El 19 de abril se celebra el Día del Aborigen Americano conmemorando el Primer Congreso Indigenista Interamericano realizado en 1940. Ochenta años después compartimos notas identitarias y reflexiones de vida en la coyuntura actual, a partir de la producción literaria de tres poetas mapuche.
Conversatorio de Poetas Mapuches en el Instituto de Culturas Aborígenes (año 2019)
Rememorando el Día del Aborigen Americano, reflexionamos sobre sentires y pensares de diversas comunidades indígenas, que la tierra es vida, que nos remite a las familias, a las historias y a la identidad que se acobija y crece en el territorio, a la importancia de la integridad total de las otras formas de vidas también están presentes allí. Es el territorio, como el camino hacia los conocimientos ancestrales, el que nos sumerge en el tiempo espiralado de las enseñanzas comunitarias y hoy nos encuentra en nuestras viviendas, adaptándonos a un aislamiento social preventivo que limita los acercamientos y las manifestaciones afectivas acostumbradas. En este contexto añoramos las rondas de mates, los encuentro de lecturas poéticas, las conversaciones alrededor del fuego, allí donde (como nos dice Huinao) aprendemos “la ruta que siguen las estrellas”, “los cantos de las montañas”, a comunicarnos con los pájaros y a “entender el mensaje del viento”.
El empobrecimiento de los pueblos preexistentes a las naciones modernas no fue casual, sino parte del despojo territorial que obligó a las comunidades originarias del Abya Yala a migrar a los grandes conglomerados urbanos con sus trabajos informales, mal remunerados, “en la mierdopolis por culpa del buitre cantos” (como diría David Aniñir). Estas condiciones posibilitaron la discriminación y explotación en manos de oligarquías terratenientes y transnacionales que expropiaron territorios y habilitaron el libre acceso de las fuerzas militarizadas de las mismas naciones modernas en resguardo de sus intereses económicos y políticos. En el largo proceso de desterritorialización se naturalizaron las opresiones y estigmatizaciones, que muchas veces truncaron las posibilidades de continuar con prácticas identitarias, como podría haber sido hablar mapuzugun en las escuelas o el acceso a otro sistema de salud diferente al modelo hegemónico. Graciela Huinao, Liliana Ancalao y Daniela Catrileo, pu lamgen pertenecientes a diversas comunidades mapuche del Wallmapu, nos invitan a pensar nuestro devenir histórico como sociedad, sus poéticas nos conmueven, sus palabras se solapan a nuestras memorias, para no olvidar la violencia que han vivido abuelas y abuelos mapuche, nos recuerdan la importancia de las identidades territoriales y los conocimientos ancestrales.
La poesía, como herramienta de lucha, nos permite pensar los vaivenes de la historia, y potencia nuestras reflexiones sobre los orígenes, se torna cuestionamiento que afirma elección identitaria política y cósmica, y al mismo tiempo se vuelve venganza que libera las voces de nuestrxs ancentrxs que injustamente “fueron arrojados al paisaje del abandono” y la explotación. La recuperación del territorio, como la recuperación de las lenguas, como la recuperación de la autodeterminación política y cognitiva, implica las remembranzas del pasado signadas por las heridas coloniales que han quedado en las memorias familiares, de procesos de destierro capitalistas, de “ríos cortados” por el winka, de conocimientos desmerecidos y deslegitimados por la cultura hegemónica racista, patriarcal y heteronormativa.
Los Estados Nacionales Modernos cristalizaron la matriz colonial de poder al jerarquizar y canonizar determinados contenidos y saberes académicos investidos de cientificidad, mientras que la escritura de los pueblos originarios se integró subsumida como mitos y leyendas. Por lo mismo no es extraño que no hayan incluido los conocimientos ancestrales, presentados en todo caso como folklorizados y no desde sus sentidos políticos, desde la potencia artística creativa comunitaria. Este es el sentido que queremos recuperar al poner en circulación estas escrituras, que señalan la importancia de relacionarse espiritualmente con los territorios, del kvme felen, del diálogo intergeneracional que posibilita la continuidad del kimvn. A pesar de las emigraciones forzadas y de contextos desfavorables, estos escritos nos señalan que entre los vértigos del “alumbrado público” y “los barrios planes de vivienda”, la identidad mapuche se valora y late con newen.
