Se trata de una propuesta que busca que las corporalidades y experiencias trans y no binarias estén representadas desde una perspectiva de derechos humanos en los espacios de crianza, enseñanza y atención de la salud, entre otros.

En esta primera entrega habrá cuadernillos, rompecabezas y dominós, con propuestas pedagógicas para el aula, el hogar, el consultorio y otros espacios de acompañamiento en la temática.

Los materiales están dirigidos a profesionales de la educación y la salud, el derecho, la comunicación y el trabajo social; deporte y cultura; estudiantes de nivel avanzados; instituciones, organismos públicos y privados; organizaciones sociales; agentes comunitarios; entre otrxs.

Además, en la jornada, se escuchará a niñes, jóvenes y familias, compartiendo sus recorridos, dificultades, logros, desafíos y propuestas para crear ambientes libres de discriminación, estigmatización y todo tipo de violencias por motivos de identidad de género y/o expresión.

La actividad será presentada por Nadia Fink de Editorial Chirimbote y familias de La Casita Trans. Además acompañarán la actividad la Fundación Aula Abierta, Facultad de Ciencias de la Comunicación UNC, Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), Universidad Provincial de Córdoba (UPC), el Fondo Mujeres del Sur y Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura de la Nación, entre otros organismos, instituciones y organizaciones.

La Casita Trans está ubicada en Andalucía 2092, Barrio Colón, hacia el este de la ciudad de Córdoba. Se trata de una Asociación Civil que desde 2017 acompaña a niñeces y juventudes trans y no binaries en sus procesos de construcción y expresión identitaria, abrazándoles junto a sus familias, en sus transiciones y ámbitos donde se desarrollan (crianzas, educación, sistema sanitario, arte y cultura, deportes, entre otras).

Uno de los motores de La Casita es Santiago Merlo, fundador de la misma y presidente de la asociación civil, comunicador, docente, educador sanitario, dirigente y presidente de la asociación civil. Por su edad (48) se considera “sobreviviente” de la población travesti-trans y estos años de experiencias de vida están íntimamente vinculados con este espacio conformado por 50 familias y con la actividad que se realizará en el Museo. “Para llegar a lo que hoy es este grupo que somos hoy, entre Córdoba capital e interior, sin dudas hubo todo un recorrido personal en la búsqueda y en la construcción identitaria propia” contó a Enfant.

Santiago nació en Traslasierra y se vino a Córdoba en los 90's, cuando todavía no existía una Ley de Identidad de Género (LIG), cuando “todo aquello que estaba asociado a correrse de lo esperado, de lo heternormativo, de lo binario, de lo disidente, evidentemente patologizado, todo lo que nos proponian eran caminos que empezaban con el psicólogo, para sanar, para curar, pero no para acompañar, como hoy lo establece la ley” expresa.

Los transcursos singurales y personales por la infancia, adolescencia y hoy adultez, aunque hoy esté cambiando, muchas veces están alejados de la familia para la población travesti-trans, lo cual impacta en el vínculo con no sólo con una institución como ésta, sino con el resto de la sociedad.

“Claramente hay una diferencia de estar en capital y estar en la ruralidad, en el interior, por eso la mayoría de nosotres parte para otros lados. Dejar a la familia, podar el árbol genealógico con mucho dolor, abandonar amigues, relaciones, vínculos, para buscar esa información y encontrarte con otros que te dicen 'yo estoy viviendo lo mismo', porque la identidad se va construyendo de manera colectiva, con otras personas”.

En ese encontrarse, Santiago destaca su encuentro con el cordobés y militante intersex Mauro Cabral, reconocido a nivel internacional por su lucha por los derechos de las personas intersex y trans, impulsor de convenciones, teorías y distintos contenidos tomados por países para fundamenter sus leyes. En este sentido, Merlo también remarca que la LIG fue un antes y un después, ya que antes el camino era solitario y con una marcada ausencia del Estado: “Cuando se sanciona la LIG estaba viviendo en Neuquén y ahí dije ahora sí vuelvo a casa, después de 25 años. Cuando vuelvo a Córdoba en el 2013 comienza un camino que era de encontrarse con otros y a la vez también de ver que nuevas necesidades aparecían. En el transitar fue un camino muy solitario, hasta con el APROSS para que reconocieran las necesidades de salud a nivel general que solcitaba, poder hacer el tratamiento hormonal, las cirugías”.

Ese proceso de soledad que luego se colectivizó, hoy en día, de alguna manera se sintiza en La Casita y una red federal de paternidades trans que han sido padres como Santiago, padre de una niña de 11 por sistema de adopción y de un niño de 1 año por tratamiento de fertilización. A su vez, lo trasladó en el camino de la docencia donde “comienzo mi transición de manera abierta” cuenta.

“Yo estaba trabajando en un IPEM de Argüello. En una reunión con la directora y mis compañeros les digo que mi nombre era Santiago, que mi nombre no era el del DNI, y les comentaba que ahora iba a haber cambios que comenzaban con lo registral, pero seguiría con lo físico y que no esperaba en ese momento más que respeto, que pudieran identificar cuáles eran mis necesidades” relató el docente.

“Poner el cuerpo como un territorio pedagógico para verlo como una oportunidad, siempre estoy pensando que alguien más nos ve, alguien más necesita esa información. Decidí exponer mi situación en el contexto de las escuelas, elegí esa trinchera de la educación como el lugar de romper, de hacer preguntas, incomodar, interpelar pero no desde lo personal, sino desde ese lugar de otras experiencias”.

Este combo de experiencias y disputas personales que son colectivas ahora se traslada al evento de esta tarde, por lo que también hay mucha emoción puesta. En este sentido, el material parte de cómo se explica a una maestra de nivel inicial cómo nombrar o cómo llamar a las identidades trans: “presentamos propuestas pedagógicas para que las puedan trabajar en el aula. Propuestas, que no han sido capricho, sino, analizadas por profesionales que nos acompañan y están en el marco de la Ley ESI, que fue la primera ley que nombró nuestra singularidad al hablar desde la perspectiva de género” explicó Merlo.

“Cuando llegás al mundo te ponen un nombre, te ponen expectativas, y es difícil cambiar esos procesos que también atraviesan las familias. Hacés un trabajo enorme y te encontrás con escuelas que no son amigables, o no nombran, o sutilmente expulsan, y es lo que no queremos que pase más”.

Por otro lado, Merlo aclaró que el material no es definitivo y el objetivo es que las personas se hagan preguntas, se cuestionen y vayan mejorando y que “en definitiva respete y preserve los derechos de las infancias y adolescencias trans. También es abrir la abrir la escuela para acompañar a otras niñeces garantizando su derecho a la educación y permanencia en el sistema educativo.”.

-Con respecto a la distribución del material, ¿cómo se piensa?

-En principio hoy es presentar los materiales, salir con una preventa y comenzar la distribución. Tenemos mucha expectativa, no sabemos qué va a pasar, pero bueno al menos ésta previa viene siendo muy intersante y estamos recibiendo comentarios buenos que nos llenan de ilusión. Hoy también habrá niñes, adolescentes, que nos van a acompañar y es sobretodo una demostración de amor y apoyo a ellos.

Redes sociales: La Casita Trans
Contacto para solicitar los materiales: 351-850-3238 (Santiago Merlo)