A sus 73 años el paladín del cordobesismo y tres veces gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, fue por un momento el centro de atención tras anunciar que será precandidato a presidente en las próximas PASO de agosto. En su speech, Schiaretti dijo que lo haría “por una coalición que represente al que trabaja, al interior productivo y que sea la superación de la grieta que tanto daño nos hace”.
El anuncio fue territorio adentro, en San Francisco, cuna de su delfín Martín Llaryora, y se hizo “espontáneamente” junto al vicegobernador Manuel Calvo. Nuevamente y fiel al estilo de su predecesor, el fallecido José Manuel de la Sota -quien también se proyectó varias veces como candidato presidencial-, Schiaretti buscará saltar desde Córdoba a la Casa Rosada con el sello de la Democracia Cristiana.
El cordobés se viene mostrando junto a otros gobernadores de provincias del agro como Omar Perotti de Santa Fe y Gustavo Bordet de Entre Ríos, enalteciendo una posición “anti grieta”, lo que le ha permitido crear un discurso propio y generar expectativa respecto a la cercanía con las dos principales coaliciones políticas Juntos por el Cambio (JxC) y el Frente de Todos (FdT).
La disputa por los subsidios y la coparticipación a nivel nacional, la defensa del “interior productivo” en referencia a las provincias como Córdoba donde tienen mayor peso las patronales rurales -razón por la que defiende las retenciones cero de las exportaciones-, la cuestión energética con los agrocombustibles -y el recelo a los hidrocarburos-, los millones en publicidad, autovías, rutas y puentes, hacen a un Schiaretti seguro de sí mismo para catapultarse hacia las nacionales.
Sin embargo, tanto a nivel local, como nacional de JxC, no mostraron sorpresa por la candidatura. Sea porque se sabe que el gobernador ya buscaba un lugar en la arena nacional, o porque si bien el cordobesismo ha podido establecerse en el territorio provincial, no ha logrado consolidar una fuerza política nacional que vea en el schiarettismo una salida.
Por su parte, el FdT tampoco mostró sorpresa ya que hace tiempo Schiaretti mantiene distancia del kirchnerismo, a pesar de las insistencias de Alberto Fernández por consolidar la unidad del peronismo sin éxitos, en alguna que otra visita por la provincia. Pero esa ruptura terminó por concretarse con el reclamo al Gobierno Nacional y el Anses, con una demanda elevada a la Corte Suprema por los fondos adeudados a la Caja de Jubilaciones.
Dado este escenario, la estrategia que se presume es un efecto derrame, donde la fuerza cordobesista alinea sus fuerzas en una “triple campaña” de mayor a menor, concentrando la cadencia en sostener la hegemonía en la provincia, que tendrá su propia contienda el próximo 25/06 siendo la principal disputa Martín Llaryora-Luis Juez, así como el distrito capitalino donde se celabrarán los comicios el 23/07, con Daniel Passerini-Rodrigo De Loredo como protagonistas. El final de estas campañas podría determinar el mejor o peor posicionamiento del actual gobernador en la arena nacional.
La hoja de ruta de las proyecciones electorales más locales viene marcándola tanto el respaldo incondicional de Schiaretti a su sucesor, como el rearmado de la coalición Hacemos Por Córdoba, la plataforma electoral de Llaryora, ahora rebautizada Hacemos Unidos Por Córdoba (HUC), que hace poco reunió a 15 fuerzas políticas en la localidad de Río Cuarto, el segundo distrito más grande después de la capital.
Como sea, el cordobesismo de Schiaretti apuntalado a lo presidencial, no representa una amenaza directa para el resto de las fuerzas políticas más grandes en el plano nacional. La prioridad es lo local. Pero por otro lado, el contraste de esta seguridad que muestra el cordobés está en el sinfín de conflictos dentro de su propio territorio, donde los números de la pobreza y la desocupación se encuentran entre los más altos de Argentina.
El modelo que defiende de una economía reprimarizada, con directriz tras el telón de la Fundación Mediterránea, que tiene gran asiento en Córdoba y con quien tiene diálogo directo, no se distancia mucho de otras expresiones de la derecha política que también representan a dicho sector, como el mismo ex presidente Mauricio Macri, que tiene en la provincia su búnker electoral.
En síntesis, el perfilamiento de este peronismo derechizado, al menos en Córdoba le cierra las puertas a las expresiones de ultra derecha que vienen ganando popularidad con la figura de Milei, y muestra mayor aparato para traccionar las fichas del tablero electoral que el radicalismo representado en Juez, Negri y De Loredo.
Al paro de Aceiteros y ATE-SENASA se sumó la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FE.SI.MA.F). Además, desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) anunciaron paro total para el próximo lunes.
En rechazo a la Ley Bases y el Impuesto a las Ganacias, el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) y ATE-SENASA paralizan el 80% de las exportaciones argentinas.
Luego de que Cristina anunciara que hablará el sábado en Quilmes, se supo que el gobernador de Buenos Aires encabezará un acto el mismo día a las 11:00, para hablar sobre el dragado del canal fluvial, clave en la comercialización naval.