LOS CANTOS DE JOSÉ LOI por Graciela Huinao
Vuelven en primavera donde el campo generoso honra con los árboles el paso inmortal de mis abuelos. Los cantos de mi padre cuando borracho de sueños en el país de mi infancia me enseñaba la ruta que siguen las estrellas. A veces lágrimas traían las noches de invierno al enseñarme a descifrar los cantos de la montaña a comunicarme con los pájaros en su idioma infinito y a entender el mensaje del viento en remolino sobre el río. Ahora acuñado sus cantos a mi vestido digo: La primera escuela de mi raza es el fogón en medio de la ruka donde arde la historia de mi pueblo.
JOSÉ LOI ÑI PU ÜLKANTUN por Graciela Huinao
Wiñokeingün puwu meu cheu chi kümeke lelfun yamün pu aliwen engün ñi pu laku ñi ngeno af trekan. Ni chau ñi pu ülkantun ngollilen reke chi umau meu ñio pichikayem chi mapu meu kimelkefeneu chi rüpü imaniekelu chi pu wangülen. Kiñeke meu pu külle küpalkefuy punke pukem kimel-seteu chumngen chi pu mawida ñi ülkantum kimuuam üñüm iñchuu dipufangenochi dungun meu ka kiman chem pi chi kürüf meulenkiaulu wente leufü. Feula trapümtukun ñi ülkantun engün ñi tukuluwün meu pin: Ñi mollfün meu ñi wüne chillkatuwemgei ñi kütraltuwe rangiñelwe ruka meu cheu ñi üikülekemum ñi pu che ñi nülram.
Este poema lo podés encontrar en el libro Kallfv mapu = Tierra azul : poesía mapuche contemporánea (2008) compilado por Néstor Barron. Ediciones Continente, Bueno Aires, Argentina.
LA VIDA Y LA MUERTE SE HERMANAN por Graciela Huinao
Al mirar atrás puedo ver el camino y las huellas que voy dejando. A su orilla árboles milenarios se alzan con algún cruce de amargas plantas. Pero es equilibrada su sombra desde la huerta de mi casa. Alli aprendí a preparar la tierra la cantidad de semilla en cada melga para no tener dificultad en aporcar. Es tu vida -me dijo una vez mi padre colocándome un puñado de tierra en la mano. La vi tan negra, la sentí tan áspera. Mi pequeña palma tembló. Sin miedo-me dijo para que no te pesen los años. La mano de mi padre envolvió la mía y los pequeños habitantes dejaron de moverse dentro de mi palma. El miedo me atravesó con punta de lanza. Un segundo basto y sobraron todas las palabras. Para mostrarme el terror a la muerte que todos llevamos. De enseñanza simple era mi padre con su naturaleza sabia. Al hermanar la vida y la muerte en el centro de mi mano y no temer cuando emprenda el camino hacia la tierra de mis antepasados. Abrimos nuestros dedos y de un soplo retornó la vida el pequeño universo de mi palma.
Este poema lo podés encontrar en el libro Kallfv mapu = Tierra azul : poesía mapuche contemporánea (2008) compilado por Néstor Barron. Ediciones Continente, Bueno Aires, Argentina.
