La lucha de Ramona Orellano de Bustamente de 94 años, es referencia histórica para las organizaciones campesinas de Córdoba. Sus 150 hectáreas de monte nativo donde conviven pacíficamente con sus ovejas, vacas, gallinas, patos, cerdos, cabras y pavos, es codiciada por los hermanos Edgardo y Juan Carlos Scaramuzza. Estos últimos, ex dirigentes de la Federación Agraria de Oncativo, reclaman para sí una tierra que compraron, pero cuya legítima dueña nunca les vendió.

En el año 2003, durante la noche del 30 de diciembre, Ramona y su hijo Orlando fueron desalojados de forma violenta por un pelotón de la Policía y una topadora que destruyó su casa de ladrillo y cemento. Pasaron varios días a la intemperie, con frío y sin paredes o techo para protegerse del viento, ni una cama para dormir. Fueron lxs vecinxs de ese remoto paraje llamado Las Maravillas, a 20 kilómetros de la localidad Sebastián Elcano, quienes acudieron en su ayuda hasta que pudieron volver a levantar un rancho. Actualmente, el Movimiento Campesino (MCC-Unión Campesina del Norte de Córdoba) se organiza para resistir este tipo de atropellos de la "Justicia" aliada a los sojeros.

En el día de hoy, la Jueza de Primera Instancia Civil Emma del Valle Mercado emitió una orden donde -otra vez- da lugar al desalojo de forma violenta. En diálogo con Enfant Terrible, Victoria Guana integrante del MCC explicó que: "La sentencia está dentro de un juicio de desalojo, donde se dice que Ramona no es 'poseedora' del campo sino que es 'tenedora'. Por lo tanto, como en el juicio penal anterior no se pudo probar en los Tribunales Penales que hubo estafa, la jueza hizo lugar al pedido de los hermanos Scaramuzza. No ha tenido en cuenta todos los actos de posesión de Ramona Bustamante, no ha hecho hincapié en la ocupación ininterrumpida y pacífica de Ramona, ni tampoco en la ancestral.

Solo apunta a que Ramona firmó un convenio de desocupación que ella no interpretó al leerlo. En ese momento le dijeron que si ella firmaba iba a poder quedarse siempre en ese campo. Ella apenas sabe leer y escribir, no comprende el texto jurídico y mucho menos un convenio de desocupación. La semana que viene vamos a apelar esta sentencia, pero es un antecedente muy desalentador por parte de la justicia de Dean Funes

En el año 2018 el Día Internacional de la Lucha Campesina, la Facultad de Filosofía y Humanidades otorgó a Ramona el Premio José María Aricó al compromiso social y político, ya que a pesar de haber sufrido las injusticias de un sistema extractivista, capitalista y patriarcal por ser mujer y campesina, los dueños de la tierra aún no han podido despojarla de sus raíces.

"La jueza no está teniendo en cuenta la Declaración de las Naciones Unidas de Derechos de campesinos y campesinas, mucho menos teniendo todo lo referente a la tenencia de la tierra, o la Ley de Agricultura Familiar en donde específicamente se prohíben los desalojos. Tenemos toda una normativa de derechos humanos que contempla el derecho al territorio y al uso de la construcción" continuó Victoria. "Sin embargo, dentro de la biblioteca del Derecho tenes todas las campanas, y cuando una jueza decide que campana va a utilizar, es un acto político" sentenció.

"Por otro lado, estamos pidiendo al Poder Ejecutivo que resuelva de una vez por todas la situación de Ramona Bustamente. Pedimos la expropiación del campo no solamente para la familia, sino también para todas las organiaciones que venimos trabajando, cuidando y conservando esa casa y ese monte en el medio de un sojal" concluyó.