El mundial que le estamos ganando al patriarcado


El fútbol femenino no nació con este Mundial, las pibas llevan décadas luchando por la visibilidad y por que se reconozca su lugar en el deporte. Contra el patriarcado y enfrentando a sus rivales en cada partido fueron marcando y construyendo su historia.

Por Guillermina Huarte

Aunque los medios relatan como novedad el fútbol femenino, el torneo ya cuenta con 27 años de historia, en los que caben 8 mundiales. Y por supuesto, el fútbol femenino existe desde antes de los mundiales de la FIFA. Actuamente en Francia se está disputando el título por ser campeonas del mundo, un torneo donde 24 equipos demuestran cómo juega el primer nivel de fútbol femenino, partido a partido. En el mundial pasado, cuya sede fue Canadá, la formación de Estados Unidos se llevó la copa por tercera vez en la historia.

No es casual que los países en los que el fútbol femenino tiene mayor apoyo sean superiores. El diferente nivel que demuestran algunos equipos ante sus rivales tiene sus explicaciones, sin embargo todos cuentan con figuras destacadas que pueden desequilibrar y cambiar el curso de esta histórica competencia. Aunque en muchos de esos países que como equipo, marcan diferencias, durante el año jugadoras de todo el mundo forman parte de las ligas.

Más allá de lo futbolístico, el mundial expresa otras cosas: las jugadoras tienen una historia compartida de invisibilización, exclusión y represión por jugar al fútbol. No son todos los casos iguales, pero si se presta atención, los comentaristas relatan partido a partido algunas, historias de diferentes jugadoras. Algunas nunca fueron apoyadas por sus familias, otras tuvieron que dejar sus ciudades desde muy chicas para poder jugar a la pelota, otras tuvieron que buscar lugares donde el fútbol femenino no esté prohibido, y así, tejiendo esas historias que parecen individuales, se halla una historia compartida. Y cuando se logra ver de esa manera, sigue siendo porque la misoginia y el machismo siguen operando para que las cosas permanezcan desiguales.

Quizá por eso, el fútbol femenino se construye de otra manera. Ninguna de esas jugadoras es millonaria y acumula dólares por goles marcados o partidos ganados. Tampoco forman parte de “la cultura” las barras-mafiosas, ya sabemos: de machos que se cantan con violencia, homofobia y xenofobia. Sin caer en una mirada esencialista de pensar que “las mujeres” no son como “los hombres”, porque las chicas se enojan, empujan, escupen, se insultan. Pero sí hay una diferencia, y quizá es por el origen de un fútbol que crece en los márgenes, que se compite de otra manera, que se comparten heridas que son así, pura y exclusivamente, porque el mundo es machista y patriarcal.

El Mundial de Fútbol Femenino también da lugar a observar lo que está por fuera de los límites de la cancha. Hay una cantidad considerable de entrenadoras mujeres y lesbianas que encabezan como Directoras Técnicas los equipos que hoy disputan el nivel más alto de fútbol. Además, el arbitraje también está a cargo de mujeres. El mundial deja ver que en lo más alto de la competición deportiva hay muchísimas mujeres que son capaces, tanto o más que los varones, de estar en esos lugares. Considerando también que el equipo técnico está integrado por muchas personas, allí también abundan las mujeres y lesbianas.

Por lo tanto, no hay únicamente mujeres que disputan la pelota por ver quién marca más goles en los arcos. Hay una construcción de significados mucho, pero mucho más amplia. El fútbol siempre fue una trinchera de las lesbianas. Escapó al uso despectivo de aquellas a quienes de niñas le gustaba el deporte, y sobre todo, el casi exclusivo de los varones, fuera tildada de “machona”. El fútbol históricamente fue uno de los lugares claves de ruptura a la heterosexualidad obligatoria y la visibilidad lésbica. Además la resignificación y la apropiación de esas categorías que el feminismo LGTTTBIQ+ supo levantar. Entonces, observar un evento a nivel mundial en donde en su gran mayoría sus protagonistas son lesbianas, escapa a lo meramente futbolístico y en ese sentido obliga a respetar las múltiples formas que las jugadoras y participantes tienen de ser lesbiana y ser mujer.

