo donde se detonó el conflicto. Viajo con dos amores: el cuerpo con el que me acuesto a menudo y el cuerpo con el que tomo fotografías, también a menudo. Mi cámara, por cierto, tiene una batería hecha con litio. Llego con mi cámara que tiene litio a una mina de litio.

Para quien mira sin ver

El abuelo de Carlos Sánchez, uno de las personas que estuvo involucrada en la resistencia a la minería de litio en San Francisco del Monte de Oro, le contó por qué le ponían el nombre a las minas: “por ejemplo, en la que el trabajaba se llamaba Zafirium, eran nombres de minerales ocultos como para ponerle una clave que era cierta característica de los minerales y le ponían un nombre de ese tipo cuando las minas tenían un mineral determinado. Eso decía mi abuelo. La versión técnica que es la que comúnmente charlaba la gente del pueblo era que antiguamente, las minas llevaban el nombre de acuerdo a las coordenadas según la constelación. Antes se guiaban mucho en el tema de la constelación terrestre con las constelaciones de los signos del cielo. De ahí: Géminis”.

Carlos advierte que durante la pandemia hubo algunos movimientos, pero todo se tejió entre rumores. 

Lo que sí se sabem, es que la mina en su área prima de explotación tiene 12 hectáreas y se encuentra dentro del área de concesiones Don Gregorio, que suman en total 338 hectáreas en la Sierra Grande de San Luis, a tan solo 8 Km de la localidad de San Francisco del Monte de Oro. Géminis, es el nombre de una constelación que significa “dualidad”. Un cerro que es defendido por la comunidad como territorio de vida, un potencial territorio de muerte si ese territorio es visto como centro de extracción por el negocio transnacional: se estiman cerca de “un millón de toneladas” de vetas de litio en roca en su estado más puro.

Caminamos muchas horas para llegar a ella. La sombra de un alambrado indica la posición del sol en ese momento del día. Veo: unas flores azules que no conozco, santa lucías, campanitas, un campo de suico, siete caballos pastando, salvia blanca, más suico, flores de papel, un arroyo, unos caranday quemados, un cráneo de una cabra muerta. Percibo el sonido del río en silencio, cuando la sed al rato de caminar se hace insoportable. Primer advertencia: para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás.

Roca que te quiero litio

San Luis posee el único antecedente de explotación de litio en roca1 en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y un gran antecedente de lucha contra la minería litífera en el país. Además, este conflicto es el primero por minería de litio que se produce fuera de la zona conocida como el “triángulo del litio”, que abarca regiones de Argentina-Chile-Bolivia.

La actividad minera de la región comenzó en la década de 1930 y continuó hasta 1959. Desde ese momento, se trabajó esporádicamente y no se ha registrado actividad reciente. Lo último que se visualizó corresponde a un pequeño tajo abierto al sur de las operaciones, donde las tareas consisten en acceder a una serie de túneles subterráneos que varían en longitud. Este segmento llamado Cantera Grande posee 6 metros de largo, 2,8 de ancho y 2,5 de alto. La entrada principal establecida al sur, llamada Poniente Labors, posee 70 metros de túneles con una cámara de entrada de 5 por 7,6 metros, lo que infiere que la actividad minera fue pequeña escala donde se produjeron entre 5 y 10 toneladas de espodumeno por mes.

Figura 1. Mapa difundido por Latin Resources (2018) con total de concesiones mineras en San Luis

El potencial minero de San Luis en clave de litio, fue estudiado principalmente en la década del sesenta por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). De allí un informe que es utilizado hasta la actualidad: tal es el caso reciente en que la empresa Green Shift Commodities de origen canadiense, ha adquirido un total de 458.000 hectáreas ubicadas en la Patagonia y que cubren áreas de pegmatita de liti determinadas en aquel trabajo de la década del sesenta.

Volvamos al conflicto: fue en julio de 2015 que Oscar Olmos y Teresa Roldán, concesionarios mineros, comenzaron trabajos de exploración y apertura de caminos en la mina Géminis. Cuando les vecines se enteraron de que habían comenzado movimientos, decidieron reunirse en asamblea el 22 de agosto de ese año para solicitar información a la Municipalidad de San Francisco.

El 2 de septiembre de 2015, les vecines registraron que se comenzaron a abrir caminos y a desmontar zona protegida según la Ley de Protección de las Sierras Centrales y elevaron una denuncia al ministerio correspondiente con el aval de 1000 firmas, “remarcando las graves irregularidades en la presentación del estudio de impacto ambiental”.

También se realizaron asambleas públicas en la plaza central, que funcionaron como espacios abiertos a todas las voces del pueblo. El 4 de diciembre de 2015 les vecines se congregaron en la ruta Provincial 146 para brindar información al respecto y al día siguiente utilizaron la banca del ciudadano en el Concejo Deliberante para requerir el pedido de informe sobre los trabajos en la zona. El 21 de diciembre mantuvieron una reunión con el por entonces ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker a fines informativos.

En febrero de 2016 se frenó el proyecto mediando una sanción y una multa para Oscar Olmos y Teresa Roldán. Gracias a la presión popular, el Consejo Deliberante de la localidad de San Francisco del Monte de Oro, expresó el rechazo a la explotación y aprobó una ordenanza que establece la prohibición de la actividad, almacenamiento y transporte de sustancias contaminantes en todo el ejido municipal. Esa fue la primera pequeña victoria. Pero como sabemos, el extractivismo minero a veces espera, adquiere nuevos rostros y vuelve por lo que desea.

