El presidente de Principios y Valores (PyV) llegó a Córdoba al final de la semana pasada, entre dos fechas cercanas de resonancia peronista: una reunión donde se mostró con los equipos económicos de Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Juan Grabois, Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto, el pasado jueves, y hoy 1 de julio con el aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, en 1972.

De las actividades que participó, entre las que estuvieron la presentación de su «Plan Económico Peronista» en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y reuniones con representantes sindicales, el sábado en el Hotel FUNDAEMFA fue orador en el «Encuentro con la juventud y la política». Esta última instancia, dejó una postal sobre la participación juvenil cordobesa que encuentra en Moreno un “compañero” y un auténtico portavoz del filojusticialismo.

El encuentro demoró al menos una hora para empezar, pero el tiempo se hizo pasar rápido, entre cantos y la entonación de la Marcha Peronista, que se escuchó desde el principio hasta el final, al menos unas seis veces. De quienes llegaban, los jóvenes tenían prioridad para ocupar las sillas.

Al empezar la actividad no habló sólo Moreno. Tomó la palabra la representante provincial de PyV Córdoba, María de las Mercedes “Mechi” Díaz, y luego Lautaro Herrera de la Juventud PyV. También hubo jóvenes que llegaron desde Santa Fe y Santiago del Estero, así como una representante juvenil del Frente Renovador en Córdoba, quienes también hablaron. Además, hubo integrantes de organizaciones de derechos humanos de Córdoba, aunque sólo observaron.

“Pasar la bandera”

El público que se ve a simple vista comparte algunas similitudes con el público libertario; es joven, la mayoría son varones y se referencian en un economista. Y el ex secretario de Comercio de CFK sabe reconocer a ese público. Es que la tarea que propone Moreno es “refundar el movimiento peronista” y los jóvenes son muy importantes para lo que llama “pasar la bandera”, otra manera de referirse al tan mencionado y poco trabajado trasvasamiento generacional.

“Hace algunos meses empezamos a dudar si teníamos a quien pasar la bandera, ¿pero qué pasó? Comenzó a gobernar Milei y empezó a mostrar su criterio de libertad. Cuando fueron las elecciones (PASO) notamos que había mucho piberío que nos votaba. Después de que perdimos, mucho de nuestro voto joven se fue para Milei, pero después de que comenzó el gobierno nuestros actos cambiaron, porque se llenaron de jóvenes”, compartió al principio del acto a los atentos.

Para Moreno, “Milei llevó a Dios a la política y con eso consiguió el voto de los mayores, y el voto de los jóvenes cuando llamó a la rebelión. Pero quedó claro que Milei no expresa la revolución; y hoy la revolución puede ser peronista”. En este sentido, el economista indicó que “lo que está enamorando del peronismo es la discusión profunda de la doctrina por primera vez, desde la muerte del general”, hace ya 50 años.

Desde el pensamiento doctrinario, el huracán político que representó la llegada de Perón, su paso por la Secretaría de Trabajo tras el golpe del 4 de junio de 1943, y hechos históricos como el 17 de octubre, empezaron un proceso revolucionario que hoy se busca resignificar en Argentina con la relectura del justicialismo. En este sentido, para Moreno hablar de revolución es clave para encantar a la juventud, y lo dice.

¿Cuál de todos los peronismos?

Hoy por hoy, en la actual reconfiguración del peronismo, la figura de Moreno despierta polémicas entre sectores del kirchnerismo, progresistas y la izquierda. Algunas lecturas lo caracterizan como un derechista, aunque él corre el foco de la discusión tratando a las categorías izquierda-derecha como foráneas, e interpreta el mundo actual entre proteccionismo nacionalista vs. globalización, identificándose con figuras como Donald Trump o Vladimir Putin, e incluso con el nacionalismo judío que profesa Benjamín Netanyahu.

Pero para alejarse de los nacionalismos extremos, que tienen cada vez más fuerza en Europa con Georgia Meloni (Italia) o Marine Le Pen (Francia), plantea que el peronismo es un “nacionalismo de brazos abiertos, no de puños cerrados”.

Al mismo tiempo, se vincula con múltiples dirigentes que pueden considerarse dentro del campo “nacional y popular”, siendo amigo de algunos más polémicos como Santiago Cúneo, aunque siendo un opositor acérrimo a la figura del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Sin embargo, el pasado jueves, durante la reunión con estas “distintas vertientes del peronismo”, estuvo Sergio Berni, del riñón político de Kicillof “para consensuar un marco general de ideas económicas”.

Plan peronista

“Tenemos que tratar de consensuar el plan de gobierno donde el pensamiento económico sea peronista y eso empezó a pasar”, arrojó a la juventud durante el acto, en referencia al tema del encuentro con sus correligionarios justicialistas. En este sentido, el eje principal de ese plan que defiende Moreno y que busca consensuar, es la reindustrialización de Argentina. Dicho en sus palabras: “Construir la gesta de la reindustrialización de la patria”.

De esta manera, dejó un mensaje claro para la militancia cordobesa que ve un rumbo en la propuesta: “Hoy el mundo facilita la reindustrialización, y una Argentina industrial hace a una Córdoba industrial, el primero lugar que florece es Córdoba, por eso fuimos ayer a la UTN. Hay que recuperar esa Córdoba que hacía aviones, en Córdoba es muy fácil hablar de industria por la memoria histórica”.

Habrá que ver a futuro si estas expectativas tienen un efecto en la unificación del plan peronista y cómo se propone llevar adelante, incluso en Córdoba, donde también gobierna el peronismo, aunque en favor del círculo rojo. A 50 años de la muerte de su principal líder político, el peronismo busca de nuevo un rumbo, en un contexto de altísima informalidad laboral, mayor desempleo, creciente pobreza e indigencia, incremento del endeudamiento externo, y un gobierno nacional que deja por el piso a cada vez más trabajadores y empresarios nacionales.