Los Saicos: La cuna del Punk está en Lima

Más de 10 años antes de que Sex Pistols hiciera God Save The Queen, un grupo de amigos hicieron en Perú la primera banda punk del mundo. Con "El entierro de los Gatos" y luego con "Demoler", sin quererlo y sin saberlo Los Saicos inauguraron un género y sentaron las bases de un movimiento estético y musical que todavía habita los suburbios de todas las ciudades, la antítesis de todas las modas, las veredas opuestas de todas las culturas.
Foto: Erwin Flores

Cuando el grupo británico Sex Pistols publicó su célebre "God Save The Queen" en 1977, la industria musical global dio por (mal)nacido al género punk. Aquella sucesión de riffs chillones y melodías simples, de baterías enlatadas y gritos anti sistema fueron -y son- la marca de identidad de un movimiento estético y musical que todavía habita los suburbios de todas las ciudades, la antítesis de todas las modas, las veredas opuestas de todas las culturas.

Sin embargo, no fueron las metrópolis europeas o estadounidenses donde floreció la rebeldía punk. Tampoco eran jóvenes y alocados niños blancos los que dieron el primer puntapié al movimiento del Do it Yourserlf. Fue en el barrio de la Lince, en el extrarradio de la ciudad de Lima en 1964. Casi 13 años antes de que las crestas de colores inundaran London City, un grupo de cuatro amigos latinoamericanos contrabandearon algunos instrumentos musicales y dieron origen a Los Saicos.

"Eran una banda casi amateur. Apenas tocaron un año y medio o dos. Tuvieron un ascenso meteórico en el Perú y luego desaparecieron por completo", destaca Legs Mcneil, escritor y periodista especializado en el movimiento punk.

Los Saicos estaba integrada por el cantante y guitarrista Erwin Flores, el guitarrista Rolando ‘Chino’ Carpio (recientemente fallecido), el baterista Pancho Guevara y el bajista César Castrillón. Este grupo de jóvenes tuvo una vida breve pero intensa. En apenas 24 meses de vida hicieron temas que iban del rockabilly tipo The Meteors a lo que luego sería el sonido puramente punk yanqui de Los Ramones. Incursionaron en melodías a lo The Cramps y todo conducido por una voz rotosa y enlatada a lo Sex Pistols. Y cuando lo hicieron, ninguno de los mencionados existía. Unos pioneros.

El Perú de los 60 era, si cabe, aún más analógico que cualquier otro país de la época, pero en versión latinoamericana. Era difícil hacerse conocer y era aún más difícil firmar con algún sello para producir música. Los Saicos sin embargo, giraban por televisiones y radios, diarios, revistas y locales de moda. Tras grabar "El entierro de los Gatos" se fueron de gira por todo el país.

"Nadie inventa la rueda. No sé si inventamos el punk. Ahora lo que es seguro es que cuando El Chino vino un día con esa guitarra maldita y ese riff, con el que hicimos "El entierro de los Gatos"; eso fue de una creación absoluta. Nadie había hecho nada así antes", destaca en el documental producido por Noisey, el cantante Erwin Flores.

Tras el éxito de aquel primer disco, vino "Demolición", una pieza extraordinariamente moderna para su época y absolutamente punk en su fórmula, que sin embargo, quedó extraviada en el tiempo. Luego, simplemente, la vida. Los Saicos tomaron rumbos distintos. Erwin se marchó a Estados Unidos, Castrillón se dedicó a la construcción. El resto simplemente se evaporó y con ellos el rastro del primer artefacto punk del mundo. Hasta hoy.

Desde hace mas o menos cinco años, la fama de Los Saicos se disparó. Sus canciones volvieron a rondar los circuidos de fanzines y conciertos. Los cultivadores de paladar musical selecto, gustoso de las joyas perdidas del rock mundial quedaron alucinadas con temas como "Demoler" o "Ana". Canciones rescatadas de vinilos usados, tesoros a precio de saldo encontrados en mercadillos limeños. Entonces Los Saicos se convirtieron en ídolos de un movimiento que ni siquiera conocían.

"Un día nos invitaron a un concierto en nuestro honor en Lima y me sorprendió ver a todas las bandas peruanas que interpretaban nuestra música”, cuenta Castrillón, a quien no le gusta reconocerse como uno de los padres del punk: “Nosotros no sabíamos lo que hacíamos, sonábamos diferente y ya está, nunca esperamos llamar tanto la atención”.

La historia de Los Saicos, su música y su apuesta por hacer algo distinto pasó inadvertida durante 50 años no sólo por la evidente falta de difusión que existía en esa época, sino por algo que todavía estructura nuestros consumos culturales: la mirada eurocéntrica.

¿Cuántas otras bandas habrán caído en el olvido sólo porque no entraron en el radar del norte cultural? ¿Alguien se acuerda de Serrat cantando en Guaraní? ¿Por qué pensamos que Roots of Chicha es solo una cumbia letárgica para loquitos peyoteros? Abordar las culturas desde otros prismas hace de este un mundo más rico y diverso. Para que florezcan más Saicos en el mundo, a veces, hay que mirar más allá del mar.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

Te puede interesar

El aguante

Bancá el periodismo de base, cooperativo y autogestivo

Para hacer lo que hacemos, necesitamos gente como vos.
Asociate
Cooperativa de Trabajo Enfant Terrible Limitada.
Urquiza 1740 7A, Córdoba.