Ecocidio y negligencia estatal en la Patagonia

18 mil hectáreas de bosques arrasados, un ciudadano muerto y la destrucción de decenas de viviendas son el resultado de los incendios forestales en las provincias de Río Negro, Chubut y Neuquén.

Desde el 25 de diciembre, la Patagonia arde. El fuego empezó con un incendio forestal en el Parque Nacional Nahuel Huapi en navidad y el foco continúa vigente. Ahora se sumaron nuevos focos ígneos en otras provincias patagónicas.

La postal se repite y los factores que la provocan también: sequía, temperaturas altísimas, vientos fuertes, desfinanciamiento al Plan del Manejo del Fuego por parte del Estado Nacional, monocultivo de pinos exóticos, especulación inmobiliaria, precarización laboral de brigadistas y bomberos por parte de las autoridades provinciales.

La situación es de riesgo para la flora, la fauna y quienes residen allí, pese al esfuerzo de vecinos, brigadistas y bomberos precarizados. En los últimos diez días, al fuego en el Nahuel Huapi se le sumaron otros incendios forestales “intencionales” que ya afectaron unas 3.000 hectáreas en Mallín Ahogado (Río Negro), 3.100 hectáreas en Epuyén (Chubut), 1.100 hectáreas en Dr. Atilio Viglione (Chubut) y 1.000 hectáreas en el Parque Nacional Lanín (Neuquén).

Leña al fuego

El presidente Javier Milei decidió traspasar el desfinanciado Sistema Nacional del Manejo del Fuego al Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, quien se encontraba en Disney hace días atrás y se paseó en helicóptero en las zonas afectadas durante el fin de semana.

Al igual que con los incendios en Córdoba o las inundaciones en Bahía Blanca del 2024, el Gobierno Nacional se desentiende casi totalmente de la catástrofe en la Patagonia. Para los incendios en las tres provincias antes mencionadas, solo envió dos aviones, un helicóptero y treinta brigadistas precarizados del Plan Nacional del Manejo del Fuego.

Ante la negligencia estatal, solidaridad vecinal

Al igual que los incendios forestales en el 2021 durante el gobierno de Alberto Fernández, y los del año pasado ya bajo la administración de Javier Milei, la respuesta a los incendios forestales nace en primer lugar desde las mismas comunidades afectadas. Son los propios vecinos quienes combaten primeramente los incendios.

Fue el caso de Don Ángel Reyes (84), histórico habitante rural del Mallín Ahogado, quién había sido evacuado, pero regresó a su casa para intentar rescatar a sus animales. Reyes pasó los últimos días de su vida intentando realizar cortafuegos para evitar que el incendio arrasara su casa. Falleció por un paro cardíaco a raíz de la inhalación de humo.

Según Meli Leguizamón, vecina de la zona, hay alrededor de 600 personas enfrentando las llamas en la Comarca Andina, de las cuales 300 pertenecen a los organismos oficiales. El resto son personas voluntarias que ponen y disponen de su cuerpo, tiempo y solidaridad.

En el caso de los bomberos y brigadistas voluntarios pertenecientes a los servicios provinciales de Río Negro, Chubut y Neuquén, son asistidos mayormente por las propias comunidades y pobladores locales, al igual que por las organizaciones barriales, sindicales y sociales de las zonas afectadas.

A continuación, te compartimos los alias de las familias damnificadas por el incendio en Mallín Ahogado, por si querés colaborar con la causa.

Foto de portada: @nir.ekdesman

Puntano. Licenciado en Comunicación Social. Consumidor problemático de soberanía nacional.

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