Ayer jueves 26 de septiembre, #Córdoba fue testigo de una nueva movilización por el monte. "Somos el Monte que Marcha" se desplegó en distintas localidades de la provincia, con la misma energía y convicción que caracteriza a quienes se niegan a aceptar el ecocidio. Las plazas y rutas se llenaron de personas vestidas de celeste, azul y blanco, simbolizando el agua que tanta falta nos hace mientras el monte sigue ardiendo.

En la capital, la Plaza Vélez Sarsfield fue uno de los puntos de encuentro, pero no fue el único. En Villa Ani Mi, Paravachasca, Unquillo, Tanti, y en otras localidades, los cuerpos pintados, los tambores y los sonidos de lluvia marcaron el ritmo de una intervención que, más que una protesta, fue un grito colectivo por la vida. Carteles pegados en los cuerpos, manos alzadas y pasos decididos dejaron en claro lo que las consignas repetían: “Incendian el monte, incendian nuestra casa”.

El Estado sigue siendo señalado como responsable, mientras el fuego consume lo que queda de nuestros bosques nativos. Los reclamos por la declaración de la emergencia nacional retumbaron en cada rincón. La gente no solo marchó, sino que también exigió acción inmediata.

Esta intervención fue solo un paso más en la lucha por el monte, una batalla que aún no se ha ganado, pero que sigue sumando voluntades. Porque si algo quedó claro, es que el monte no se apaga solo, y la resistencia tampoco.