De centro de tortura a espacio social comunitario: La memoria viva de Luciano Arruga

El próximo 31 de enero se cumplen 14 años de la desaparición de Luciano Arruga. El ex destacamento policial donde el joven de 16 años fue detenido, torturado y desaparecido por la policía bonaerense en 2009, es hoy un espacio para la memoria. Impulsadxs por la lucha, convicciones y mucho amor, lxs Familiares y Amigxs de Luciano Arruga lograron transformar ese lugar de muerte en una trinchera de contención y resistencia para que la memoria de Luciano se multiplique.

Por Agustina Salinas para Enfant Terrible

Foto: Agustina Salinas

Es enero de 2023, el sol pega directo y el asfalto está caliente en la calle Indart de Lomas del Mirador. Es la hora de la siesta y por el silencio y las persianas bajas pareciera que los vecinos duermen, aunque más bien están adormecidos. Excepto por la casa más colorida de la cuadra, donde Familiares y Amigxs de Luciano Arruga entran con cajas, maderas, pallets, alambres, tachos de pintura y todo lo que sirva para armar los patrulleros, muñecos de policías, políticos y otros objetos de cartón que simbolizan la opresión. El próximo domingo los prenderán fuego en la actividad que realizarán por Luciano, cuyo lema este año es ¡que arda!

En 2007 se inauguró el destacamento policial dependiente de la ex Comisaria 8va de La Matanza, también conocido como el Centro Clandestino de Detención Sheraton durante la dictadura militar. Este es un barrio de clase media, con casas bajas, autos nuevos y vecinos indiferentes. Hace 16 años se conformó la agrupación Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador (VALOMI) para pedir más seguridad en el barrio. Con la presencia de Fernando Espinoza, el intendente de La Matanza también en esa época, quedó formalmente inaugurado el destacamento policial sobre la calle Indart 106. Lo que para VALOMI fue una celebración, para lxs pibxs pobres de los barrios 12 de Octubre y Santos Vega se convirtió en torturas, detenciones, hostigamiento y reclutamiento que tuvo como desenlace la desaparición de Luciano Arruga.

En la reja de la cocina de esta casa los pibes eran esposados, detenidos y sistemáticamente torturados. La primera detención a Luciano fue en septiembre de 2008. Su mamá, Mónica Alegre y su hermana Vanesa Orieta, fueron sometidas a ser testigos de cómo Luciano era torturado por los policías. A partir de ese día Luciano no fue el mismo, dice Mónica, y dice también que le cuesta permanecer en el espacio sin recordar aquel momento. Por esos hechos está preso desde 2015 Diego Torales, el único policía llevado a juicio y condenado por torturas. Por la desaparición de Luciano el 31 de enero de 2009, los demás policías implicados Néstor Guillermo Díaz, Ariel Alfredo Herrera, Sergio Omar Fecter, Daniel Alberto Vázquez, Damián Marcelo Sotelo, Hernán Gabriel Zeliz, Martín José Monte y Emiliano José Márquez fueron pasados a disponibilidad, pero luego de un año los reincorporaron a la fuerza policial en otros municipios. 

En paralelo a la búsqueda y exigencia de aparición con vida de Luciano, la demanda de FyA fue el cierre del destacamento policial que finalmente se concretó luego de casi 4 años, resultado de llevar adelante una lucha adversa y cotidiana, enfrentándose no solamente a la policía, sino también a VALOMI y toda la burocracia estatal. FyA montaron un acampe en la puerta del lugar con radio abierta para informar con su propia voz lo que estaba sucediendo. Desde 2012 transmitieron todos los sábados, durante casi 2 años, el programa “Desde Afuera”, y fueron gestando Radio Zona Libre, la herramienta comunicacional de lxs integrantes del colectivo. 

Foto: Agustina Salinas

En 2013 Familiares y Amigxs de Luciano Arruga junto a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza concretaron la expropiación del lugar. Comentan que la primera impresión que les dio cuando entraron al ex destacamento fue que estaban en un cementerio.

