Mercedes Sosa: Toda la piel de América en su piel

Mercedes Sosa es una de las figuras del foklore más importante de nuestra historia. La hija de un obrero azucarero y una lavandera de familias ricas, dejó su marca en el pueblo argentino y latinoamericano. Fue una de las fundadoras del Movimiento Nuevo Cancionero, fue comunista y se comprometió hasta ser obligada al exilio durante el terrorismo de Estado en 1976. En su trayectoria, forjó lazos con importantes artistas nacionales e internacionales como Charly García, Fito Paez, Gustavo Cerati, Milton Nascimento y Caetano Veloso, entre otrxs.

La negra Sosa, La Mecha, La Voz de la Tierra. Cantora del pueblo, que llevó a través de sus interpretaciones demandas comprometidas, toda su vida se vio atravesada por la lucha contra la pobreza, la exclusión y la hipocresía. Fundadora del Movimiento Nuevo Cancionero, exiliada durante el terrorismo de Estado en 1976, comunista, a favor de la despenalización del aborto. Sin dudas, hizo mucho más que su música. 

Mercedes Sosa nació en tierra norteña, lugar en el que abunda el hambre y la pobreza, y en aquellos tiempo más aún. Con el paso de los años se comprometería con la música, con la política, el arte, y se convertiría en uno de los iconos musicales más importantes del mundo. Hija de un obrero azucarero, trabajador de Ingenio Guzmán y de una madre lavandera de familias adineradas. Ambos peronistas. Tuvo tres hermanxs: Clara Rosa Sosa, Orlando Sosa y Fernando Sosa.

Durante su infancia, su mamá la llevaba junto a sus hermanxs al Parque 9 de julio para que no sintieran el olor a comida que llegaba de la casa de lxs vecinxs, porque, en sus palabras: “nos moríamos de hambre, realmente”. La pobreza la tocó muy de cerca, y es algo que ha quedado asentado en los múltiples relatos y entrevistas que narraron su vida, y su infancia. La falta de comida, la falta de plata, la cara de tristeza de su padre. Fue forjando, desde niña, su sensibilidad y compromiso que atravesó toda su obra. “Nos agarró un momento muy malo en el país, porque para los pobres siempre hubo momentos malos en este país”.

Su carrera musical comenzó cuando ella tenía 15 años y cantó el Himno Nacional en su escuela, para un acto. El mismo día, bajo el seudónimo de Gladys Osorio para evitar que sus padres se enteraran, fue con sus amigas a un concurso en LV12, el cual ganó. “Yo andaba por mis 15 años. Mi papá y mi mamá, que eran muy peronistas, aprovecharon un tren gratis a Buenos Aires para celebrar el 17 de Octubre. Yo quedé cuidada por mis hermanos, más suelta. En la escuela faltó la profesora de canto y la directora me dijo que íbamos a cantar el Himno Nacional y que yo tenía que ponerme adelante y cantar bien fuerte, para que todos me siguieran. Sentí vergüenza, pero canté: ahí debuté. Ese día también faltó la profesora de labores y con mis compañeras fuimos a LV12, donde había un concurso. Mis compañeras me empujaron para que cantara. Por temor a que se enterara mi papá me llamé Gladys Osorio. Canté Triste estoy, de Margarita Palacios.” contó en una entrevista a Rodolfo Braceli. Luego comenzó a cantar en actos del peronismo, en el circo de los Hermanos Medina y en la radio cantó boleros con el conjunto de Los Hermanos Herrera. 

En 1957 se trasladó a Mendoza con Oscar Matus, su primer esposo, y tuvieron a su hijo Fabian Matus. Fue en 1959 que Mercedes Sosagrabó su primer álbum, llamado “La voz de zafra”, pero pasó desapercibido. 

Mercedes Sosa fue fundadora de Nuevo Cancionero. Junto a Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus, Eduardo Aragón, Tito Francia, entre otrxs artistas. Este movimiento musical-literario tuvo proyección latinoamericana, y el interés estaba puesto en impulsar el desarrollo de un cancionero nacional, integrando géneros y apostando al equilibrio entre las regiones. Surgido en 1963 tiempos en los que se produjo el “boom del folklore”, levantó las barreras entre la dicotomía comercial tango-folklore. El contexto histórico, además, se daba en un país profundamente politizado y en el que el arte no quedó afuera. El Manifiesto se dio a conocer el 11 de febrero de 1963 en el Círculo de Periodistas de Mendoza.

“No nace por o como oposición a ninguna manifestación artística popular, sino como consecuencia del desarrollo estético y cultural del pueblo y es su intención defender y profundizar ese desarrollo. Intentará asimilar todas las formas modernas de expresión que ponderen y amplíen la música popular y es su propósito defender la plena libertad de expresión y de creación de los artistas argentinos. Aspira a renovar, en forma y contenido, nuestra música, para adecuarla al ser y el sentir del país de hoy.
El Nuevo Cancionero no desdeña las expresiones tradicionales o de fuente folclórica de la música popular nativa, por el contrario, se inspira en ellas y crea a partir de su contenido, pero no para hurtar del tesoro del pueblo, sino para devolver a ese patrimonio, el tributo creador de las nuevas generaciones.
El Nuevo Cancionero se propone buscar en la riqueza creadora de los autores e intérpretes argentinos, la integración de la música popular en la diversidad de las expresiones regionales del país.
Quiere aplicar la conciencia nacional del pueblo, mediante nuevas y mejores obras que lo expresen”, fueron algunas de las palabras que expresaron sus fundadores.