Graciela Huinao Nació en 1959 en Chaurakawin, actual provincia de Osorno, Chile. Escritora de formación autodidacta. En 1987 publicó su primer poema: “La Loika”. Ha publicado Walinto (Ediciones La Garza Morena, Santiago, 2001) y el volumen de relatos autobiográficos La nieta del brujo, seis relatos wiliche (Julio Araya Editor, 2003), Hilando en la memoria. 7 mujeres poetas mapuches (2006, coedición). Su primera novela, Desde el fogón de una casa de putas williche, fue publicada en 2010 por CONAD. Su obra fue incluida en la antología Ül: Four mapuche poets (Estados Unidos, 1998), Epu mari ülantufe ta fachantü / 20 poetas mapuches contemporáneos (2003), La memoria iluminada: poesía mapuche contemporánea (2007), Kallfv mapu = Tierra azul : poesía mapuche contemporánea (2008), y Reuëmn : poesía de mujeres mapuche, selk’nam y yámana (2017). Su poesía ha sido publicada en Francia, Polonia, Argentina, México, España, EE.UU. Ha sido invitada a Argentina, Brasil, Paraguay, Perú, Ecuador, México, EE. UU. y China.
ESTA VOZ por Liliana Ancalao
ella respira en la membrana de un tambor remojado en la garganta desde la piel de cueros costurados hasta la aguada de los teros lejos
a veces cuando pienso las alturas soy un cóndor que se arroja contra el frío arrancándose las alas en el filo de los pinos
y los volcanes se hacen llamas en los dedos y me truenan los potros torturados en las venas
y esta voz que es ceniza en los labios pretende ser cascada en el desierto
desde la sangre caer mi llanto gritar hasta el abismo del silencio
FACHI ZÜNGUN por Liliana Ancalao
kizú ta neyümekey kiñe makáwa ñi püllüftrülke mew pélmu ta ürémkülelu ngatí tichi ñüzüftrülke ñi trülképüle tuwlú fey trongküpulu pu keltéwe ñi kümkápüle llengá itró alümapu
kiñéke mew rakízuamtufiüm ta wenúmapu kiñe mañkéngeketun ütrüftükuwlu trafyé wütré mu wirüfnenturpulu ñi müpü pu pewén ñi yungúm mew
pu zeyíñ kay kewlúnuwi changüllkuwü mew fey tralkánelelenew pu awükaye awká pilkómollfüñ mew
ka fachi züngún mellfümu müléchi trufkén llengatí küpá traytráykowtuy lipüng mu
Este poema forma parte del libro Antología de poesía indígena latinoamericana: Los Cantos Ocultos (2008) compilado por Jaime Huenún Villa. LOM Ediciones, Santiago, Chile.
LAS MUJERES Y EL FRÍO por Liliana Ancalao
yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo estaba oscuro el rambler clasic de mi viejo no arrancaba había que irse caminando hasta la escuela cruzábamos el tiempo los colmillos atravesándonos la poca carne yo era unas rodillas que dolían decíamos qué frío para mirar el vapor de las palabras y estar acompañados
las mamás todas han pasado frío mi mamá fue una niña que en cushamen andaba en alpargatas por la nieve campeando chivas yo nací con la memoria de sus pies entumecidos y un mal concepto de las chivas esas tontas que se van y se pierden y encima hay que salir a buscarlas a la nada
mi mamá nos abrigaba ella es como un adentro hay que abrigar a los hijos el pecho la espalda los pies y las orejas dicen así y les crecen las ramas y las hojas y defienden a los chicos del invierno y a veces sale el sol y ellas tapando porque los brazos se les van en vicio y hay que sacarles despacio con palabras esos gajos
pero el frío no siempre lo sé porque esa noche en aldea epulef dormíamos apenas alrededor de nuestro corazón al descampado. eufemia descansaba el purrún del camaruco y la noche confundió su pelo corto con el pasto
era la madrugada y eufemia despertó con la helada en el pelo y el frío esa vez tenía boca y se reía con nosotras se está poniendo viejo el frío nos decían
las mujeres aprendemos tarde que hay un tiempo en la vida en que hasta sin intención vamos dejando una huella de incendio por el barrio ni sé por qué la perdemos y esa tarde yo precisaba medias de lana cruda para cruzar las calles
en las ciudades el frío nos raspa las escamas punza en la nuca se vuelve más prolijo en eso andaba y a la noche había un hombre en mi cama o era un niño o un muchacho
yo no quería respirar muy fuerte
tiene las manos abrigadas este hombre entonces por qué me fui para ver si salía a buscarme o me dejaba a que los esqueletos de pájaros se incrusten en mi cara
como el eco del silencio seré si no me encuentra por hacerme la linda encima me da abismo este frío sangre azul
A este poema lo podés encontrar en la antología Lenguaje : poesía en idiomas indígenas americanos (2015) publicada por el IV Festival Internacional de Poesía Córdoba. Córdoba, Argentina.
