El Escuerzo: terror cordobés y gauchesco

Buscando ser lo más fiel al relato de época, el director Augusto Sinay nos invita a sumergirnos en la profundidad del realismo fantástico.

En el silencio del monte en el Valle de Traslasierra, un tiro y un grito irrumpen la tranquilidad. Un gaucho corre campo traviesa, no se sabe si es desertor, forajido, vago, ladrón o campesino, solo se sabe que si no quiere morir, tiene que ofrecerse como voluntario para la guerra de la Triple Alianza.

“Los residentes censados bajo la categoría de vagos e incorregibles se pondrán a disposición del gobierno como voluntarios”, se escucha decir al oficial.

Buscando ser lo más fiel al relato de época, el director Augusto Sinay nos invita a sumergirnos en la profundidad del realismo fantástico. La premisa transcurre en el año 1866 durante la guerra del Paraguay, sin embargo el viaje es sobre Venancio, quien por miedo mata a un escuerzo y queda maldito.

“Has de saber que el escuerzo no perdona jamás al que lo ofende. Si no lo queman, resucita, sigue el rastro de su matador y no descansa hasta que pueda hacer con él otro tanto”, describe la madre del protagonista.

El entramado cierra por todos lados si se tiene en cuenta que en los mismos lugares que habita el escuerzo -Argentina, Brasil y Uruguay-, también se estaba librando una guerra de fronteras. Incluso, se dice que vive en dos mundos, por encima y por debajo de la tierra.

De esta manera, lo ominoso -aquello conocido que impresiona ante la ajenidad- acompaña una escenografía muy conectada con la tierra. Se siente la atmósfera de no saber de donde proviene la maldición, si por la desgracia de la guerra o por la creencia de un secreto a voces: con el escuerzo no se jode.

“En ese sentido, el escuerzo, que es un animal que se ve muy poco y que según el cuento de Lugones puede dañar y aterrar tanto, se asemejaba a la guerra de ese entonces que para gran parte de la población argentina estaba lejísimo, pero la dañaba”, comenta el director.

La ópera prima de Sinay y del productor Damián Carretero Seisdedos llevó alrededor de ocho años entre la primera presentación del guion, en el año 2016, que les permitió la financiación por parte del Instituto Nacional de Cine y Audiovisuales Argentino (INCAA) y su producción final que fue esté año.

“Siempre filmar acá en Córdoba es la sensación de estar participando de un milagro. Se cree en ellos para que se conviertan en realidad y ahora estamos en una época en donde tenemos que luchar para que sigan sucediendo”, comentó el actor Beto Bernuez.

Agustina, me dicen Chora. Profe de psicologia, pronta licenciada. Escribo y soy mi propia empleada cocinando.

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