Catalina Gutiérrez tenía 21 años y era estudiante regular de la Facultad de Arquitectura (FADU) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). El pasado miércoles por la noche, hallaron su cuerpo sin vida adentro de su auto, en un descampado de barrio Ampliación Kennedy, con marcas en el cuello y signos de quemaduras.
Por el crimen fue detenido Néstor Soto (21), su compañero de cursada e integrante de su grupo de amigos, quien confesó su responsabilidad ante la Justicia. El fiscal del caso, José Mana, lo imputó por supuesto homicidio simple y quedó detenido en el Establecimiento Penitenciario N° 9, desde donde sería trasladado a la Cárcel de Bouwer.
A su vez, en el marco de la investigación, vecinos del lugar donde apareció el auto, aseguraron haber escuchado voces de más de una persona que pensaban en de quemar el auto, por lo que no se descarta que haya más personas involucradas para intentar borrar las huellas del delito.
Según el padre de la joven, Marcelo Gutiérrez, Soto era una persona muy cercana a Catalina y solía visitarla en su casa. “Ha venido a estar con ella, mi hija lo ha invitado a cenar, a ver partidos, compartieron momentos de la facultad como amigos”, mencionó en diálogo con El Doce.
En este marco, desde la Asamblea Ni Una Menos de Córdoba emitieron un comunicado donde advierten que “los femicidas no son personas alejadas, en la mayoría de los casos se encuentran en nuestro círculo cercano” y no se trata de personas enfermas ni locas: “son hijos sanos del patriarcado”.
Además, desde el colectivo instaron a los medios a no novelizar el caso: “como colectivo de comunicadoras pedimos a los medios de comunicación que llamen a este crimen por su nombre: es un femicidio”. Esto se debe a que Soto habría declarado que la joven era “el amor de su vida”, hechos que los medios suelen tomar para esquivar la problematización de los femicidios como tales y abordarlos desde la vetusta óptica de los viejos “delitos pasionales”.
Por otro lado, desde Ni Una Menos Córdoba cuestionaron el escenario de retroceso en políticas para la prevención y erradicación de la violencia machista en Argentina, en el marco de los recortes que encabeza el Gobierno nacional, con prácticas como la eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades, o el vaciamiento de la línea 144.
“En un país donde abundan los discursos de odio y son reivindicados por el Gobierno nacional, no queremos seguir sumando víctimas. Reclamamos formación y políticas públicas con perspectivas de género y denunciamos el desmantelamiento de organismos del Estado destinados a la prevención y lucha contra la violencia de género”, agregaron.
Foto de portada: Julio Pereyra (ET)