El Brasil de Bolsonaro rompió la barrera del horror superando las 100.000 muertes por Coronavirus, mientras que la cifra de contagiados se eleva por sobre los tres millones según cifras oficiales. Jair Bolsonaro permanece aislado tras dar positivo al virus aunque afirma que ya esta curado a pesar de tener un hongo en un pulmón. Por otro lado su mujer Michelle Bolsonaro y 22 integrantes del gabinete de gobierno dieron positivo al virus, mientras el gobierno insiste en que la cloroquina es el fármaco adecuado para tratar el virus.
Las cifras de muertos en Basil han superado la escalofriante barrera de los 100.477 muertos y según las cifras oficiales emitidas por el general en activo Eduardo Pazuello a cargo del ministerio de Salud, los contagiados son 3.012.412. Sin embargo desde el espectro opositor y científico se habla de más de 18 millones de casos positivos, en medio de un colapso total del sistema sanitario del país vecino.
Jair Bolsonaro dio positivo al virus en tres hispoados seguidos el pasado mes de julio y tras varias semanas aislado en el palacio de Planalto declaró haberse recuperado, atribuyendo su mejoría a la polémica Cloroquina (dióxido de cloro). Además su esposa Michelle Bolsonaro, 22 integrantes del gabinete de gobierno incluido el vicepresidente, el general Hamilton Mourao están infectados.
La presidencia de Bolsonaro enfrenta 40 pedidos de impeachment de todo el arco político opositor, incluso de algunas formaciones que otrora fueron aliadas, por su estrategia negacionista contra el coronavirus. El colapso del sistema sanitario en Brasil ha convertido las calles, los montes, las playas, y los ríos del país hermano en un cementerio.
Seis policías fueron imputados por la muerte del joven de 35 años en La Falda, en julio de 2022. Fue detenido mientras sufría una crisis psicótica y llevado a la comisaría departamental, donde murió por "asfixia mecánica"
Este jueves, a las 15 horas en el Museo de Antropología iniciará un taller abierto para conocer cómo se registran los malos tratos en los contextos de encierro y luego un conversatorio sobre la creación de un mecanismo local para la prevención de la tortura estatal.
Durante las protestas frente al Ministerio de Capital Humano el pasado 10 de abril, un manifestante perdió la visión de un ojo como resultado de la represión policial
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