El 29 de julio de 1966 el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía ordenó a la división de Infantería de la Policía Federal desalojar los pabellones de la Universidad de Buenos Aires ocupados pacíficamente por estudiantes y docentes. A golpes de bastón y de ajuste presupuestario se quiso poner fin y la herencia Reformista de las universidades y desmantelar un sistema de educación superior cuyos avances científicos se situaban en la vanguardia de toda América Latina.
El derrocamiento del presidente Arturo Illia en junio, y el posterior discurso de asunción del dictador Juan Carlos Onganía en el salón blanco de la Casa Rosada retrataron con precisión el corte ideológico, vetusto y medieval que se cernía sobre la Argentina de 1966. Uno de los principales enemigos "espirituales y morales (sic)" de la autoproclamada "Revolución Argentina" eran los y las estudiantes, los y las docentes; la ciencia toda.
El movimiento estudiantil organizado en defensa de la educación pública, impulsó la toma pacífica de hasta 5 pabellones de la Universidad de Buenos Aires especialmente activas eran las ocupaciones de la Facultad de Exactas y la de Filosofía y Letras. La lucha en defensa de la que era en su momento, una ciencia de vanguardia en toda América Latina y una educación superior puesta al servicio de las grandes mayorías, incomodaba al régimen ultraconservador y católico apostólico encabezado por general Onganía.
La noche del 29 de junio de 1966 varias divisiones de Infantería de la Policía Federal al mando del infausto coronel Mario Fonseca, irrumpieron en las sedes de las facultades tomadas. Los efectivos formaron hileras por las que desfilaron cientos de estudiantes y docentes, científicos y egresados, con las manos en la cabeza eran brutalmente golpeados con largos bastones al paso marcial que marcaban los represores en el llamado "Operativo Escarmiento". Más de 400 estudiantes y profesores fueron detenidos esa noche.
En los días posteriores se produjeron hasta 1400 renuncias de suplentes y titulares de cátedra, muchos de los cuales se exiliaron en Europa, Estados Unidos, Cuba, Chile y Venezuela. Se destruyeron y quemaron bibliotecas, se cerró el programa "Clementina" que creó la primera computadora de América Latina, se clausuró la investigación del doctor Cesar Milstein sobre anticuerpos monoclonales que poco después ganaría el premio Nobel de Química, entre otras hazañas que sin duda eran una victoria para el régimen militar, y una derrota para toda la sociedad.
La campaña es impulsada por más de 180 organizaciones socio ambientalistas, colectivos e instituciones argentinas y latinoamericanas, junto la Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande. Enfant dialogó con Luciano Orellano y Javier Núñez, dos remadores que protagonizan la histórica travesía.
Con aval de Milei, las FF.AA firmaron un acuerdo militar para que las tropas yanquis realicen entrenamientos en la Patagonia y Tierra del Fuego, lo que consolida la presencia extranjera del principal socio de Gran Bretaña en el sur de la patria. Enfant dialogó con Leonardo Del Grosso, periodista neuquino e integrante de la Multisectorial Contra la Base Yanqui en Neuquén.
Ayer se cumplió la 50° Ronda de los miércoles. Casi un año desde que las y los jubilados comenzaron a reunirse en la Plaza San Martín. Lo que en un principio fue el encuentro por el descontento de los recortes previsionales, terminó por aunar a casi gran parte de la población afectada por las políticas de ajuste del Gobierno Nacional.
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