El sábado 29 de 15 a 19 horas -en el Centro Cultural “Casa de Pepino”, Fructuoso Rivera 287, Barrio Güemes-, “Ángel Diseños” realizará un evento cultural e itinerante en conmemoración por el Día internacional del Orgullo y la reivindicación de los derechos de la población LGBTIQ+, a 55 años de la revuelta de Stonewall del 28 de junio de 1969. La entrada es libre y gratuita.

El evento contará con la participación de activistas y organizaciones de la comunidad LGBTIQ+ como Gonza Valverde de Act-Up, la presidenta de OrgulloCba, Vito Romero, Lucas Busilli artista Drag parte de Ciclo Positivo y la Asamblea de Disidencias Sexuales, para contar sus experiencias de vida y posibilidad de acceso a la educación, salud y trabajo.

También habrá ciclo de lectura de poesía a cargo de Utz Gregorczuck de la biblioteca Leonor Allende de Unquillo, y en el cierre estará la radio abierta de Territorio Diversidad con la conducción de Casandra Sandoval.

A su vez, Enfant Terrible también estará participando durante la apertura como medio digital y cooperativo invitado, para hablar de la agenda LGBT+ en los medios de comunicación.

En este marco dialogamos con el emprendedor en diseño de costura industrial y organizador “Ángel Diseños”, quien hace cinco años viene intentando armar un evento independiente donde el objetivo sea el encuentro y el intercambio de experiencias. “Se hizo necesario encontrar un lugar donde juntarnos, siento que nos dejaron bastante solxs y la organización siempre ha sido parte de nuestra lucha”, comentó al momento de presentarse.

Ángel comenzó su emprendimiento de diseño de costura industrial de productos LGBTIQ+ hace doce años. “Lo hice por afecto” comparte. Su pareja había sido estafada al pedir una pulsera con los colores de la bandera LGBTIQ+ en Buenos Aires y el pedido nunca llegó. Como ex futbolista de oficio, comprendió la importancia de la emoción y la identificación por los colores, por lo que no tardó en darse cuenta de que la pasión y el junte entre pares tenía un fin político, al reivindicar el orgullo de pertenecer a una comunidad que defiende sus derechos.

“En las marchas me interiorice con lo que significa el orgullo y me emocioné, todo me emocionaba. Desde Patricio -su pareja- llorando porque no le mandaron la pulserita, ver a amigos como enloquecían por los colores, lo que significa para los pibes más jovencitos tener una pulserita o una bandera. Empecé a encontrarme con la felicidad de la gente al tener una bandera, esa felicidad la gente me la transmitió”, comenta Ángel.

El emprendimiento lo llevó a conocer la realidad cotidiana de las personas pertenecientes a la población LGBTIQ+, acercarse y compartir con ellas. Para él, el Estado desconoce lo que les está sucediendo porque no está en los territorios “escuchando o compartiendo una taza de mate cocido con las niñeces o jóvenes trans".

La desconexión de la que habla lo dice con conocimiento de causa. Durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, tuvo que cerrar su anterior negocio por los altos costos de insumos y alquiler, por lo que tuvo que regresar con 43 años a vivir con su madre, hasta que logró recuperarse emocional y económicamente. “Fue mi mayor vergüenza”, comenta con fastidio y preocupación de que le pueda pasar lo mismo con la gestión actual.

“El emprendedurismo es también parte del desguace que está haciendo el gobierno actual, muchos están vendiendo sus maquinarias para poder subsistir. Yo pude, hasta el año pasado con la sequía, la guerra y la pandemia juntar para arrancar bien este año. Tenía ahorrado para pagar cuatro alquileres, maquinarias nuevas y este gobierno me comió la plata. Me quedé sin materiales. No sé cómo va a seguir mi futuro como emprendedor”, comparte Ángel.

Hace cinco años viene buscando hacerse un lugar de manera independiente, insistiendo a la Municipalidad de Córdoba y a la provincia de organizar una feria LGBTIQ+, pero los pedidos de datos íntimos de los feriantes con los que él trabaja hace más de diez años, no han permitido llegar a un acuerdo. Ni con el director de género anterior Franco Bonino, a quién le elevó una denuncia por violencia de género; ni con su sucesor Mauri David.

“No soy un puntero político”, insiste. Sin embargo, tiene en claro que “el Estado es de todos” y por eso no dejó de buscar un espacio municipal para el desarrollo del evento como lo es la Casa de Pepino.

Denuncia por violencia de género:

La denuncia que realizó Ángel al ex Director de Género, Franco Bonino, fue por violencia institucional y hostigamiento hacia su persona.

Las causas de la persecución fueron porque Ángel no quería ceder la organización del evento de la feria LGBTIQ+ que intentó llevar a cabo en 2022. Lo que le llamó la atención fue que la violencia viniera desde un funcionario público perteneciente a la comunidad, cuando por lo general, la violencia es ejercida por parte de personas hetero-cis. A partir de la denuncia realizada, comenzó a recibir mensajes por parte de otrxs denunciantes que fueron violentadxs por Bonino.

Dos fueron las causas penales que cobraron relevancia mediática. La primera fue en octubre de 2021 durante las elecciones legislativas, en el Teatro Griego. Allí Bonino habría agredido en el suelo a una identidad lésbica -ex militante del espacio- dejándole secuelas en las mamas. La denuncia quedó archivada en la Fiscalía del Distrito 1 Turno 3. La segunda causa, que dejó entrever el encubrimiento institucional del ex Intendente y actual Gobernador Martín Llaryora, el ex vice y actual Intendente Daniel Passerini y el ex Secretario General Miguel Siciliano, fue por la estafa realizada al capacitador canadiense Martín Krajcik, de la organización All Welcome, por una suma total de cinco mil dólares.

