La Universidad Nacional de Madres, asediada por el gobierno de Milei
En la edición 1760 de Eléctrum, el Secretario de Derechos Humanos del Sindicato de Luz y Fuerza, Alfredo Seydell, dialogó con Gustavo Pons, Vicerrector de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo.
Una emocionada Hebe decía en el año 2000, en la inauguración de la Universidad de Madres: “Pellízquense, esto es verdad, estamos en la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, combativa y revolucionaria”.
La sede de Madres estallaba de público y se engalanaba con la visita de destacados intelectuales nacionales y del mundo que asistieron al lanzamiento de la primera universidad con eje formativo en Derechos Humanos.
Un recorrido de 24 años, nacido de la garra y la visión de Hebe y las Madres, que no paró de crecer, pasando a ser primero Instituto Universitario y luego Universidad Nacional, que hoy se ve amenazada por una asfixia presupuestaria y una intervención por parte del gobierno de Milei, que avasalla principios elementales del sistema universitario, la autonomía y la autarquía.
A instancias del Secretario de Derechos Humanos de nuestro Sindicato, compañero Alfredo Seydell, Eléctrum dialogó sobre la historia, sentido y coyuntura de la institución con Gustavo Pons, Vicerrector Académico de la UNMa:
-¿Cómo nace el proyecto de una Universidad de las Madres?
-El proyecto de la universidad de Madres nace en el año 2000 como Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo por impulso de las Madres, y especialmente de Hebe. Más allá del reclamo por las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, deciden dar un paso más, cumpliendo el sueño de sus hijos, que en su momento había traccionado y empujado aquella generación, recuperar lo más valioso de esa generación, sus sueños e ideales.
Ese tránsito se va dando lentamente, a través de los años, en el seno de las Madres y con el empuje fundamental de Hebe. Estos primeros años se desarrollan en pleno Gobierno de De La Rúa, con la situación económica que se vivía, surge en ese contexto con una vitalidad enorme. Cuando se inaugura, a pesar de no ser una Universidad formal, vinieron rectores de todo el mundo y este fue un sueño que emocionó mucho a las Madres.
Se suele decir que las Madres tuvieron como tres grandes proyectos, más allá de la búsqueda de sus hijos y de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia: uno era sin dudas la creación de una Universidad, junto a proyectos de comunicación -con la radio de las Madres- y cultura, con el impulso del Centro ECUNHI. Esas tres acciones, la educación, la comunicación y la cultura, siempre estuvieron en la mirada de las Madres.
- ¿Cómo siguió el recorrido y la institucionalización?
-Se empezaron a dictar carreras que no tenían título oficial, la gente iba a formarse, a aprender. Así fue creciendo, comenzaron a dictarse las carreras de Abogacía, Licenciatura y Profesorado en Historia, Trabajo Social, Comunicación, con orientación y formación en derechos humanos, ese es el corazón de cada carrera.
En 2014 se crea el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo. Este es un paso fundamental en la historia de nuestra Universidad, porque es el propio Estado, a través de la Ley 26.995 sancionada por el Congreso, el que reconoce e incluye a la Universidad de Madres como parte del conglomerado de Universidades Nacionales, como Instituto Universitario.
Con la llegada del Gobierno de Macri, se enfrentó una intervención, varios intentos de vaciamiento e injerencia, fueron momentos muy crueles y difíciles, donde se intenta hacer desaparecer la historia de las Madres en el seno mismo de la Universidad. A pesar de ello, continuó su desarrollo, hasta que en 2023 se aprueba una Ley creando 4 nuevas Universidades, y convirtiendo el Instituto en Universidad Nacional, lo cual le da un mayor volumen y envergadura para crecer en el proyecto educativo.
Con la Ley sancionada en noviembre de 2023, la Universidad de Madres se convierte en la primera Universidad en América centralizada en el estudio de los Derechos Humanos. Es la única Universidad de América que tiene un eje primordial en los derechos humanos.
-¿Con qué se encuentran con la llegada del Gobierno de Milei?
-La Universidad ya venía recibiendo graves ataques durante la campaña electoral, por parte del ahora presidente Milei, y de la actual vicepresidenta Villarruel. A partir del 1 de enero de 2024, dejaron de remitir fondos a la Universidad de Madres, cuando el presupuesto universitario es aprobado por el Congreso de la Nación. Si bien el presupuesto 2024 no se trató, se prorrogaron los montos asignados en el presupuesto 2023. La falta de actualización afectó a todo el Sistema Universitario, pero a la Universidad de Madres directamente le negaron el presupuesto, quedando en evidencia el ensañamiento dirigido.
No recibimos un solo peso de lo que le correspondía, y no es una facultad discrecional del Poder Ejecutivo enviar o no el presupuesto. Las Universidades tienen autonomía y autarquía, para designar su propio gobierno y decidir sobre sus propios recursos, justamente las dos banderas fundamentales de la Reforma Universitaria de 1918.
