Mocchi: “la forma de amar está atravesada por el contexto político”

El cantautor uruguayo fue entrevistado por Enfant, previo a su show en Platz, mañana jueves a las 20:30h. Sensible y atento a la circunstancias que atraviesa el país, conversó acerca de salir de gira en tiempo de crisis económica, las implicancias de ser un artista preocupado por la justicia social en tiempos de redes sociales y cómo la industria independiente genera una búsqueda incesante: las ganas de cambiar el mundo.

Cada época signa a una generación que no muere y a la nueva que no nace. La década del 80 fue el proceso del regreso de la democracia y la etapa exploratoria para quienes estaban en su juventud veinteañera, los 90's en cambio fue la debacle de una corta ilusión. La crisis financiera y política de shock, dejó una huella imborrable para esos jóvenes adultos que ahora también eran padres

Así entre hamacas y ranchadas, bolillas y escondidas, los niños que crecieron en los 90's, se hicieron adultos abruptamente en el 2001. Un despertar a la fuerza. La realidad mostraba que la inocencia no tenía demasiado lugar, cuando hay 5 presidentes en un día y otro escapaba en helicóptero.

A un Buquebus de distancia, en la región oriental del cono sur, Uruguay, un adolescente descubría algo particular: Sur América es una tierra de en sueño, de cambalache y candombe. De rebeldes y de resignados, de libertadores y vende patrias. Todo al mismo tiempo. Mocchi, aprendió a cantar lo que cuenta o a contar lo que canta. A vivir para la música y a musicalizar su vida de experiencias sentidas en el cuerpo, el verbo hecho carne.

El cantautor uruguayo fue entrevistado por Enfant, previo a su show en Platz, mañana jueves a las 20:30h. Sensible y atento a la circunstancias que atraviesa el país, conversó acerca de salir de gira en tiempo de crisis económica, las implicancias de ser un artista preocupado por la justicia social en tiempos de redes sociales y cómo la industria independiente genera una búsqueda incesante, las ganas de cambiar el mundo.

E.T: ¿Cómo estás? ¿Cómo te viene acompañando el espíritu en la gira?

Ando muy bien, feliz de girar. Estamos viajando hace varios meses. Lo vivo con alegría porque extrañaba girar por Argentina. Giro para mostrar mis canciones y para ver como está la gente. Ayer con el equipo sentimos que es mucho más necesario salir a tocar y es más complejo porque buscamos alternativas para hacer un show accesible, que nos guste y que no sea un delirio de que la gente llega y no puede pagar la entrada.

Siempre fue todo más activo de “vengan al show” y ahora es “che guárdense la plata”. Anteayer tocamos en Mendoza y hubo mucho menos gente de la que esperamos y es porque no pueden pagar la entrada, me llena de dolor. No creo que lo que hago sea necesario, ni que esté tan bueno como poder comer todos los días y al mismo tiempo llegamos al lugar y nos damos cuenta que la gente necesita juntarse, charlar, distender.

E.T: Te sucedió en otros momentos o es la primera vez

Mocchi: Estoy feliz de no haber priorizado mis privilegios. Por suerte me fue mucho mejor de lo que me imagine en la vida, pero no es una prioridad la guita que nos vamos a llevar. Queremos que funcione el negocio porque es la única forma de mantener una industria que es nueva y la base de la independencia es que sea redituable. Yo no firme con Sony porque nunca me llamaron. No nos hagamos los boludos, tuve que encontrar una nueva manera. Siento que fuimos un poco inteligentes en la forma de desarrollar el proyecto, digo “fuimos” porque somos muchos los que estamos decidiendo para que esto gire. No solo por nosotros, sino por lo que vienen después. Creemos que estamos creando algo distinto. Si hubiera pensado en priorizar la plata, hay formas más sencillas de hacer dinero que en la música, como el narcotráfico o la política.

Mocchi. Autoría a quien corresponda

E.T: Durante una entrevista compartís que no haces música, haces política. Una de tus canciones se llama 1990, época significativa para Argentina y Uruguay, ¿Qué hay de tu experiencia en lo que relatas en tus canciones?

Mocchi: 1990 es una canción 100 por 100% biográfica. Mi vida está atravesado por eso y lo que experimente a raíz del 2001, 2002. Ustedes acá tuvieron 18 presidentes en dos minutos. Y nada, siento que es espantoso que esa canción siga vigente. Sueño con el día que nadie la entienda, que no se vuelva a repetir la historia. La compuse pensando muy en el ahora, había ganado Lacalle Pou.

