El pasado jueves 17 de octubre, Enfant Terrible, Sala de Prensa Ambiental y el Centro de Documentación del Cispren (Sindicato de Prensa de Córdoba) llevamos a cabo la primera presentación del libro "Veneno" en Córdoba, con la presencia del investigador y militante Guillermo Folguera, autor del libro junto a María Paula Blois.

La sala del Archivo del Centro de Documentación, ubicada en el subsuelo del sindicato, en pleno centro de Córdoba, se llenó de asistentes que no sólo escucharon con atención y respeto toda la presentación, sino que también participaron y propiciaron un intercambio enriquecedor, fundamental para hacer un encuentro especial.

El día en que se realizó la actividad es algo que destacamos. Un 17 de octubre, día de la Lealtad Peronista, día en que se cumplieron 10 años de la aparición sin vida del cuerpo de Luciano Arruga enterrado como NN en el Cementerio de La Chacarita; día en que se cumplieron 7 años de la aparición sin vida del cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut. Un día después de que se aprobara el RIGI en la Legislatura de Córdoba, el pasado 16 de octubre.

Por parte de Folguera, su exposición contó con relatos y anécdotas que no están en el libro "Veneno", ya que habló de otras experiencias, atravesadas por los impactos del fracking en zonas cordilleranas, que profundizan la crisis hídrica en esta región, por mencionar una. Además, la anécdota del encuentro con "el sojero de Alcorta", con el ex CEO de Syngenta y ex asesor presidencial de Alberto Fernández, Antonio Aracre, entre otras, que dan cuenta de un importante trabajo de investigación para escuchar múltiples voces.

También hubo una sorpresa, que fue la breve presentación del nuevo libro de Folguera, “Ontología del despojo. Un recorrido por los múltiples libros que habitamos”, que se complementa con la temática de la propuesta original y sirvió para recuperar los testimonios de personas “que me gustaría que estén acá”, compartió el autor.

Por su parte, el libro "Veneno" está dividido en 10 capítulos que intentan describir lo que Folguera y Blois entienden como “la política del veneno”. En principio, que sea una política significa, a su vez, que “se puede revertir”, advirtió Folguera al inicio del encuentro. Dicha política “tiene 500 años en términos de extractivismos y de conquistas, tiene 200 años en términos del origen del Estado argentino que pisó a los pueblos originarios, y se sostuvo a partir de la concentración de la propiedad y uso de la tierra”, explicó el autor.

“En particular, el círculo que analizamos son 50 años. Tomamos el origen de lo que son las dictaduras de las décadas del 60 y 70 en Argentina y en América Latina, ese ciclo con enorme importancia en lo financiero, que llega a la actualidad y que tiene un momento muy importante, porque en este período se aprueban en nuestro país los transgénicos, la megaminería y se arman las bases para lo que luego será el fracking, el offshore”.

En relación a los agronegocios, Folguera destacó que “el primer transgénico en Argentina se aprobó en 1996 durante el menemato, con documentación de la propia empresa involucrada que era Monsanto”. “El primer transgénico era resistente a un agrotóxico, al glifosato, al RoundUp (RR). Hoy, Argentina tiene 79 transgénicos aprobados. El último transgénico, el 79° es de una empresa que se llama Corteva, es resistente a cuatro agrotóxicos. Mucho veneno genera resistencia, Argentina tiene un escenario donde cada vez hay que tirar más veneno”, añadió Folguera

Respecto a otras actividades como los hidrocarburos y las empresas estatales, problematizó: “¿Qué es YPF? Miren que yo no quiero que Milei avance sobre YPF, pero no avanzó sobre YPF, ¿qué significa una empresa a la cual en el 2017 a su CEO le tuvimos que pagar seis millones de dólares; una empresa que vende productos cancerígenos, que después van a ser atendido a hospitales públicos? En el 49% de los accionistas privados de YPF, hay una enorme cantidad de grupos de especulación financiera. Creo que hay que discutir al Estado”.

En lo que concierne al vínculo entre la política del veneno y la economía, Folguera apuntó a que “los venenos aumentan la desigualdad”. Y puntualizó: “Es una derrota catastrófica que hayamos multiplicado por diez la pobreza en nuestro país en 50 años, y en eso analizamos Blackrock, que junto con Vanguard, Banco HSBC, Deutsche Bank, son todos grupos financieros claves para entender lo que está pasando”.

En esa misma línea crítica hacia el Estado y la política, el biólogo y filósofo argumentó que: “El Estado argentino no tiene datos confiables sobre temas como cáncer, problemas en tiroides, malformaciones, abortos, todos problemas que, se sabe, están directamente conectados con los agronegocios. Para el Estado en nuestro país los agrotóxicos no son un problema sanitario”.

Hacia el final, Folguera recordó a Eugenia Sánchez, reconocida militante y denunciante del uso de agrotóxticos: “Hace pocos días murió Eugenia (Sánchez), con 39 años, madre de las víctimas, de niños y niñas, de Lavalle, Corrientes. Se le murieron, le mataron a dos de sus hijes, al Kily y Anto. Creo que su muerte tendría que haber sido tapa de todos los medios”.