El fuego se desata sin freno en Córdoba, en una nueva temporada de "riesgo extremo de incendio" que se caracteriza por las sequías, el aumento de las temperaturas y los fuertes vientos.
Esta semana empezó con varios incendios simultáneos en distintos puntos de la provincia: Cosquín; Valle Alegre (Falda del Carmen); Quebrada de la Cancha (La Calera y Malagueño); Oncativo; Segundo Anillo de Circunvalación (Capital); El Durazno (Valle de Calamuchita); El Manzano (Sierras Chicas)
El 2024 tiene una particularidad en relación a quien debe gestionar el Manejo de Fuego (prevención y lucha contra incendios), y es la nueva gestión de Martín Llaryora, quien mantiene al Ministerio de Seguridad como principal responsable del gobierno en este frente. Y si bien esta cartera tiene a Juan Pablo Quinteros como nuevo ministro, la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático Catástrofes y Protección Civil está a cargo del policía Claudio Severino Vignetta, en esta función desde el 2015.
A su vez, en el escenario nacional actual, bajo la excusa de que "no hay plata", el gobierno de Javier Milei eliminó el Ministerio de Ambiente de la Nación y pasó la motosierra por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) con un recorte del 43,8% respecto de esta etapa del año comparada con 2023. Como en todo, el retiro en materia de políticas del Estado nacional, hace que el peso de los problemas recaiga sobre los gobiernos provinciales.
Volviendo a Córdoba, el tipo de tratamiento de los incendios no es muy distinto al de otros años. Sí se observa una mayor publicidad, que apunta a que la ciudadanía tome “conciencia del fuego”, a través de la campaña de prevención que hace hincapié en prácticas individuales: “Está prohibido quemar basura y restos de poda; arrojar fósforos o colillas de cigarrillos; hacer fogatas o asador en zonas prohibidas”, son algunas recomendaciones que pueden verse en la página oficial del gobierno provincial.
En sintonía con estas recomendaciones, la individualización en la responsabilidad de los incendios también se condice con detenciones judiciales. En el caso del incendio en la región de Calamuchita, se detuvo a un hombre mayor que fue imputado por el delito de incendio culposo.
Un pequeño paréntesis vale para mencionar que el oficialismo viene de cosechar una pésima imagen en materia de manejo de incendios, sobre todo por los sucedidos bajo la gestión del ex gobernador Juan Schiaretti, especialmente con los IIFF de 2020, cuando el director de Protección Civil era Diego Concha (hoy condenado a perpetua por el crimen de la bombera Luana Ludueña) y se llegaron a quemar más de 300.000 hectáreas.
Por otro lado, no hay datos oficiales actualizados respecto del presupuesto asignado al combate del fuego, que hayan sido publicados en el último tiempo.
Brigadas: actores cada vez más fundamentales ante los incendios
A raíz de la ineficiencia del Estado para priorizar esta problemática recurrente, se han conformado cada vez más Brigadas Forestales Comunitarias (BFC) a modo de autoorganización, que plantaron las llamadas Bases Operativas Comunitarias (BOC) hasta consolidar la actual Red de Brigadas Comunitarias, compuesta por unas 15 BFC que reúne al menos 100 brigadistas al día de hoy:
Red de Brigadas Comunitarias compuesta por:
La Champa, Las Rosas; Churqui, Cura Brochero; Pecarí, Las Chacras Sur; Chiguanca, Luyaba; Tusquela, Las Tuscas; Sacha, San Marcos; Del Monte, Capilla; Cabure, Villa Giardino; Balcón, Balcón de Punilla; Chañares, Tanti; Chiviquin, Unquillo; Inchin, Saldán
Kalahuala, Los Reartes; Asamblea Brigadistas Comunitaries (ABC), Unquillo; Chuncana, Villa de Soto.
A su vez, por fuera de la red, hay una decena de brigadas más.
La Red es producto de la articulación entre brigadas que con el tiempo consolidaron la manera en que se organizan: “Hace más de un año que nos juntamos en asamblea cada un mes, donde consensuamos la parte de la comunicación, tanto para adentro como para afuera, acuerdos de trabajo, capacitaciones, simulacros entre las cuadrillas que van al campo y las personas que se quedan en la base”, cuenta a este medio Gisela, de la BFC Cabure (Villa Giardino).
“Nos vamos profesionalizando”, comenta en este sentido la brigadista, quien también agrega que se suman capacitaciones sobre Primeros Auxilios de zonas agrestes, y psicológicos y emocionales.
Asimismo, una de las principales temáticas que tocan son las finanzas, ya que la autogestión es también económica debido a que no reciben financiamiento del Estado, como sí sucede con algunos cuarteles de Bomberos o el ETAC (Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes). En relación al vínculo con estos agentes institucionales, Gisela contó que hay mayor reconocimiento por parte de las mismas: “saben cómo trabajamos”.
A su vez, para las brigadas que conforman la red, la problemática de los incendios continuará mientras no se afine la política ambiental general en la provincia, que está definida por los intereses económicos que promueven el desmonte, más que por los anuncios oficiales y la publicidad:
“Va más allá de la propaganda, no abarca el problema raíz que es la política pública, en más cemento y en fomentar la agroindustria. En Villa Totoral hubieron más de siete incendios en dos meses y si ves el mapa es el poco monte que quedaba entre los campos”, apuntó Gisella en este sentido.
“Sí hay un trabajo con los helicópteros, los aviones hidrantes y bomberos, pero no alcanza con un ir al fuego en el momento del incendio. Hay un faltante en lo que es el antes y el después”, concluye.
Para colaborar con las BFC se puede consultar la cuenta de Arde Córdoba en el siguiente link: https://www.instagram.com/p/CyPAJteRD6q/?igsh=MXB1YnZtMXJqcHNtMg==
Foto de portada: AP Foto/Nicolas Aguilera