Siento que todo esto, por buscar algo positivo, nos va a hacer juntarnos. Al menos en Uruguay, después de 15 años del Frente Amplio en el gobierno, quedó todo en estado de quietud. Encontrarnos dejo de ser importante porque “no había por lo que resistir”, teníamos matrimonio igualitario, porro legal, nos dormimos la siesta y nos ganó la derecha. Entonces siento que el ejercicio es estar pillo porque Milei se va y nos tenemos que seguir encontrando y defendiendo los espacios alternativos.

E.T: Hay una discusión siempre presente de si se puede o no separar la obra del artista, a lo que me gustaría preguntarte ¿Se puede separar al artista del compromiso social y político que puede representar desde el momento que agarra el micrófono?

Mocchi: Creo que sí, que se puede separar. La respuesta más políticamente correcta sería de que no se puede, pero si, la gente lo hace. Yo en lo personal no puedo. La gente ve que tengo cierto compromiso pero no tienen idea cuál es mi compromiso real. En realidad podría ser todo mentira, podría no ser nada cierto. Así y todo me pasó que venga una piba después del show a decirme “a tu discurso le falta Palestina”. Me senté en la mesa y le pregunte ¿A vos te parece que porque no comparta una sandia en las redes sociales no estoy en contra del genocidio en Gaza? Eso es parte del vacío social que hay.

Una cosa es que yo me pueda comprometer y otra es mi vida privada. No tengo que chapear de las cosas que me preocupan del mundo. No me da el tiempo del show porque el mundo está lleno de injusticias. En el 2013 cuando hablar de Palestina no estaba de moda hice un entrenamiento de un año para ingresar a la Franja de Gaza y Egipto cerró las fronteras y eso no lo conté en mi instagram.

Por un lado sí, está bueno el compromiso, pero por el otro hay un juicio sobre el compromiso dónde no sabemos que está haciendo el otro porque no lo expone en las redes y puede ser muy bueno. Con los incendios fue igual, me dijeron “che no te pronunciaste por la Patagonia”. En WSP tengo un grupo donde juntamos muchísimo dinero, pero me niego a que el Estado vea que yo hago su trabajo, y por otro lado, no soy Santi Maratea para hacer campaña con eso. Prefiero hacer cosas que no son visibles.

No sé si quiero que sea visible hacerle el laburo al gobierno, me parece medio peligroso. Nosotros juntamos guita, laburamos y además de que no nos alcanza la plata, realizamos donaciones. Yo no quiero que sepan que lo estamos haciendo. Si necesitan 50 millones para sacar Bahía Blanca adelante que no se enteren que juntamos 45 millones y que pongan sólo lo que falta.

Mocchi frente al público. Fotografía a quien corresponda

E.T: Semanas atrás tuve la posibilidad de entrevistar a Paula Maffia y me decía que el amor y la política son tópicos que están presentes desde el momento que nace la canción, desde la historia de la música misma, ¿Es la música un lenguaje? ¿Cómo lo vivencias?

Mocchi: Para mí, mí música es 200% contexto político, la forma de amar está atravesada por el contexto político, la forma de sentir. Lo que escribo es mi vida, si no me creen bueno. No sé cómo separarme de eso, porque es lo que me sale escribir. Hay gente que hace música bailable y ese es su objetivo y esa no es mi búsqueda, que es más que todo contexto. A veces uno está tan mal que no tiene tiempo de amar a nadie, porque tenés que trabajar 18 horas. Igual que cuando sentís odio. Uno siente en la medida que puede.

E.T: Una pregunta que me ronda desde hace unos días y me parece que podés darme una respuesta amplia ¿Para quienes escribimos canciones? O quizás ¿A quién le cantamos? Pienso por ejemplo en lo que transmite “amichi”.

Mocchi: Yo hago las canciones para mí, las que yo necesito escuchar y Arjona no compuso. Me hace conectar con un público que también busca eso y nos parecemos mucho. A veces reniego porque quisiera conectar con otra gente que pudiera cambiar de alguna manera. Compongo para gente como yo y el cómo yo se desarrolla así. Yo quiero cambiar el mundo y quiero juntarme con gente que esta para esa.

No sé bien cómo se hace, estoy en el camino para descubrir y sumar gente para que si sabe el cómo, lo hacemos. La música independiente tiene eso, te acerca a un público muy diferente. La música mainstream la encontrás en un bar, en un afiche o en donde sea. El público que escucha música independiente es más curioso porque busca más allá de lo superfluo y yo estoy convencido de que esa gente va a cambiar el mundo porque está dispuesta a investigar más allá de lo que conoce. Yo quiero esto, porque me parece maravilloso. Ese es mi camino.

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