CUANDO ME MUERA por Liliana Ancalao
«Disparen nomás, estoy acostumbrado a morir» (de un relato oral)
cuando me muera deberé cruzar el río qué perro hará de guía si no tengo un perro flaco que olerá mi cobardía irá a mi lado
y estará la vieja en la balsa le entregaré dos llankas para que me cruce las piedras arrancadas de cuajo de mi garganta de mi estómago crecidas en los dolores en los gritos que no pude gritar cuando se agrandaban mis ojos y hacía que vivía
entregaré esas piedras y no habrá más
seguro lágrimas porque no pude encontrarle el secreto a esta vida porque me fui detrás de los fantasmas buscando tramas y arañas y cántaros y hojas
¿reconocerá la vieja su valor?
subiremos con mi perro La balsa se deslizará en la tarde hacia el oeste
arribaremos y tiene que estar allí mi hermana menor tiene que estar no puede ser la muerte una nada para un pájaro para quien ha pintado con pinceles el fuego
ella tendrá cicatrices visibles en los ojos sus ojos más certeros aún hurgarán en mí hasta sacarme las espinas me dibujará el rostro con sus dedos una huella de choique arderá el fuego sobre piedras azules comeremos corazones palpitantes y mi hermana pintará un kultrun en el aire con la sangre
después no sabré si soy un caballo o un resuello si es el viento una trutuka
y saldremos galopando a desparramar las estrellas del río y en el movimiento circular sabré de una vez qué es ser un guerrero que corre libre hacia la muerte qué visiones lo ardían
regresaremos al mallín y habrá la gente alrededor del fuego las ollas tiznadas y la luna y cada hoja de los álamos brillando
entonces me recordaré de ellos tan lejos y moriré de nuevo
de los barrios planes de vivienda creciendo en vértigo en la ciudad con horizonte las bolsas de nylon y las estrellas allí entre los cables del alumbrado público.
A este poema lo podés encontrar en el libro Reuëmn : poesía de mujeres mapuche, selk’nam y yámana (2017) compilado por Cristian Aliaga. Espacio Hudson, Comodoro Rivadavia.
Liliana Ancalao Nació en 1961 en Diadema Argentina, Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina. Su origen mapuche se remonta al tiempo en que sus bisabuelos cruzaban la cordillera y no se habían impuesto los límites estatales de Chile y Argentina. Sus ancestros maternos son los Meli, que ahora están en Cushamen; los Ancalao sus ancestros paternos, que ahora viven en Fitatimen. Es profesora en Letras y vicedirectora de una escuela. Coordinó un ciclo de Arte Popular en los barrios, así como recitales de música y poesía; y junto a los trovadores ha difundido su poesía desde la oralidad. Publicó Tejido con lana cruda (2001) e Iñchiu (2006, Campaña nacional de Lectura). Su obra ha sido incluida en las antologías Talleres de escritores: Lenguas indígenas de América (1997, Temuco, Chile), La memoria iluminada. Poesía Mapuche contemporánea (2007, Málaga, España), Antología de poesía indígena latinoamericana: Los Cantos Ocultos (2008, Santiago, Chile), Lenguaje : poesía en idiomas indígenas americanos (2015, Córdoba, Argentina) y Reuëmn : poesía de mujeres mapuche, selk’nam y yámana (2017, Chubut, Argentina).