En el caso de la transmisión en Argentina, la mayoría de los comentaristas son varones, que repiten los tópicos de los partidos del fútbol masculino. Este es otro punto que obliga a que los varones no tengan más que naturalizar que el fútbol femenino es tan válido como el que se acostumbra a ver en la tele y en los medios. O más.

Algunas figuras

La emblemática figura, y muy reconocida en el mundo por lxs deportistas es Marta Da Silva, la brasileña que ganó seis veces el Balón de Oro, rompiendo el récord en el fúbol (masculino y femenino). Es la máxima goleadora del equipo amarelo. Nacida en Dois Riachos- Alagoas un verano de 1986, en una familia pobre y numerosa, Marta partió hacia Río de Janeiro a sus 14 años de edad para buscar el futuro que quería para su vida. A sus 33 años sigue jugando a la pelota con encanto y siendo una de las mejores del mundo.

Otra de las figuras destacadas de este mundial es la futbolista argentina Estefanía Banini. Nacida en Mendoza en 1990, a los 7 años de edad comenzó a jugar a la pelota. Debutó como jugadora de la selección argentina en 2010, y ahí comenzó a ser una de las mejores. Actualmente, en el mundial de Francia, está siendo reconocida por todos los equipos y las jugadoras como una de las mejores. Además de pisar la pelota con talento y ser desequilibrante, varios medios la levantaron luego de que en su twitter haya expresado: "Es muy lindo que me comparen con él (Messi) pero nos gustaría que nos comenzaran a conocer por nuestro nombre".

Cruzando el océano, en España se destaca la jugadora Jennifer Hermoso, que también lleva el número 10 en la espalda. La zurda que tiene un manejo impecable de la pelota nació en 1990, y comenzó su carrera en el Atlético Madrid en 2006. Actualmente está disputando su segundo mundial y se lleva la atracción del público cada vez que toca la pelota.

Por otro lado, Japón cuenta con la habilidosa delantera de 26 años, Mana Iwabuchi. La jugadora vistió por primera vez la camiseta de su país en el mundial Sub-17 en 2008, y ganó el Mundial de 2011.

El fútbol en Argentina

En el último tiempo, en Argentina, el fútbol femenino crece notoriamente. Brotan torneos de fútbol femenino, de 7 de 11, futsal. Cada vez es más común que en los picaditos informales que abundan en tierra argentina jueguen muchas pibas. El fútbol mixto es otra particularidad que va alcanzando relevancia.

En el mundial que se está llevando a cabo en Francia, el equipo argentino está dando una buena pelea ante equipos que, por sus historias, son difíciles. Sin embargo, las chicas lograron empatar contra Japón- subcampeón del último mundial. Y vienen de una derrota tan solo por un gol, ante otro buen equipo que es el de Inglaterra. Además Estefanía Bannini se destaca de manera individual.

Todas las jugadoras que forman el plantel del equipo argentino son trabajadoras en otros ámbitos. Como pueden entrenan a alto rendimiento, mientras se ganan la vida por otro lado. La arquera, Vanina Correa, que brilló ante Inglaterra, es cajera de un supermercado. Además de ser trabajadora y jugadora de la selección, ella y su compañera son madres de mellizos. La arquera suplente, Garton, es becaria del Conicet, La mediocampista Lorena Benitez tiene un puesto en el Mercado Central. Adriana Sachs trabaja en la limpieza de su club, y Aldana Cometti trabaja en la mercería de su familia. La AFA, apenas les paga los viáticos para poder asistir a los entrenamientos y partidos.

Hace algunos meses, el boom que causó el caso de Macarena Sánchez, visibilizó el problema del fútbol femenino, en un país donde sólo lo practican de manera profesional los varones. Se habló en ámbito nacional como internacional la lucha de la jugadora, que ahora integra el plantel de San Lorenzo, la acción legal que encaró la llevó a ser la primer jugadora firmar un contrato profesional. Macarena denunció al club donde jugaba, UAI Urquiza por haberla desvinculado del plantel que disputaba el Torneo de Primera División. Uniendo banderas con la lucha feminista, Macarena encontró la contención y la acción de un movimiento feminista que llega cada vez más lejos, cuestionando todo aspecto que implique la desigualdad de cualquier persona que no sea varón. El fútbol femenino que va creciendo en Argentina va nutriéndose de política, feminismo y organización.

