Ayer la decana de la Facultad de Psicología Patricia Altamirano junto a la agrupación SUR festejaron la reapertura del espacio de lascantina bajo administración privada. La empresa Delishop presta servicio desde ayer, siendo la de Psicología la segunda cantina de la UNC bajo su gestión sin que se conozca concurso público alguno y con decenas de becarixs sin trabajo. Frente a la decisión de apostar por un modelo de facultad -y de educación- excluyente, individual y cuyas prioridad son el lucro y el negociado, la Asamblea de Psicología han impulsado una feria permanente en defensa de los espacios públicos gestionados por y para estudiantes.

La decisión de otorgar a la empresa Delishop la gestión del espacio Lacan-Tina se efectivizó el pasado martes, aunque seguramente estuviera planeada desde mucho antes. La conducción del CEP en manos de SUR y la decana Patricia Altamirano festejaron con bombos y platillos, apostando con ello a un modelo que refuerza una política expulsiva de la UNC como consecuencia inmediata. En un cuadro de crisis política y económica, que atenta de manera generalizada contra el bolsillo de trabajadorxs y especialmente contra lxs estudiantes, la decisión llevada a cabo por ambas partes termina por coartar el desarrollo laboral de decenas de estudiantes.

Frente a esta situación y bajo la clara premisa de que la salida siempre es colectiva, lxs becarixs que quedaron sin trabajo y algunxs estudiantes decidieron organizarse de manera comunitaria y poner en pie la Feria Permanente de la Facultad, a las afueras de lo que se presenta como una versión YPF Full de una cantina que brindaba trabajo a decenas de compañerxs y que hoy es un espacio en manos privadas.

La contraposición de estos dos modelos contrapuestos evidencia la variada -por no decir antagónica- formación ética de futurxs profesionales en el campo de la salud. Por un lado, el exitismo individualista preocupado por los ‘valores estéticos y morales’ y la Mcdonaldización de los servicios públicos. Por otro lado, la organización colectiva, cooperativa y comunitaria que apunta, no sólo hacia una mejor calidad en los servicios, sino también a brindar una salida -aún temporal- a un marco de crisis económica que atenta especialmente contra las condiciones de vida del estudiantado.

Nada de esto podría haber sido posible sin la renuncia de la Agrupación SUR al espacio conquistado por las luchas estudiantiles. Si bien la gestión de la Facultad se resguarda bajo la Resolución Rectoral 1460/88 -que permite la cesión de espacios a externos para la explotación comercial-, es precisamente la Resolución Rectoral 954/89 firmada un año después la que da preferencia a los Centros de Estudiantes sobre terceros. En otros términos, esto no hubiese sido posible sin una previa renuncia de la actual conducción del Centro de Estudiantes a defender los espacios.

La pesada herencia... de la lógica neoliberal

Sin embargo, lo anterior es una consecuencia y no una causa en sí. El discurso de la pesada herencia y el abandono edilicio esgrimido por la gestión de la Facultad son aspectos que fueron abonando esta salida privatista ante la problemática de la cantina de la Facultad de Psicología. Ante la encrucijada entre hacerse cargo o devaluar para evidenciar algo como ineficiente, tanto la gestión de la institución como lxs ‘representantes’ del claustro estudiantil resolvieron la segunda salida. En términos más sintéticos, una salida neoliberal.

El retroceso en materia de derechos, aún pintado en aras del progreso, no deja de ser inmenso. No sólo se trata de coartar la salida laboral de decenas de estudiantes, sino de una práctica política concreta que consiste en cercenar los derechos y la participación como un mecanismo de búsqueda de eficiencia. Dicho de otro modo, se trata fundamentalmente de la entrega al capital privado de una conquista estudiantil, por parte de quienes que se arrogan la representación de un sector de la comunidad educativa, pero que actúan a espaldas de ella.

Todo esto no hace más que dilucidar una práctica política concreta: en la concepción de acción política, tanto para la gestión de la institución como para la Agrupación SUR, la representación obtenida por los votos no implica ninguna responsabilidad a la hora de garantizar la participación estudiantil. Todo lo contrario, dado que dicha participación pasa a ser evitada por ser considerada un mecanismo que entorpece el logro de la supuesta eficiencia institucional. A más de 100 años de la Reforma Universitaria, hoy lo eficiente es conceptualizado como aquello que tiende a generar las menores responsabilidades con los mayores beneficios: desde hoy contamos para el país una vergüenza más y una libertad menos