NUNCA QUISO SER DIOS por Daniela Catrileo
Ni mito de flores en el desierto
Ayer prendieron velas que enredaron en la arpillera de su vestido
Le decían:
Guadalupe Candelaria Lourdes
Parecía jadear como luces de neón
en 10 de julio Huamachuco
Les dijo que no era la aparición que no quería no
que apenas era un reflejo de nuestra propia mirada
Una pájara champurria a la deriva
exiliada analfabeta errante b o r d e r l i n e
Quiero ser oro india morena
Una india que les haga olvidar mi historia y parte de la tuya
Pájara no quiere ser dios ni tener rostro de pájaro
Tiene ataques existenciales y le gustaría leer algo que no fuese un calendario
Quiere danzar esta noche de calacas sin banderas fumar cogollos en flor
entre mares cactus y desierto entre selva y humedad
Tenderse bajo cuerpos celestes de antiguos dioses y negar a sus antepasados
La llamé Ngünechen & Quetzalcoatl Negrita Ñaña Compa
Hablamos en lenguas de los días tristes y del hambre del hambre que sólo se puede hablar cuando tienes hambre
No quiere ser un ancestro Le digo que yo tampoco
Entonces nos despedimos escuchando canciones de este viejo wurlitzer que apaga el fulgor de la guerra en este último baile.
Este poema pertenece al libro Guerra Florida / Rayülechi malon (2018) Del aire editores, Chile.
RÍO HERIDO (fragmentos) por Daniela Catrileo
¿Cómo escribir un nombre que nació herido, antes de ser escrito antes del origen de la letra?
Me hice un tajo en el vientre y con el dedo índice re pa so
cesura
la herida es nuestra evidencia.
El río es voz que no calle.
¿Qué se abre en el lenguaje de las lenguas?
El secreto en la rotura de la lengua como quién se apuñala a sí mismo para salvarse.
Con ceniza de los últimos árboles escribo una palabra en tu frente antes que todo desaparezca mar adentro.
Estos poemas pertenecen al libro Río Herido (2016). Edicola Ediciones, Chile.
Daniela Catrileo Nació 1987 en San Bernardo, Santiago de Chile, Chile. Licenciada en educación y profesora de filosofía. Durante el 2011 fue becaria de la Fundación Pablo Neruda en La Chascona. Obtuvo la Beca de Creación Literaria (2012 y 2016) que otorga el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Ha participado en diversas antologías y encuentros literarios. Se dedica a la docencia de filosofía y a la realización de talleres de literatura. Es integrante del Colectivo Mapuche Feminista Rangiñtulewfü y el 2018 realizó la acción performática: “Mari pura warangka küla pataka mari meli: 18.314”, una serie de intervenciones con el número de la ley antiterrorista chilena traducida al mapudungun. Con su libro Guerra Florida. Rayülechi malon (Del Aire Editores) recibió el Premio Municipal de Literatura 2019 en la categoría poesía, otorgado por la Municipalidad de Santiago. Sus publicaciones son Niñas con palillos (Balmaceda Arte Joven ediciones, 2014) Libro colectivo ganador del premio Mustakis; Río Herido (Los libros del perro negro, 2013 y Edicola Ediciones, 2016); Invertebrada (Luma Foundation, Zurich, Suiza 2017); Guerra Florida/Rayülechi malon (Del aire editores, 2018); Piñen (Editorial Pez Espiral, 2020).
El 1-1 entre Belgrano y Talleres se disputó junto a 15 mil fanáticos en las tribunas. Crónica y voces de un encuentro que marcó un hito en la historia del fútbol provincial.
Junto al criminal de guerra Netanyahu, el dos veces presidente de EE.UU. aseguró: “A todas las personas con las que he hablado les encanta la idea de que Estados Unidos sea dueño de ese pedazo de tierra”.