Sin embargo, el país que tiene a las leyendas del fútbol como Maradona y Messi, tiene larga historia en el fútbol femenino. La ex arquera de boca, Luky Sandoval recuperó la historia de un equipo “casi olvidado”. Cuando la jugadora tenía 17 años encontró en la AFA un archivo que data sobre la selección femenina que disputó un mundial en 1971. Ese equipo de fútbol femenino se llamó “Las Pioneras”, y hoy están siendo reconocidas.

Un poco de historia

¿Alguien sabe que pasó en México del ‘71? Resulta que hace 48 años, un grupo de mujeres partía para México a disputar un torneo amateur de fútbol. Argentina jugó contra Inglaterra, y goleó 4 a 1 al equipo europeo. Cuentan las jugadoras, hoy ancianas, que el estadio Azteca desbordaba de gente que las alentó. La jugadora que le marcó los goles, Elba Selva dio testimonio de cómo realizaron el viaje. Si hoy, las jugadoras son precarizadas solo por ser mujeres, 48 años atrás, ellas consiguieron viajar para jugar a pulmón. No contaban con camisetas, ni con equipo técnico, ni sponsors. Sin embargo, la Unión Tranviario Automotor (UTA), le regaló las camisetas y la ropa deportiva para poder jugar. Muy desde abajo, cantando tangos y vendiendo autógrafos de la selección, juntaron plata para solventar los gastos y viajar. Fueron 17 las jugadoras que viajaron para jugar contra otros países en México del ‘71.

Las Pioneras, marcaron para siempre la historia de un deporte que fue reservado solo para los varones, aunque, por más que quisieran apropiarse como tantas otras cosas, siempre hubo mujeres que formaron parte de lugares en los que la “historia” intentó borrar. En la actualidad, algunas de ellas están disputando el Mundial de Francia.

Poco a poco la historia se va reconstruyendo con justicia, y algunos archivos datan que desde la década del ‘20 las mujeres jugaban a la pelota. Ayelén Pujol está encarando la escritura del libro “¡Qué jugadora! Un siglo de fútbol femenino en Argentina”.

Si bien la lucha por la profesionalización del fútbol femenino es válida y justa, cabe preguntarse o complejizar si la construcción se dará igual que ante los varones. El fútbol masculino es uno de los reinos del capital, donde se mueven millones de millones de dólares solo por "el deporte", aunque cuentan con mafias y un sistema totalmente corrupto e injusto donde operan los capitalistas y empresarios del planeta. El fútbol femenino podría cotizar con las marcas y a hacer ganar miles de millones. ¿Se puede pensar otra construcción que sea justa e igualitaria? ¿puede el fútbol femenino, de la mano del feminismo, cambiar las cosas?

Cronograma

El 7 de julio se disputará la final y el fútbol femenino tendrá a sus campeonas. En estos días las pibas seguirán ofreciendo un mundial de excelencia para verlo enteramente. Los grupos comienzan su fase final y el cronograma quedará de la siguiente manera:

Martes 18 de junio:

  • Grupo C - 16 hs: Jamaica vs. Australia; Brasil vs. Italia

Miércoles 19 de junio:

  • Grupo D - 16 hs: Argentina vs. Escocia; Japón vs. Inglaterra.

Jueves 20

  • Grupo E - 13 hs: Camerún vs. Nueva Zelanda; Países Bajos vs. Canadá.
  • Grupo F -  16 hs: Suecia vs. EEUu; Tailandia vs. Chile

Viernes 21

Octavos de final del 22 al 25 de junio. Cuartos de final del 27 al 29 de junio. Semifinales: del 2 al 3 de julio. Tercer puesto: 6 de julio. Final: 7 de julio.

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Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de Córdoba. Redactora en Enfant Terrible y autora de numerosos artículos publicados en distintos medios.

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