El narco en Rosario: no es el menudeo, son los puertos privados

El ataque narco con un mensaje amenazante para Messi y el asesinato de Maxi, un niño de 11 años volvieron a poner en agenda una realidad tan evitable como compleja. Rosario es el epicentro de lo que existe y se expande en todo el país: el narco-Estado. Pero ¿Qué rol juegan los puertos privados en este negocio?

Hace una semana lo sufrió la familia Roccuzzo y la familia Messi, de las más pudientes en la Ciudad, pero lo cierto es que todos los días las y los habitantes de Rosario se encuentran con este tipo de hechos a diario, incluso peores, claro, como el reciente asesinato del niño Maxi en Barrio Los Pumitas. Bien lo refleja el dato con el que oficialistas y opositores se tiran a menudo:

más de 58 personas asesinadas en lo que va del 2023. El año pasado esa cifra fue de 288 muertos por la ”violencia narco”.

Es difícil desentrañar qué hay detrás del violento mensaje a Messi y a Antonella, más allá de una amenaza evidente y muy probablemente una operación política. En el mensaje narco también aparece nombrado el intendente de Rosario, Pablo Javkin: un histórico socialismo local que mantiene acuerdos con el PRO y aunque el alcalde negó que el mensaje responda a una cuestión electoral, la política y el narcotráfico conviven de la mano en la ciudad costera del Río Paraná. Más aún cuando transitamos un año electoral ¿Comenzó la campaña?

¿Por qué Rosario?

Cada vez que esta ciudad es noticia se debe a hechos violentos, en su mayoría vinculados al narcotráfico. Sicariato, niñeces armadas, cúpulas policiales involucradas con el negocio de las drogas, ministros de Seguridad que van y vienen, puertos privados donde se exportan toneladas de cocaína.

Una realidad tan evitable como compleja que involucra a todas las instituciones estatales, a los barrios populares, al empresariado privado local y multinacional y a bandas criminales. Todo en la misma ciudad.

Rosario, Santa Fe. Foto: @abdrodrigo

Pero ¿Por qué en Rosario y no en otras ciudades argentinas el narcotráfico está presente con un nivel de violencia cualitativamente superior?

Sucede que en el Gran Rosario -en los 70 km de costa sobre el Río Paraná que van desde la localidad de Timbúes hasta Arroyo Seco- se encuentran localizadas un total de 29 terminales portuarias que operan distintos tipos de cargas. Desde esta área geográfica se despachan por año entre el 77% y el 80% de las exportaciones de aceites, granos y subproductos.

Estos últimos datos los aporta la Bolsa de Comercio de Rosario, entidad que congrega a los empresarios ligados a las exportaciones en esta ciudad. Este organismo provincial opera un control mayor que el del propio Estado argentino, ya que históricamente facilitó la extranjerización del comercio exterior del país, en connivencia con las grandes agroexportadoras multinacionales como Cargill, Bunge y Born, Dreyfuss, COFCO, Glencore, entre otras.

Todas estas empresas -que exportan alrededor de 30 mil millones de dólares anuales-, tienen sus enclaves multinacionales en los puertos privados del Paraná

En una entrevista reciente, el periodista y diputado socialista de la provincia de Santa Fe, Carlos del Frade detalló que: “Lo que venimos diciendo desde hace veinte años es que en los puertos privados que se encuentran en el Paraná hay subfacturación, sobrefacturación, contrabando, armas (...) Hasta denuncias de trata de personas”.

Para el periodista Koly Bader, con quien Enfant Terrible mantuvo una conversación sobre el tema, el problema en si no es por el menudeo -tan señalado por los medios hegemónicos- sino por las toneladas de droga que se cargan en los puertos privados con destino a Europa.

Amigos de Máximo Jerez (11) asesinado en Barrio Los Pumitas, sosteniendo algunas de sus pertenencias. Foto: @abdrodrigo
Rosario, Santa Fe. Foto: @abdrodrigo
“El narcotráfico y la inseguridad son la forma en la que las instituciones estatales encuentran un control y disciplinamiento social a través del miedo sin quedar pegados directamente como responsables, ya que siempre un perejil irá preso por ellos mientras facturan millones”, señala.