Esta asfixia presupuestaria es prácticamente criminal, implica que no tenemos fondos para el funcionamiento y nuestras trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes hace 8 meses que no cobran su salario, sin cobertura de obra social porque no podemos pagar los aportes, personas que han tenido que interrumpir tratamientos médicos. En este contexto, increíblemente han sostenido la continuidad de los dictados y el funcionamiento de las carreras. No se cerró un solo curso pese a esta situación de profunda crisis, y esto es gracias al compromiso, al arraigo de todos los que forman parte de la Universidad de Madres para que se cumpliera todo el programa académico.
-¿Qué acciones se tomaron?
-Se tramitó un proceso en la Justicia de medida cautelar, en el Tribunal Contencioso Administrativo Federal. El expediente estaba ya listo para dictar sentencia antes de la feria, haciéndose lugar a un pedido de la universidad de habilitación de la Feria Judicial. El Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Petovello, que aglutina la Secretaría de Educación a cargo de Torrendell y la Subsecretaría de Políticas Universitarias a cargo de Alejandro Álvarez, se presenta planteando que la Universidad no había terminado su proceso de normalización.
-¿Desconocieron las autoridades elegidas?
-Claro, el 6 de diciembre la Universidad logró finalizar todos sus trámites constitutivos como Universidad Nacional. Nosotros ya teníamos los proyectos institucionales aprobados con el Instituto, y la CONEAU aprueba el traspaso de esos proyectos a la ahora Universidad Nacional. La ley crea una Comisión para transferir estudiantes, planes de estudios, y transfiere también las autorizaciones institucionales. La UNMa tiene un estatuto provisorio aprobado, y se transmite también la autorización de puesta en marcha, que es el “ok” del Ministerio para normalizar los claustros. Se generan las elecciones en cada claustro, se llamó a la Asamblea y se eligieron autoridades. Hubo dos Asambleas, una en diciembre y otra en marzo, que cambia las autoridades. Nosotros hoy tenemos pleno gobierno, hay Rectorado, Consejo Superior y Decanos de Facultades. Esto nunca había pasado, como Instituto Universitario venimos funcionando hace 10 años y nunca nos habían retenido el presupuesto, ni el macrismo hizo eso.
-¿Desde la asfixia presupuestaria, fueron más allá?
Sí, el Ministerio de Capital Humano recusa al juez de feria, le hacen lugar y cae en el Juzgado de Pablo Cayssials, ni más ni menos, uno de los magistrados acusados de viajar a Lago Escondido a la estancia de Lewis. En 24 horas nos rechaza la cautelar, desconociendo no sólo la normalización de la Universidad, sino el funcionamiento previo del Instituto Universitario como parte del sistema universitario por más de 10 años.
Paralelamente, el mismo día que nosotros apelamos, Capital Humano inicia una intervención ilegítima, designando a un supuesto “rector organizador”, que había sido parte de todo el proceso de normalización de la universidad, y sin embargo insisten con este concepto, como si no estuviéramos normalizados. Es un interventor de hecho, solamente el poder legislativo puede intervenir una universidad, por lo que estamos hablando de un avasallamiento a la autonomía universitaria que no tiene precedentes en la historia democrática. El pasado lunes 29 de julio, se cumplió el 58° aniversario de la Noche de los Bastones Largos. Uno lo dice y se te pone la piel de gallina, nuevamente las intervenciones, el desconocimiento de las autonomías universitarias, algo que creíamos no íbamos a volver a vivir.
-¿Qué relación encuentran entre este intento de intervención y las políticas negacionistas del Gobierno Nacional?
-Hay una relación directa, impulsan esta intervención con los mismos discursos de la dictadura. Las justificaciones esgrimidas para realizar aquellas intervenciones son las mismas que escuchas ahora. Nos acusan de ser Centros de Adoctrinamiento, de activismo político, es increíble el retroceso, que estemos discutiendo cosas que parecían saldadas, plantean un retroceso de 100 años pre Reforma Universitaria. Nuestra Universidad es una Universidad de Derechos Humanos y ese es un concepto que resulta profundamente perturbador para la matriz de este gobierno. Además, este es un Ejecutivo que no cree en lo público, viene a destruir el Estado desde adentro, que no cree en la educación pública ni en la universidad pública, por eso las desfinancia, las concibe como centros de adoctrinamiento. Tampoco quieren Universidades nuevas, y las que existen buscan reagruparlas, es el plan de gobierno escrito desde la Subsecretaría de Políticas Universitarias, planteando que hay que reducir el número de universidades.
Pero la universidad de las Madres es además la universidad que creó e impulsó Hebe y todas las Madres. Es única en su tipo, que enarbola las banderas de Memoria, Verdad y Justicia, y eso entra en contradicción con la visión negacionista de este gobierno. Entonces, es perturbadora por partida doble, y por eso somos la primera que atacan.
-Frente a este avasallamiento, ¿qué eco encontraron en el Sistema Universitario y en la sociedad en general?
