Luana Ludueña tenía 26 años, era bombero y también participó como voluntaria en la campaña de vacunación por la pandemia de Covid-19. Esta joven mujer se atrevió a denunciar a su abusador, Diego Concha, un personaje sostenido y avalado el poder político de Córdoba que ocupó el cargo de director de Defensa Civil desde la gestión de José Manuel De La Sota hasta el segundo mandato del actual gobernador Juan Schiaretti.

La semana pasada, tras quitarse la vida, Luana fue tapa en prácticamente todos los medios de la provincia y varios medios nacionales. Su muerte estremeció y despertó dolor y bronca ante la impunidad y la injusticia, así como aires de reivindicación de una lucha cada vez más fuerte contra la violencia hacia las mujeres. Muestra de esto último fue el mensaje que la Brigada Forestal Isquitipe de Río Ceballos compartió, solidarizándose con sus familiares y compañerxs de trabajo, reivindicando su acción como bombera y como persona, desde una mirada feminista y ambiental.

“Feminismos y Ambiente. ¿Qué tienen en común?”

El mensaje brigadista empieza agradeciendo a Luana

“El coraje y la valentía que logró tener para denunciar a su abusador. Ya es enormemente difícil hacerlo en cualquier contexto, Luana lo hizo frente a un sistema de poder que se sostiene en las jerarquías patriarcales”

De esta manera, continúan nombrando a Luana, y Carolina Moyano -ex esposa del denunciado- quienes “se animaron a denunciar los hechos de violencia física y degradación moral ejercidos por la mano derecha del Gobernador de la Provincia de Córdoba, la mano derecha de la Policía de la Provincia, del que fuera Director de la Defensa Civil por más de 10 años, del ensalzado héroe y “profesional” de la Gestión de Riesgo de Córdoba, el respetadísimo Diego Concha. Ese que muchos Jefes de Cuarteles de Bomberos Voluntarios se ponen casi de pie antes de decir su nombre. "Cuestionarlo públicamente parece que es violar alguna obediencia debida implícita en su sentir Bomberil”, expresan, apuntando contra el actual detenido en la cárcel de Bouwer.

“Las atrocidades cometidas por Diego Concha no pueden quedar impunes”, sostienen. “Pero más allá de él, ¿que pasa con el sistema que lo sostuvo y del cual un varón como Diego Concha fue el mejor ejemplo? (...) un ejemplo más de las bases y prácticas en que este sistema se mantiene desde múltiples lugares y rige nuestras vidas. No poder significar esto como Violencia de Género en Ámbitos Públicos y no exigir Justicia nos hace cómplices”, critican desde la brigada.

Construcción de prácticas, ¿desde dónde y hacia dónde?

Las prácticas sociales y culturales no son unívocas, decirlo no es nada nuevo. Estas se construyen en relación a modelos, discursos, haceres y prácticas puntuales. Sin embargo, unas u otras prácticas estarán o no avaladas o 'bien vistas' según esa función que cumplen esté dentro de un orden establecido. En este sentido es que la Brigada no critica sólo a un personaje puntual, sino a todo lo que alrededor de Diego Concha se construye como sujeto, quitándolo de un rol aislado como funcionario público, para vincularlo también al rol bomberil y la formación, así como del rol que se establece desde la Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Córdoba, institución que tiene un carácter de fuerza policial.

“Diego Concha, ejerció en su vida íntima y pública el poder con violencia. Abusó de su posición en provecho propio, se sintió intocable, hasta que el poder de turno le soltó la mano, y le pidió la renuncia (...) Su complicidad corrupta y absoluta con el gran negocio que representa quemar y dejar quemar bosque nativo y pastizales naturales en la provincia de Córdoba desde hace más de 10 años”. 

“Diego Concha no es un sujeto aislado. No fue un gran funcionario público que se equivocó en su vida privada. Es fruto de una cultura patriarcal, que ejerce el poder brutalmente en todos los ámbitos. Es parte de un sistema político que nos mata. En la vida privada y en la vida pública”.

Entre lo público y lo privado, funcionario del Estado:

Ese nexo entre lo público y lo privado, es un despliegue que alcanza “con brutalidad” a “sus colegas mujeres, a algunas de sus parejas, a sus colegas varones”, cuestionan desde Isquitipe. Pero también alcanza, “a esta tierra cordobesa”, y critican que “El capo” del Plan Provincial del Manejo del Fuego, jamás se ocupó realmente del flagelo ambiental de los Incendios o las Inundaciones”.

Luego se preguntan: “¿Qué tienen en común las causas de género con las ambientales? Sus agresores (...) Diego Concha, es un ejemplo más de ejercicio patriarcal del poder (...) tuvo en sus manos las decisiones en materia de seguridad civil de la población, el Plan Provincial de Manejo del Fuego, un movimiento de recursos económicos millonario, le subió y le bajó el pulgar a cientos de personas para que ocupasen o dejasen de ocupar cargos vinculados a estas actividades...”.

“...Fue el responsable de la incapacidad que demuestran hoy las fuerzas públicas para atender con éxito a la problemática de los incendios forestales”.

Por otro lado, el aval que tuvo Diego Concha también se sostuvo desde los medios de comunicación masivos de la provincia, criticados por la incomunicación en momentos claves durante los fuertes incendios que dejaron más de 400.000 hectáreas quemadas sólo entre 2020 y 2021 en la Provincia de Córdoba. De esta manera, mientras el Gobierno de la Provincia demoraba en el envío de recursos, se construía la imagen de un funcionario eficiente y dedicado, algo que desde la Brigada Forestal de Isquitipe desmienten por completo:

“Nos sumió en el atraso en materia de Gestión Integral del Riesgo, pese a que los medios masivos de comunicación se prestaron siempre para que Diego Concha mostrara con orgullo todo lo que el Gobierno compraba: Equipo para Bomberos, para la Defensa Civil, el último gran y despampanante invento: las ETAC (Equipos Técnicos de Acción ante Catástrofes)”.

De este modo, denuncian a Diego Concha como responsable político (debajo del Gobernador) de las miles de hectáreas incendiadas: “Es un ecocida. Su imputación también debería incluir la violencia ejercida con nuestro monte (...) Exigimos Justicia por Luana, por tantxs otrxs, por toda la vida que se hace humo delante de nuestros ojos y que de esa forma este mundo pueda ser un lugar menos hostil. Y además como Luana: no nos callamos más. Justicia es que no pase Nunca Más. Basta de Justicia Patriarcal”, finalizan.