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Nunca más una revolución sin nosotrxs: las demandas de los Pueblos Originarios y el colectivo LGTBIQ en Colombia
Ayer los Comités del Paro se sumaron a la Marcha del Millón de Voces y conquistaron un nuevo triunfo político en Colombia con el retiro del proyecto de reforma del sistema de salud. Sin embargo, Iván Duque rechaza sentarse a escuchar los reclamos sociales y apuesta a desplegar más violencia y represión. En ese contexto, las demandas de movimientos indígenas y feministas LGTTTBIQ luchan por su lugar en la nueva sociedad que están por construir
Las imágenes de Colombia que hace tres semanas se convirtieron en el centro de atención del mundo, recuerdan a ese Chile de 2019 que despertó para decir "basta". El freno que los pueblos pisan, hartos del modelo neoliberal que pesa sobre sus hombros. Hace tres semanas que Colombia sostiene esa tarea: manifestaciones, protestas y huelgas para enfrentar las políticas del gobierno Iván Duque.
Entre graves represiones por parte del Estado, se levantan diversas y múltiples luchas de las cuales las del feminismo y el colectivo LGTTTBIQ+, y de los movimientos indígenas cobran protagonismo singular. Lo que comenzó como un paro general convocado por los sindicatos y trabajadorxs organizadxs, terminó por ser un reclamo social generalizado. La lucha por una vida digna parece haberse convertido en un eco compartido por gran parte de lxs colombianxs.
Foto: La república
POR COLOMBIA VIAJA LA MINGA
La presencia de las comunidades indígenas cobró gran relevancia y presentan un desafío para la futura salida del conflicto. Hace días, la llegada a Cali de la caravana que realiza una coalición de varios pueblos indígenas- la Minga- fue atacada violentamente por parte de miembros de grupos paramilitares. El escenario de este acontecimiento fue Cañasgordas, uno de los barrios más ricos de la ciudad de Cali.
Apoyándose en la construcción que hacen de la Minga los medios masivos de comunicación, la situación de violencia hacia la caravana se repite. Se les presenta como grupos armados y violentos, al tiempo que se los desprecia por su procedencia indígena. Sin embargo, la caravana no para y el compromiso de participar de las manifestaciones y los paros sigue en pie. Hay que tener en cuenta que las políticas de los distintos gobiernos que presidieron Colombia fueron sumamente hostiles con estas comunidades. Según la ONG Indepaz, desde 2016 con el acuerdo de paz hasta la actualidad, fueron asesinados por lo menos 300 líderes indígenas. Este último dato cobra relevancia para entender que la apuesta por otra Colombia deberá tener en cuenta a las comunidades indígenas.
"No abandonaremos la resistencia. La huelga no es solo en Cali, se da en todo el país. Y los indígenas estamos haciendo la mejor contribución en nuestros territorios."
Por su parte, Katherine Duque investigadora del Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana de Cali, expresó en La Silla Vacía: “la Minga fue a Cali como un acto de solidaridad por las violaciones de derechos humanos. Puso a disposición su guardia indígena para evitar la violencia en las noches. No llegaron para hablar de tierras ni con un pliego”.
Algo de la participación de los pueblos indígenas nos comentó la comunicadora social Ginna Piragauta en una entrevista exclusiva para Enfant Terrible. La presencia de la Guardia Indígena en las movilizaciones sociales y su acercamiento a otros movimientos sociales juegan un papel central para el momento colombiano. En diversas ocasiones se posicionaron entre manifestantes y las fuerzas de emergencia.
FEMINISMO COMO PARTE DE LA REVUELTA
La causa feminista aparece en cada levantamiento social que sucede en el mundo. El caso de Colombia no es la excepción y rápidamente aparecieron sus demandas y acciones en el conflicto actual. Llegan imágenes de personas del colectivo LGTTTBIQ* participando de las manifestaciones, al ritmo del Vogue o teñidas de los característicos colores del arcoiris, para visibilizar sus causas. Como en el caso anterior, la lucha por una nueva Colombia tendrá que considerar el camino hacia la igualdad con el colectivo.
“Las personas LGBTI se han volcado a las calles, desde su sentir y sus manifestaciones artísticas. Las personas queer, las personas drag queens, las personas no binarias, pero en realidad como un sentir como ciudadanos y ciudadanas, más que como personas LGBTI”, expresó la referenta trans Sara Quintero en una nota para Página 12. De este modo, se pliegan a los reclamos colectivos por una sociedad más justa. En ese sentido, Ginna Piragauta también comentaba la apuesta a cierto cambio cultural que está habilitando el proceso de resistencia social.
Foto: Luis Carlos Ayala.
Por otro lado, también las mujeres están organizadas para hacerle frente al momento. Hace semanas, se armó el grupo "Mamás primera línea", conformado por un grupo de madres jefas de hogar, que sostienen sus familias y la mayoría se encuentran en situación de desempleo. Su participación en primera línea es su manera de apostar al cuidado de los manifestantes. Exigen condiciones mínimas de vida: derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación, a la salud y a una renta básica universal.
Foto: Camilo Rozo.
La Colombia que hoy vemos, parecida a ese Chile que resultó victorioso luego de una larga lucha, parece ser una esperanza sudamericana que también se posicione en contra del hambre y la precarización de la vida. Calentando motores para el mundo que viene post-pandemia, esta experiencia seguramente será más que contada en los diarios, y quedará en la memoria de los pueblos y comunidades que luchan.
¿Hasta dónde las élites revolucionarias estuvieron dispuestas, exigidas por las circunstancias, a modificar las jerarquías sociales y plasmar un igualitarismo difundido a partir de la retórica revolucionaria?
¿Qué se discute cuando se habla de una EPEC como posible Sociedad Anónima? ¿En dónde se pone el foco del tema energético frente a la actual coyuntura? ¿Qué nos dicen la historia y la experiencia de otras SA?