Desde la Mesa Coordinadora por la Recuperación del Paraná y el Canal Magdalena sostienen que estos puertos privados actúan como una especie de semicolonias a las orillas del Paraná, ya que tienen sus territorios privados, policía privada, y ostentan una plana complicidad con el poder estatal que no controla absolutamente nada de lo que entra y se va por allí.

Drogas a buen puerto

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito, Argentina es uno de los países donde más se consume cocaína en Suramérica. En el año 2013, la misma Oficina había indicado al país como tercero en la lista de naciones que más exportan esta sustancia. Pero luego el mismo organismo se desdijo. Pese a ello, hay datos de los últimos años que permiten indicar que Argentina, sin ser productor de esta droga, sí constituye un puerto seguro para el consumo local y un punto estratégico para la salida de la misma y otras drogas, a través de las terminales portuarias privadas, como lo graficamos a continuación:

  • Solo en los dos últimos años fueron descubiertas distintas operaciones del narcotráfico internacional que tuvieron como punto de partida o de paso a los puertos de Rosario y de Buenos Aires.
  • En febrero de 2021, 16 toneladas de cocaína navegaron por la Vía Troncal Navegable (mal llamada Hidrovía), e hicieron transbordo en Buenos Aires, donde el cargamento estuvo parado sin ser controlado durante dos semanas. ¿El destino? Israel, pero fue descubierto en Alemania.
  • Dos meses más tarde, 11 toneladas de la misma sustancia fueron decomisadas también en el puerto de Amberes, Bélgica. ¿Dónde fueron cargadas? en Buenos Aires.
  • En noviembre del mismo año, 648 kilos de esta sustancia fueron secuestrados en Portugal. De Paraguay viajó por la Vía Troncal Navegable y estuvo en el puerto de Dock Sud, Avellaneda, desde donde partió hacia su destino europeo.
  • Ya en 2022, durante abril, 540 kilos de la droga blanca fueron hallados en España. La carga también había estado en el puerto anteriormente nombrado.
  • En junio, fuerzas federales argentinas decomisaron una tonelada y media de cocaína con destino a Europa. La misma iba a ser trasladada por veleros hacia aguas internacionales. Esto nos indica la diversidad de métodos que la ingeniería criminal monta a la hora de exportar su mercancía ilegal.
  • En el mismo mes, salieron dos buques con cargamentos de maní del Puerto de Rosario, concesionado a la empresa Vicentín (cuyos dueños están imputados por estafa al Estado) y la chilena Ultramar. Uno de ellos fue requisado en el Puerto de Santos, Brasil, y se le detectaron 568 kilos de cocaína. Días después, en el puerto de Rotterdam (Países Bajos), el otro barco también fue allanado con el resultado de 866 kilos de la misma sustancia, escondidos de igual manera.
  • Unos días después, el 26 de agosto se secuestraron en la misma terminal portuaria unos 1658 kilos de esta droga. Se presume que la sustancia tenía como destino a Dubái.
Rosario, Santa Fe. Foto: @abdrodrigo

En el año 2021, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, alertó sobre la “Hidrovía” por su consolidación como puerta de salida para la droga fabricada en Perú y Bolivia a los mercados internacionales. Por su parte, la delegación de la Oficina de Drogas y Crimen de la misma ONU en Bolivia, en su informe de hace dos años señaló que sería necesario intensificar los controles en los puertos que conectan varios países con el Océano Atlántico.

La contaminación con droga a conteiner varía su metodología. Puede cargarse en alta mar, en los mismos puertos o en el lugar de origen, siempre ingeniosamente camuflada. Esto se hace muchas veces con el conocimiento de los dueños de los propios puertos, aunque otras sin. Y por lo general, se lleva a cabo luego de los controles que, muy de vez en cuando, realiza la Aduana. Los tratados internacionales impuestos por las grandes potencias libre mercadistas imposibilita que se controle la carga de un barco en movimiento. Aunque la realidad señala que por falta de voluntad política, o complicidad plena, las autoridades nacionales no controlan las cargas que llegan a los puertos, y mucho menos las que ya en aguas argentinas viajan a sus destinos.

Argentina, ¿Narco-Estado?