En 1965 publicó “Canciones con fundamento” y correría la misma suerte que el anterior. Sin embargo, ese mismo año, se consagró cuando cantó acompañando a Jorge Cafrune en el Festival de Cosquín.  Un par de años más tarde, en 1969, la grabación y difusión mundial de “Canción con Todos” de Tejeda Gómez e Isella, pasará a convertirse en un himno latinoamericano. 

A finales de los 60 y principios de los 70, la negra ya era conocida en gran parte del mundo. En 1971 en Chile de Allende, grabó uno de los álbumes más importantes en su trayectoria Homenaje a Violeta Parra. País al que juró no volver mientras dure el golpe de Estado en manos de Pinochet. Por esta misma época, Mercedes Sosa viajó a la España franquista a dar un espectáculo, que aunque fue prohibida la propaganda del show, se colmó de gente, que además cantó sus canciones. 

Mercedes Sosa iba consagrándose como símbolo de lucha popular en América Latina. No solamente por lo que expresaba a través de su música y sus canciones, sino por sus declaraciones públicas respecto a su pensamiento ideológico. Además de apoyar las causas de la izquierda, se afilió en los años sesenta al Partido Comunista. 

Con el último golpe cívico-eclesiástico-militar en 1976 tuvo que exiliarse y sus discos fueron prohibidos. Ella formaba parte de las listas negras de los militares. Pese a las amenazas y la censura, y con giras en el medio, sacó dos varios álbumes, entre los más destacados está Mercedes Sosa interpreta Atahualpa Yupanqui, y Serenata para la tierra de uno. Por esta época empezó una relación con músicos brasileños como Milton Nascimento y Chico Buarque, y comenzó a incluir algunas de sus canciones en sus álbumes, algo no habitual. A pesar de sus intentos por quedarse en el país, hasta que en 1978 fue arrestada en uno de sus recitales en La Plata, y en 1979 finalmente se exilia en París primero, y luego en Madrid. 

Antes de la llegada de la democracia en 1983, tuvo lugar el emotivo recital en el Teatro Opera en Buenos Aires. La dictadura aún seguía en el país, sin embargo su caída estaba anunciada. Mercedes Sosa brindó un show espectacular al que asistieron artistas destacados de la música popular argentina, como el músico de rock nacional Charly García, entre otrxs. Las canciones elegidas para ese recital marcaron la historia para siempre, el contenido de las mismas y el contexto en el que se desenvolvieron hicieron que sea uno de los recitales más importantes para el país. Incluyó canciones como la de María Elena Walsh "Como la cigarra", también "Solo le pido a Dios" de León Gieco, la canción del cubano Silvio Rodriguez "Sueño con Serpientes", entre otras. El emotivo recital dejó entrever los deseos de la vuelta de la democracia, y también el dolor de un pueblo que fue destrozado y reprimido con la sangrienta dictadura militar. Pudo radicarse en Argentina una vez caída la dictadura, en diciembre del 83. 

"Diré que estoy a favor de la despenalización del aborto. En contra de la hipocresía, de la mentira y de la clandestinidad terrorífica a la que son empujadas las mujeres pobres y marginales."

Además de representar la voz de américa latina, siendo una mujer tucumana nacida en una familia pobre,  Mercedes Sosa no fue transgresora únicamente por ser una mujer fuerte y transgresora. En el libro “La negra” de Rodolfo Braceri, ella dice sobre el aborto: “No es fácil vivir y mucho menos siendo mujer. Imaginemos las jovencitas y no jovencitas que empujadas por la miseria, el hambre y la desocupación tienen que abortar. Las flagelan en lugares clandestinos y sórdidos. Cuando me pidieron de la Unicef que trabajara para ellos, se los dije. Voy a hablar por los niños y por las mujeres. Diré que estoy a favor de la despenalización del aborto. En contra de la hipocresía, de la mentira y de la clandestinidad terrorífica a la que son empujadas las mujeres pobres y marginales. Porque una cosa es estar abortando en una clínica con calefacción y anestesia y música funcional, y otra cosa es abortar en cualquier rincón inmundo con unos fierros terribles que te meten ahí, adentro, para arrancar un cuajo de vida que, si se la dejara vivir, se la condenaría al analfabetismo, al hambre. (...) Pregunto yo a los hipócritas que están contra la despenalización: ¿acaso ellos no provocan millones de abortos cada día?... Abortos cuando cierran fábricas y dejan sin trabajo, abortos cuando condenan a chicos al hambre que los descerebra y hasta los mata.” 

Mercedes Sosa murió el 4 de octubre de 2009 luego de haber estado internada un tiempo. Tenía 74 años. Su muerte conmocionó a gran parte de mundo, pero ante todo a latinoamérica. Fue despedida por mucha gente destacada. 

En aquel entonces, el ex-presidente venezolano, Hugo Chávez, la despidió con unas bellas palabras: “Mercedes Sosa, la de ustedes, la nuestra, la misma que aprendimos a sentir en toda nuestra América como la voz que nos festejaba aclarándonos el sendero, ha partido para quedarse convertida en memoria sublevada, pan del menesteroso y aliento tenaz de los humildes. Nuestra América toda quedará en eterna deuda con esta extraordinaria mujer que encarnó lo más sublime que puede darle sentido a la existencia: la entrega incondicional a los injustamente olvidados de la tierra(...) ¡Honor y gloria a Mercedes Sosa!”. 

Hoy es un nuevo día para recordarla de ese modo. Mercedes Sosa vive en sus canciones, que fueron de ella y que se las dio a la gente, porque como bien dijo: "Las canciones no son de los artistas, son del pueblo, de los pueblos"

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