
Llega el Festival cooperativo de la Cultura Popular
Mañana sábado 2 de diciembre se llevará a cabo un Festival Popular en el Centro Cultural Casona Municipal (Av. Gral Paz 395 esquina calle La Rioja) de 10:30 a 12:00 con entrada libre y gratuita.
Lula Da Silva ganó las elecciones en una segunda vuelta electoral que pasará a la historia como la más polarizada de Brasil. El líder del PT con el 99,99 % de los votos escrutados alcanzó el 50,90 % mientras que el ultraderechista Jair Bolsonaro reunió el 49,10% y pierde su oportunidad de ser reelecto.
La estrecha diferencia convierte a Lula en presidente por tercera vez en su carrera política, marca el ritmo de una campaña atravesada por momentos de tensión y violencia. Apenas 2.139.436 votos separan a Lula de Bolsonaro que, a pesar de haber perdido la elección, creció casi 7 millones de votos con respecto a la primera vuelta electoral.
Tras conocerse los resultados, el líder del PT brindó un discurso en el búnker electoral donde declaró que «Nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer» y añadió «Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil».
La victoria del PT le pone un freno al avance de la extrema derecha en Latinoamérica, en el marco del auge generalizado de expresiones políticas neofascistas en todo el mundo. La batalla por construir y consolidar un gobierno popular y democrático en Brasil comenzará el próximo 1 de enero.
Mañana sábado 2 de diciembre se llevará a cabo un Festival Popular en el Centro Cultural Casona Municipal (Av. Gral Paz 395 esquina calle La Rioja) de 10:30 a 12:00 con entrada libre y gratuita.
Con el Gobierno de Javier Milei, Argentina volvería a estar alineado a Estados Unidos, Israel y el resto de Occidente, por lo que congela su ingreso en el bloque comercial y político más importante del siglo en el emergente mundo multipolar: los BRICS+.
El “capitalismo del desastre”, como lo entiende Klein, es la instrumentalización política del miedo, la frustración y el dolor, y a su paso no deja restos humanamente rescatables.