Desde lo sucedido con Messi, el Gobierno Nacional recordó que la situación en Rosario es realmente preocupante. Por tal motivo, envió a 1400 policías más y hasta a una Compañía de Ingenieros del Ejército, cumpliendo en parte el sueño de la derecha argentina personificado en Patricia Bullrich, que hace meses insiste con la intervención militar en “la Chicago argentina”.

Además, el Estado instalará una delegación de la Unidad de Información Financiera con el objetivo de “tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos, derivados entre otras causas, del narcotráfico”. También se enviaron a la ciudad rosarina alrededor de 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial de última generación.

Rosario, Santa Fe. Foto: @abdrodrigo

A su vez, el Presidente Fernández afirmó que “extremará la custodia contra los reclusos que han sido condenados y pretenden desde la misma cárcel seguir controlando sus objetivos criminales”. Sutilmente y sin nombrarlos, Alberto reconoce que Los Monos, desde la cárcel, y en complicidad evidente con la Policía y el Sistema Penitenciario Provincial de Santa Fe, siguen operando con total impunidad el negocio del narcotráfico en la ciudad. Acaso el Gobernador Perotti, ¿No es el responsable político de estas fuerzas y por lo tanto la cabeza de la serpiente?

Para el periodista Ricardo Ragendorfer, especialista en temas policiales, los policías provinciales y federales actúan como empleados de mafias como Los Monos. Y pone como ejemplo más acabado el caso del Jefe de la Policía Santa Fe en el 2012, Hugo Tognoli, arrestado y condenado a seis años de prisión por sus “servicios” al clan Cantero. Finalmente el oficial terminó absuelto por “tecnicismo procesal”.

En este mismo sentido opinaron dos referentes sociales y políticos como lo son Nacho Levy (Garganta Poderosa) y Juan Grabois, candidato a presidente por el Frente Patria Grande (FdT). Quizás los únicos dirigentes conocidos que no coinciden con el consenso mayoritario que predomina en el mundo político, donde la solución a la violencia es más y más poli-militarización.

Rosario, Santa Fe. Foto: @abdrodrigo

Para el referente del MTE, la Policía de Santa Fe es el cartel de Rosario, y el Estado debería intervenirla. También opina que la principal correlación con la criminalidad en argentina son el abandono escolar, la reincidencia y el consumo de sustancias.

“Lo primero que hay que hacer es que los pibes no se vayan de la escuela, no se resuelve poniendo más camaritas y patrulleros. Hay que atacar el problema por arriba, por abajo y por el medio. Por arriba, con el lavado de activos, las condenas por este delito en Argentina son inexistentes, ¿a dónde va la ruta del dinero de la droga?. Por el medio hay que tener una política donde la Policía no haga lo que le dé la gana. Y por abajo no hay políticas lo suficientemente profundas de intervención en los sectores particularmente vulnerables donde campea el narcotráfico”, acusa Grabois.

Por su parte, Levy, quien sostiene que en Argentina existe un narco-Estado-parapolicial, ya que sin convivencia política y policial no se podría hablar de este nivel de impunidad. El referente aduce que el narcotráfico no se resuelve mandando tanques a una villa donde nunca viviría “ni un ceo de la Coca Cola, ni un capo de la droga”.

La solución -según él- es seguir la idea de la Vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez: despenalizar y regular el consumo de drogas, para sacarle el negocio a la Policía, transferir a salud todos los recursos que estás destinando a seguridad y “hacerse cargo que estos niveles de miseria y desigualdad son los que hacen que aparezca este paraestado narcotraficante”.

Sin embargo, el Gobierno Nacional parece continuar con el legado menemista y macrista de reprivatización tanto de la “Hidrovía” como de sus puertos privados, cuyas concesiones vencen durante éste y los próximos años. Ni el Estado ni el mercado están dispuestos a solucionar el problema, más bien conviven en perfecta simbiosis y complicidad para perpetrarlo siguiendo las órdenes y lógicas neoliberales impuestas por EE.UU, país históricamente beneficiado con la producción, consumo y distribución de cocaína y otras drogas en Latinoamérica.

Para finalizar, recomiendo el siguiente hilo de Twitter del diputado Del Frade, donde expone una vez más, una realidad que desborda las subjetividades de los dirigentes partidarios porteños.

Técnico y profesor en Comunicación Social (UNC). Periodista. Guevarista y peronista.

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