Al firmar el documento, el ex Director de Género lo hizo como presidente de la ONG Córdoba Diversa, no como funcionario municipal. Esto dejó en evidencia la triangulación de contratos con ONG's que pertenecerían a Bonino.

Según el medio de comunicación La Izquierda Diario, las organizaciones Córdoba Diversa, Centro Trans Córdoba, Varones Trans, Córdoba Sin Violencia y Córdoba No Binarie están relacionados con quien dirigía el ente municipal de diversidad.

“Es muy grave lo que sucede a nivel institucional porque tiene poder en las decisiones que se toman sobre la comunidad. Hay otra cosita que empecé a entender hace poco del silencio por parte de sectores de la comunidad LGBT. Organizando el evento me di con que había gente que no quería participar porque son empleados de la Municipalidad. Referentes de organizaciones muy importantes me dijeron que no, porque no se quieren vincular conmigo por las denuncias que hice, cuando los violentos son los otros”, comenta Ángel.

Stonewall el mito fundante: al closet nunca más

Hace cincuenta y cinco años, dos travestis, trabajadoras sexuales, negras y latinas llamadas Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, hartas de las coimas, la persecución y violencia policial que recibían las maricas, lesbianas, bisexuales, travesti y trans que se reunían en el bar de la mafia genovesa “Stonewall Inn”, arremetían contra las fuerzas de seguridad e iniciaban lo que se consideró como la primera revuelta en defensa de los derechos de la población LGBTIQ+.

Si bien en Argentina se encontraba el grupo “Nuestro Mundo”, fundado por Néstor Perlongher, durante la dictadura del general Juan Carlos Onganía, en 1967, inspirado en las referencias de las comunidades organizadas a nivel internacional, Stonewall significó un mito fundante para la comunidad a nivel mundial.

Veinte años después, el presidente de la Comunidad Homosexual, Carlos Jauregui se preguntó: “si no fuese posible ejercer libremente algo tan íntimo y privado como lo es la sexualidad, ¿qué será de los otros derechos básicos?”. Consecuente con la máxima de que el núcleo de toda vida política radica en actuar juntos, esto es, en la acción concertada llevada a cabo en espacios compartidos sobre la base de intereses comunes.

Cincuenta años después, las organizaciones en defensa de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ han logrado recuperar y conquistar los derechos que les corresponden. Consiguieron que se deroguen y modifiquen los artículos dentro del código de faltas y edictos policiales que perseguían a quienes se “vestían con ropa del sexo opuesto”, como así también que se apruebe y promulgue la Ley de Matrimonio Igualitario 26,618 y la Ley de Identidad de Género 26,743.

Las últimas leyes y decretos en ser promulgados fueron la de Cupo Laboral Trans (721/2020)  y la de Respuesta Integral al VIH, ITS y Tuberculosis 27,675, en 2022.

Asimismo, con la asunción al poder de sectores conservadores, se han recrudecido los pocos accesos a ejercer una ciudadanía plena. Esa discriminación se sostiene, además, en obstáculos estructurales para el acceso a derechos básicos no sólo en el ámbito laboral sino también en el acceso a la educación, a la salud, el acceso a la justicia, a la identidad y el derecho de tener una vida libre de violencia, entre otros.

Según el Relevamiento de las Condiciones de Vida de las Personas del Colectivo LGBTIQ+ de la Argentina, realizado en el 2023, en lo que respecta a la condición laboral, el 77,4% de las personas están ocupadas, pero un 7,3% está en situación de desocupación. Las tasas de desocupación son considerablemente mayores entre varones y masculinidades trans (14,3%), feminidades y mujeres travesti-trans (12,3%) y no binaries (10,1%). Salvo para gays y lesbianas, la tasa de desocupación es mayor que la reportada para la población general (6,2% en el segundo trimestre de 2023, según INDEC). Esto, sin considerar que la mayoría pertenecen a sectores de la economía informal.

A su vez, desde la asunción del actual presidente Javier Milei, la vulneración estructural a la que se vieron expuestas las personas de la comunidad al cerrarse el Ministerio de Mujeres y Diversidad, El Instituto Nacional Contra la Discriminación y la Xenofobia (INADI) o el Ministerio de Desarrollo Social, fue a causa de los despidos masivos ocurrido en los primeros seis meses de gestión. Quedando desocupadxs más de cien (ex) empleadxs públicos pertenecientes a la población LGBTIQ+.

El Ángel del Orgullo: al closet nunca más

Si algo caracteriza a la población LGBTIQ+ es lo que en el carrilche -lengua creada por las travestis para cuidarse, por lo general, de la policía- se entiende por “teje”. En sí, no tiene un significado unívoco, más bien, vendría a ser la necesidad del encuentro, el hacer mucho con poco, el poder celebrarse por los días que les toque estar vivxs y cuidarse lo más que puedan de los avatares de la clandestinidad.

De las necesidades han surgido los derechos y de la reivindicación de estos derechos surge el reconocimiento y el orgullo de levantar las banderas de quienes han posibilitado poder siquiera tener una vida más vivible, defendiendo los derechos que otras no llegaron a conocer.

“Dicen que la memoria es un músculo que se ejercita para no repetir el pasado, entonces ¿Cómo no voy a sentir orgullo al ver los ojos brillosos en los jóvenes que llevan una banderita o una pulsera?”, se pregunta Ángel.