“Era horrible, generaba rechazo y bronca porque en este lugar no solamente se detuvo a Luciano, detuvieron arbitrariamente a muchas personas. No pudimos hacer todo lo que nos hubiera gustado”. En toda la casa había pruebas de lo que FyA venían denunciando desde el principio: que en ese lugar se torturaba. Las manchas de sangre en las paredes y una construcción nueva en el patio trasero que no figuraba en los planos originales daban cuenta de eso. Luego de acampar 68 días en el patio delantero del ex-destacamento,  FyA lograron la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que realizó peritajes y excavaciones para poder llegar a la verdad y esclarecimiento cuando todavía la pregunta era ¿dónde está Luciano?

“La expropiación fue hacia adentro y hacia afuera. Los vecinos no empatizaban con nosotros, no veían ni querían ver la contradicción entre su pedido de más seguridad y la repercusión en nuestros barrios” comenta un integrante de FyA.

“Apropiarse de este espacio no fue solamente venir y tener coraje para entrar sino también afrontar la transformación de este lugar. Lo más lindo fue cambiarle la cara al lugar, agregarle colores, murales, darle vida, apropiarlo y hacerlo nuestro. Sentirlo nuestro. Meternos nosotres y sacar a los fantasmas. En este lugar la policía le pegaba a los pibes y hoy las compañeras que lo integran hacen remeras con consignas contra la represión policial.”
Foto: Agustina Salinas

Este lugar que representó la muerte hoy es un centro cultural y social por la memoria. En el espacio funcionan talleres, formación, guarderías para cuidado de niñeces, mujeres y diversidades y en octubre de 2022 pudieron inaugurar el estudio de Radio Zona Libre en la ex oficina del Policía torturador Diego Torales. El objetivo de FyA fue siempre que este lugar sea apropiado por los pibes y pibas del barrio para habitarlo y transformarlo.

Estamos en el hall del ex destacamento. En el lugar cuelgan banderas en las que se lee 9 años de impunidad -Lo desapareció la policía, lo encontramos luchando; 1976-2009 la misma policía, la misma impunidad. No hay rincón en el espacio Luciano Arruga que no lo recuerde a él y a tantas otras víctimas de represión estatal. Todos los gobiernos torturan, matan y desaparecen escribieron en un pizarrón y lo confirman las más de 8000 víctimas de la represión estatal en democracia. 

La lucha de Familiares y Amigxs

Natacha es integrante de FyA y hace 12 años que acompaña a la familia. Dice que en todo este tiempo Luciano le dio muchísimo. Desde el día que conoció a Mónica y a Vane siente que todo lo que ella pueda hacer no va a ser suficiente para consolar tanto dolor. “Desde que conocí a la familia lo que yo doy es menos de lo que pude absorber como ser humano con todo lo que conocí en la lucha por la justicia y por la memoria por Luciano. Conocí a personas que hoy en día son mis hermanes, mi familia, mis amigues más cercanos. Conocí la experiencia de organizarme colectivamente, independientemente, de manera horizontal. En estos 12 años el corazón y la cabeza me crecieron mucho. Y eso está relacionado directamente con Luciano y su familia." 

Sebastián es el hermano del medio de la familia Arruga. “En 2009 yo tenía 13 años, hoy tengo 27 y es la misma edad que tenía mi hermana cuando desapareció Luciano y me pongo a pensar en ella. También pienso en todo lo que Luciano hizo por mí y es algo que nunca voy a poder hacer por él. Un día empecé a llenarme de ideas y aprender cosas. A veces no sabemos cómo ver el lado lindo de las cosas, pero si esto no hubiese pasado, yo no hubiera aprendido nada. Si yo dejara toda esta lucha ¿podría dormir tranquilo? Parte de lo que dejó Luciano es eso: tener una vida como antes es imposible. Ya no se puede mirar para un costado, ya no se pueden negar algunas problemáticas.