Amar el territorio

En septiembre de 2017, la empresa australiana Latin Resources difundió los resultados de un mapeo geológico detallado y de un muestreo de Géminis, indicando que el mineral de ese yacimiento contiene “alentadores grados de litio”. La propia empresa confirmó en su plataforma digital que las concesiones estaban otorgadas: 24769 hectáreas en 6 concesiones de exploración y una concesión vacante de minería de litio dentro de los campos de pegmatitas de Conlara y Estanzuela. También se dio a conoce en ese momento que además de la firma Latin Resources2, Dark Horse Resources evaluaba la posibilidad de explotar litio en diferentes áreas del Valle del Conlara, entre las sierras de Comechingones y las sierras de San Luis, y así convertirse en una productora de hidróxido de litio de alto grado para abastecer al mercado electrónico internacional.

Cuando eso ocurrió, el pueblo se levantó nuevamente.

El 13 de septiembre de ese año vecines agrupades en la asamblea “Yo amo a mis Sierras” presentaron en el Concejo Deliberante el proyecto de ordenanza de Prohibición de la Actividad Minera, Almacenamiento y Transporte de Sustancias Contaminantes Destinadas a la Minería. El 20 de septiembre se aprobó por unanimidad.

Un día después, el 21 de septiembre se publicó en la Agencia Télam una noticia titulada “Empresa Australiana Latin Resources encontró presencia de litio en minerales de un yacimiento”, donde refiere las proyecciones de la compañía australiana en la zona de la mina Géminis. El 27 de septiembre el Gobierno informó mediante la Agencia de Noticias San Luis que la firma no poseía autorización legal para la extracción de litio, a raíz de la publicación de Télam.

Carlos Camargo, vecino parte de la Asamblea Yo amo a mis sierras, afirmó en relación al río que atraviesa las serranías cercanas al proyecto:

“Es uno de los (ríos) que usamos para producir, en este valle de 800 hectáreas somos todos productores. Pero no solo usamos el agua para nuestra producción sino que también la usamos para beber, a 3 kilómetros de la mina por ejemplo viven unas 40 familias; de darse esta explotación nos veríamos gravemente perjudicados”

Los efectos que se percibían están vinculados a la contaminación de las fuentes de agua, afectación del área natural protegida, daño en las sierras. Se hicieron muchas acciones: pedido de información oficial sobre el avance del proyecto, reuniones en espacios públicos, difusión de información, cortes de ruta, solicitud de firmas para suspender las concesiones.

En 2018 les vecines mantuvieron contacto con referentes de Minería del Gobierno y les negaron información, dejando entrever que el proyecto en Géminis avanzaría. De hecho, mediante un diálogo que mantuvo el abogado representante de les vecines con autoridades del Gobierno, les manifestaron que los permisos están otorgados, aunque no haya habido movimientos en los últimos años.

Algo resulta cierto: la organización y la resistencia lograron frenar los intereses transnacionales sobre Géminis. Pero eso no significa que se detengan.

Prestar atención

Vinciante Despret, en su libro “Habitar como un pájaro”, nos habla de la relevancia de experimentar, sentir y darle sentido e importancia a las cosas: aprender a volvernos capaces de conceder atención, esto es prestar atención y reconocer la manera en que otros seres son portadores de atención: otra manera de declarar importancia y multiplicar las maneras de ser. Así, recordando la caminata hacia la mina de litio que conocí en 2021, pienso en la importancia de conocer el territorio y prestarle atención a las flores del camino, al fluir del río, a la forma en que el sol aparece y se esconde.

Imagino una superposición de capas donde se acumulan distintos proyectos e imaginarios. Cada capa de esos mapeos, posee un régimen de representación visual, una estética al decir de Paul Preciado. Silvia Rivera Cusicanqui habla de palimpsestos para leer las capas superpuestas en una ciudad, en las memorias colectivas, en las lenguas y en los trajines comerciales y de resistencia.

En la montaña, los palimpsestos también están. Conocer ese manuscrito sobre el que se intentó borrar la vida una y otra vez, y leer los múltiples registros del tiempo y las memorias colectivas que se tejen en el territorio, es fundamental para nuestras luchas. Me acuerdo de la frase “el mapa no es el territorio” y de la insistencia de cientos de compañeras de lucha que afirmaron una y otra vez la necesidad de conocer por lo que luchamos. Porque mientras las empresas generan mapeos cartográficos donde identifican las zonas de cateo y marcan los yacimientos minerales, en cada comunidad donde los proyectos extractivos de litio intentan instalarse, aparece la necesidad de visibilizar que hay allí cosas que no se ven. Que el capital solo mira para acumular y que nosotras vemos para vivir.

1 Trumbull Fisher, CEO de la Green Shift Commodities, señaló: “el paquete de terrenos a escala que estamos adquiriendo ofrece el potencial para explorar áreas de litio y, al mismo tiempo, asegura zonas que aún no se han explorado. En una visita reciente al proyecto, nos alentó mucho la facilidad de acceso, la proximidad a infraestructura y el litio de alta ley expuesto en las pegmatitas en la superficie”. Ver: https://econojournal.com.ar/2022/12/una-minera-canadiense-llevara-adelante-la-primera-exploracion-de-litio-en-la-patagonia/

2 La empresa Latin Resources, cambió su nombre a NewPeak Metals Limited, firma australiana de energía y recursos con sede en Brisbane que suscribió un memorando de entendimiento para adquirir el 100 por ciento de Oronegro S.A., compañía argentina propietaria de las minas de espodumena Las Cuevas y Las Tapias en las provincias de Córdoba y San Luis, respectivamente, además de áreas de pegmatita en las mismas zonas.

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