Jubilaciones: un blanco predilecto de Javier Milei

A pesar de que hace poco dijo que “no se van a tocar las jubilaciones”, el economista sostiene en su plataforma electoral la propuesta de reformar el sistema previsional. Pero, ¿qué antecedentes hay en Argentina sobre este tema?

En el canal de televisión de LN+, que en estos últimos días se ha dedicado a dar aire a Javier Milei para que se explaye, el economista dijo que “no se van a tocar las jubilaciones”.

Sin embargo, en la plataforma electoral de La Libertad Avanza (LLA) desde el día uno se propone: “recortar el gasto del estado en jubilaciones y pensiones de los ítems que más empujan el déficit fiscal alentando un sistema de capitalización privado, junto a un programa de retiros voluntarios de empleados públicos y achicamiento del estado”.

El punto mencionado está contemplado en una segunda etapa, como parte de un proceso más amplio que empezaría con reforma tributaria, flexibilización laboral, apertura unilateral al comercio internacional para el sector privado; y sería “acompañado por una reforma financiera que impulse una banca libre y desregulada junto a la libre competencia de divisas”.

En resumidas cuentas, el actual sistema previsional representa un obstáculo para el economista, ya que se trata de un ordenamiento estatal de las jubilaciones y pensiones. Pero, ¿qué había antes del actual Sistema Integrado Previsional Argentino, también conocido como SIPA? Además, ¿qué propone entonces Javier Milei para administrar las jubilaciones y pensiones? Vamos por partes.

El dinero de tu vida, en manos privadas

El SIPA es resultado de una reestatización sucedida en 2008. Antes, existían las famosas AFJP (Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones), un sistema conformado por empresas que se dedicaron a, como lo dice su nombre, administrar los fondos recaudados con los aportes jubilatorios. En una entrevista, Javier Milei afirmó que es “toda mi intención” volver a las AFJP.

Las AFJP fueron creadas en el año 1993 mediante la aprobación de la Ley 24.241, siendo, de hecho, uno de los puntos más importante entre las reformas durante la presidencia de Carlos Menem, figura a la que Javier Milei elogió en varias ocasiones y tomó de referencia para plantear propuestas como la dolarización, por políticas como el “1 a 1”. En aquel entonces, además estaba Domingo Cavallo como ministro de Finanzas, también ídolo de Milei.

El sistema privado que conformaban las empresas, gestionaba los fondos de haberes a partir de un régimen de capitalización individual, donde una persona poseía una cuenta propia, en una de las empresas que eran seleccionadas por sorteo. Luego, dichas empresas cobraban “comisiones” de hasta un 30%, provenientes de los mismos haberes.

Así, durante los 14 años que funcionaron, las empresas llegaron a cobrar un total de 12 mil millones de dólares por comisiones.

Además, con el dinero de las comisiones se gestionaban créditos al consumo con grandes empresas privadas como Garbarino y Frávega. Por otro lado, las propias empresas pertenecientes al régimen creaban asociaciones con otras como Edenor, Grupo Clarín y Molinos, llegando incluso a poseer parte de estas.

A su vez, el funcionamiento de las AFJP estaba garantizado por el financiamiento de las mismas, es decir, dependía de cuanto capital se “invirtiera” en los fondos de haberes. O sea, las mismas jubilaciones eran las que garantizaban la existencia, o no, de este sistema previsional. Y al estar regidas por las lógicas de mercado, las AFJP debían seguir las reglas de “competitividad” dentro del sistema de empresas.

Sin embargo, cuando los mismos fondos privados no alcanzaban a cubrir los retiros, las empresas debían recurrir al Estado para subvencionar la faltantes. Esto terminó sucediendo, sobre todo en el año 2007, cuando el sistema previsional comenzó a colapsar debido a la pésima administración de las empresas y los bancos, lo que dio pie a la reestatización del régimen al año siguiente.

Hay que aclarar que, durante el periodo en que funcionaron las AFJP, el monto de las jubilaciones era muy bajo, algo que ya estaba marcado incluso antes de la puesta el vigencia del régimen privado.

En aquellos años era muy conocida la figura de la jubilada Norma Plá, gestora desde 1991 de un movimiento de jubilados y jubiladas que salía a las calles a reclamar el aumento de las jubilaciones. Todos los miércoles, Plá y sus congéneres se dirigían a la Avenida Rivadavia, frente al Congreso de la Nación, a cortar la calle, implementando el -años más tarde- famoso “método piquetero”.

Más adelante, en el año 2000, ya con jubilaciones bajas, la entonces Ministra de Seguridad Social de la Nación, Patricia Bullrich, durante la presidencia de Fernando de la Rúa implementó un recorte del 13% a las jubilaciones, disminuyendo aún más sus ingresos. Hoy, veintitrés años después, Bullrich se convierte en socia política de Javier Milei.

Entonces, ¿qué experiencia tiene Javier Milei sobre el sistema de jubilaciones? ¿Qué propone?

Según el currículum del economista, trabajó en Máxima AFJP, una de las empresas que formo parte del sistema previsional, perteneciente al Banco HSBC, de origen británico. Su rango en Máxima llegó a ser Economista Jefe. Es decir, Milei no sólo formaba parte de una empresa encargada de cobrar las comisiones y redistribuir el dinero en acciones privadas, sino que ocupaba un lugar importante como autoridad en ese esquema financiero.

O sea, tanto en su plataforma electoral como en su currículum, la inclinación de Javier Milei son las jubilaciones, de nuevo, en manos de sectores privados. Pero entonces, ¿por qué dijo de manera reciente que “no se van a tocar las jubilaciones”? Tal vez, porque la historia argentina demuestra que las recetas que pretende aplicar su espacio, ya han sido aplicadas y básicamente, han resultado en un desastre. Esto, debido al riesgo que corre el dinero de las y los jubilados, por la lógica mercantilista sobre la que se sostiene la propuesta.

Por último, no hay que dejar de mencionar que la reforma del sistema previsional ya intentó aplicarse de nuevo en 2017 durante el Gobierno de Mauricio Macri, cuando hubo una fuerte oposición al proyecto presentado en el Congreso de la Nación. En aquellas jornadas de diciembre, Patricia Bullrich era quien organizaba los operativos de la Policía y Gendarmería Nacional como Ministra de Seguridad, para que la reforma se haga de igual modo. Pero, en aquel entonces, como las discusiones giraron en torno a las mismas deficiencias que provocaría esa “vuelta a los 90's”, finalmente dicha reforma no avanzó.

Foto: Emiliana Miguelez

Foto de portada: Télam

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