Foto: Agustina Salinas

Ya no me puedo dormir sin pensar que hay un policía pegándole a un pibe, o que hay personas cagándose de hambre. Estas cosas muchas veces me hacen pensar en lo lindo de esta lucha, no quiero dejar de remarcar que conocí la empatía gracias a Luciano. Él me dio la posibilidad de conocer gente, conocer otras experiencias de lucha y ampliar mi mirada y saber que no son problemáticas aisladas. Que los mecanismos de la represión estatal no son favorables para los pibes.

"Tengo claro que Luciano se fue, que no va a volver pero yo creo que se multiplicó. Hoy no tengo a mi hermano físicamente pero tengo muchos Lucianos por todos lados. Trascendió para enseñarnos que hay que hacerse carne de la lucha para que esta problemática deje de pasar”

Priscila era adolescente y vivía en el barrio Santos Vega cuando escuchó hablar a sus primos sobre Luciano Arruga. Cuenta que siempre se enteraba de casos de represión estatal, pero acercarse a Familiares y Amigxs fue como sacarse una venda de los ojos. “Conocí un montón de casos y a muchos familiares que sufren todos los días pero que yo ignoraba totalmente. Cuando llegué al espacio todos me recibieron re bien, abriéndome los brazos y acompañándome. Soy nueva en esto pero pretendo estar con la causa de Luciano durante muchos años. Mi deseo es que la gente abra los ojos como los abrí yo.”

Hace 5 años que es parte del Espacio y de la construcción de la cooperativa de Mujeres y Diversidades. “Somos un grupo de mujeres de Santos Vega y 12 de octubre. Algunas son madres solteras con vidas difíciles, otras tomaron la decisión de terminar sus estudios primarios y secundarios. La idea de generar una cooperativa es aprender el oficio textil, gráfico y estampado en sublimación. El objetivo es compartir y enfocarnos en charlar, tomar mates, hablar de nuestras vivencias cotidianas como forma de desahogo y poder ser compañeras y amigas, no solamente venir a trabajar. Estamos aprendiendo, divirtiéndonos, saliendo. Vienen las mamás con sus chicos porque en el fondo hay un espacio para jugar, para divertirse, pintar y que la pasen bien mientras nosotras charlamos y trabajamos.”

Foto: Agustina Salinas

¿Cómo recordar a Luciano?

En este recorrido de denuncia del crimen de crímenes, como Norita Cortiñas cataloga a las desapariciones forzadas, la ambivalencia es constante. Empezando por el sufrimiento de la desaparición de su hermano en manos de la policía el 31 de enero de 2009, hasta la impotencia de saber 5 años y 8 meses después, que Luciano había sido enterrado como NN en el cementerio de Chacarita, Sebastián intenta contraponer la alegría al dolor y elige quedarse con lo lindo que aprendió en todos estos años. “Nuestra fuerza es lo colectivo, las lágrimas que nos brotan son también por la alegría de encontrarnos acá.

Foto: Agustina Salinas

No me quiero quedar solo con lo malo. Estos 14 años fueron de lucha y aprendizaje, no solo político sino también humano, como hermano. A la memoria hay que hacerla dinámica para comprender que las problemáticas represivas se repiten todo el tiempo. Recordar que lo que le pasó a Luciano no puede pasar a más a nadie. Apelar a la memoria, acordarnos que no desapareció solo. Acá hubo un mecanismo, hay leyes, hay un poder judicial y estatal hecho para que esto pase. Hay que cambiar esto y me pregunto ¿Cómo generar esa utopía? Convirtiendo el dolor en alegría”. Defender la alegría como una trinchera, decía la canción. Y esta trinchera se llama Espacio Cultural y Social Luciano Arruga. 

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

Te puede interesar

El aguante

Bancá el periodismo de base, cooperativo y autogestivo

Para hacer lo que hacemos, necesitamos gente como vos.
Asociate
Cooperativa de Trabajo Enfant Terrible Limitada.
Urquiza 1740 7A, Córdoba.