-Hay mucha preocupación por esta situación y por la situación en el sistema universitario en general. Evidentemente, es un pésimo antecedente que no tiene justificación alguna y es un precedente que no puede quedar en nuestra historia porque esto implicaría abrir una puerta a cualquier arbitrariedad. Hemos hablado con el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), que tratarán el caso en su reunión de Comité Ejecutivo del próximo 7 de agosto. Hemos recibido el apoyo de un número enorme de Universidades, desde sus rectorados, gremiales o sus Centros de Estudiantes, pero no sólo de Argentina sino del mundo, porque obviamente el nombre de las Madres de Plaza de Mayo está muy cercano a la sensibilidad no sólo local, sino también internacional. Hemos recibido apoyos de Universidades italianas, españolas, alemanas, de Finlandia, el mundo enseguida salió a respaldar nuestro reclamo. Son innumerables las muestras de solidaridad, con mucha sensibilidad y preocupación, tanto del Sistema Universitario Nacional e internacional y también de las organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, porque visualizan también este sesgo, esta agresión en el marco de un Ejecutivo que plantea severas objeciones a las políticas de Memoria, de Verdad y de Justicia, que están enarboladas por esta Universidad.
-¿Cómo analizan el resurgimiento de un discurso negacionista? ¿Y cómo crees que hay que dar la disputa frente a eso?
-La lectura no es sólo en clave local, porque llegaríamos solo a una comprensión parcial, es una situación que se está viviendo a nivel global y regional. Hay muchas explicaciones sobre este fenómeno, las tensiones en los desarrollos económicos, el incremento en las necesidades, la desilusión cuando la intervención política no ha alcanzado a cubrir las expectativas mínimas de una población. Ha existido una catalización de determinadas demandas en discursos de odio, en reflotar viejos relatos que resultan cómodos y potentes para generar disputa política. Podríamos analizar cuánto se ha relajado la formación, la difusión y la continuidad en la discusión sobre la importancia de los derechos humanos, que es fundamental porque cuando uno se para en el lado de los derechos humanos siempre va a estar del lado del bien.
¿Y qué son los derechos humanos? Hay una construcción simbólica de la indignación, de un límite. Se gestan a partir del dolor más profundo que ha vivido la humanidad, que sin duda ha sido la Segunda Guerra Mundial y toda la locura del nazismo, que encontraron un canal en esta idea de la autolimitación de los estados: hasta acá sí, hasta acá no, este es un límite, los estados no pueden hacer cualquier cosa. Encontrar esa tutela coordinada ha sido vital para cortar ese dolor, que se reproduce en distintos focos y momentos. Argentina ha vivido una serie de crímenes de horror que duelen en el mundo, pero son los mismos que ves en Camboya, en Ruanda.
Pero esto no da cuenta de la falla de los derechos humanos sino de la necesidad de fortalecer estos dispositivos con los organismos internacionales, generando estándares obligatorios para los estados. Para un mundo de mejor vivir, de mayor encuentro y tolerancia, el estándar de derechos humanos es fundamental. Por eso creemos que la Universidad de las Madres es una herramienta muy importante y por eso la comunidad y la sociedad la va a defender, porque entienden la necesidad de sostener un espacio que describen como imprescindible.
-Pensando en la importancia de fortalecer la formación en DDHH, ¿es posible pensar en una proyección federal de la Universidad de las Madres?
-Sí, de hecho, el proyecto institucional que está aprobado se plantea una universidad que remarque no sólo el estándar de calidad, de gratuidad que describe nuestro sistema universitario, sino de accesibilidad. Hay un trabajo muy profundizado en lo que se refiere a educación a distancia para poder llegar a todo el país, con carreras, pero también en intervenciones más concretas como capacitaciones o formaciones. Tenemos ya aprobada la carrera a distancia de Historia, una carrera muy cercana a nuestro corazón, como decía Hebe: cómo vamos a contar, a escribir y cómo vamos a hacer historia. También tenemos ya la carrera de Abogacía a distancia lista para dictaminar en CONEAU, con la idea de formar cuerpos especializados en DDHH para poder intervenir desde la función pública, desde las organizaciones, formar abogados y abogadas con ese anclaje, con ese compromiso y con prácticas territoriales desde el comienzo.
Nuestro proyecto institucional está pensado en clave federalizada, es una proyección que lleva su tiempo, pero nuestro objetivo es llegar como Universidad Pública a todo el país.
Todo indica que al momento de votar la adhesión al RIGI en la Legislatura de Córdoba no habrá inconvenientes, y que los sectores concentrados del agro, inmobiliario y de la obra pública tendrán vía libre en la provincia mediterránea para continuar favoreciéndose.
En este momento, la seguridad jurídica, condición necesaria que nos da la capacidad de prever qué pasa con nuestros derechos, se ve enfrentada al modelo de gobierno propuesto por Javier Milei y su equipo, ya que su eje principal es -la reforma del Estado-.
La detención de Alejandro Mercado, quién asumió el pasado diciembre, fue en el marco de una investigación sobre una red de corrupción que involucra una financiera ilegal. ¿Quién es Mercado?
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