Sería absurdo decir que el general Juan Domingo Perón era un ambientalista, pero no se puede negar que se adelantó a los tiempos de crisis climática con su escrito “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo” publicado en febrero de 1972, mientras permanecía en el exilio en Madrid. Lo que sí, Perón fue un dirigente político fue de los primeros en pronunciarse como tal sobre problemáticas que, según su texto, “superan las divisiones partidarias o ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza”.

Sus palabras fueron estas: “Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología, y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional”.

El escrito donde Perón abordaba su visión entra la lucidez y la preocupación sigue un desarrollo dividido en distintos ejes. Desde el agua potable, las carreras armamentísticas, las “mal llamadas sociedades de consumo”, la urbanización desmedida, el “Qué hacer” y “algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo” entre otros puntos.

En aquel entonces, Kurt Waldheim era secretario general de Naciones Unidas. Cuando conoció las visionarias lecturas del General, decidió que el 18 de octubre sería el día Mundial de la Protección de la Naturaleza, con el objetivo de prevenir sobre esta “marcha suicida” que la humanidad ha emprendido.

Por algún motivo, este escrito pionero ha sido ignorado históricamente por la mayoría afín a la doctrina peronista. Los sucesivos gobiernos de esta tradición, han impulsado (e impulsan) en nuestro país, políticas extractivistas que nos condenan a una economía primaria, mientras los países del “primer mundo” desarrollan sus tecnologías de avanzada.

Hoy más que nunca, es clave dar un giro político y cultural, para que las palabras no queden en letras muertas, tomando conciencia de una vez que no hay planeta B.

Lee aquí el “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo”.