Más allá de la discusión sobre la "incorrección política" que atraviesa los análisis de la nueva serie de Santi Korovsky, hay que pensar el humor como una puja social y cultural acerca de qué es gracioso y qué no es gracioso. Hoy hay expresiones que son consideradas como agresiones hacia ciertos colectivos, o como perpetuadoras de sentidos comunes regresivos. El humor es un arma, que División Palermo usa muy bien. Una serie hecha con mucho amor y dedicación tercermundista, que pone sobre la mesa discusiones interesantes. Yo recomiendo.