Nota de CDM Noticias

La Brigada vecinal contra incendios de Villa Giardino y alrededores emitió en la jornada de hoy un completo informe en el que señalan gran responsabilidad de las autoridades provinciales en la expansión del incendio. Con registros de audios y fotografías, indican que hay ausencia del gobierno en el momento más crítico, donde estuvieron trabajando sólo vecinos y baqueanos.

El viernes 21/08/2020 salimos en la siesta rumbo a la zona de Ongamira/Copacabana siete personas de una brigada vecinal contra incendios de Villa Giardino y alrededores, a colaborar en el incendio que comenzó en Villa Albertina el sábado 15/08. De acuerdo con información oficial, los fuegos habían sido controlados en la zona de Ongamira y Todos Los Santos, y posiblemente persistía un foco cercano a la localidad de Copacabana. Sobre la Ruta Provincial 17 cerca del empalme con Ruta Provincial 263 encontramos una autobomba y varias dotaciones de bomberos de diferentes cuarteles de Punilla regresando, y visibilizamos la columna de humo hacia el sector de Copacabana. Según testimonio de los mismos bomberos, tenían órdenes de replegarse tras haber concluido la labor dentro del área que por jurisdicción les corresponde, y el frente de Copacabana quedaría en manos del cuartel de Deán Funes. Al llegar a
Copacabana, por la noche, desde el pueblo se veían las llamas y el resplandor del fuego que, para entonces, estaba activo a unos 4km de distancia.

Durante la jornada del día sábado 22, la organización por parte de la Comuna fue completamente impecable, poniendo a disposición camionetas, personal, y proveyendo alimentos y bebidas en todo momento, tanto en el campo durante el día, como en la escuela durante la noche. Pese a esto, los esfuerzos del grupo combatiente, con medios rudimentarios pero con una voluntad inmensa, no se logró detener el frente de fuego que, acompañado de pésimas condiciones climáticas fue desbordándose hasta la situación conocida masivamente del día domingo 23.

Por medio de esta nota, queremos hacer de público conocimiento que durante la jornada, que representó un momento crítico en el desenvolvimiento de los hechos que serían conocidos con posterioridad, un grupo de alrededor de 40 personas vecinos/as, baqueanos/as y algunos/as voluntarios, estuvimos intentando combatir el frente, sin el accionar por parte del Gobierno Provincial quienes no enviaron ni bomberos de diferentes jurisdicciones, ni aviones hidrantes, mientras en los medios masivos se proclamaba una presencia continua de bomberos y recursos para combatir el fuego.

Realizamos sistemáticamente llamados a Defensa Civil pidiendo ayuda
desesperadamente, con respuestas irrisorias como que mover los hidrantes costaba mucho dinero y el gobierno no tenía mucho presupuesto (nuevamente, una realidad contraria a la proporcionada por los medios). Durante ese día, 22 de agosto, todo lo que se vio fue una camioneta de bomberos de Deán Funes, que se aproximó a la zona a las 15:00 a modo de reconocimiento y volvió a partir, y una aeronave vigía dando vueltas por
el cielo, sin más. Después de que ardieran miles de hectáreas, que ardieran campos alambrados con animales adentro quedando envueltos en llamas, después de que se perdiera una grandísima superficie de monte nativo (todo en Zona Roja) y que las palmas nativas o “Caranday” – la principal fuente sustento económico del 90% de la comunidad que se dedica a tejer con sus hojas – se encendieran como antorchas gigantes; sólo después de eso, con el fuego a un par de cientos de metros del poblado, mientras algunas familias ponían estatuillas de la Virgen en la puerta, y otras cortaban con motosierras los árboles que rodean sus casas, aparecieron dos camionetas y un autobomba del cuartel de Deán Funes a eso de las 21:00, cuando a la dificultad del terreno ya se había sumado la oscuridad de la noche, haciendo que las condiciones de trabajo sean prácticamente imposibles.

Este frente de fuego es el que ayer, domingo 23/08, estaba empezando a aparecer en todos los medios del país, luego de haber recorrido decenas de kilómetros, y cuando ya se encontraba casi sobre la Ruta Nacional 38. Sólo en esas circunstancias, evidentes, imposibles de encubrir, y magnificadas por la no asunción de responsabilidades en tiempo debido, fue cuando empezaron a tomar protagonismo varios organismos del Gobierno, que habían sido avisados con antelación de la situación en Copacabana.

Por todo esto, denunciamos mediáticamente que hemos sufrido una vez más el abandono de parte del Gobierno Provincial, del monte y sus pobladores/as, y el falseamiento de la información pública. Desmentimos también la difamación hacia los pobladores locales, quienes mientras combatían el incendio, eran señalados como responsables en algún punto de su propagación.