La derecha reaccionaria argentina contra el periodismo de investigación

Un grupo de periodistas argentinos encabezó una investigación sobre la consolidación y crecimiento de grupos de Alt Right o "nueva" derecha en el país y su correlato a nivel global. Los une un frente común contra el feminismo y los derechos lgtbi+ y sus influencers tienen una enorme capacidad de operación mediática. El despliegue de violencia en redes y el hackeo de la página donde se podía consultar la publicación evidencian el grado de organización y recursos de quienes se consideran abanderados de la "la libertad" y la "incorrección política". Un nuevo discurso para la vieja derecha está en marcha y en él Córdoba cumple un importante papel.
Fotos de Santiago Torrado durante la última marcha anti cuarentena en Córdoba

El pasado domingo elDiarioAr publicó parte de una investigación sobre grupos conservadores argentinos, realizada por un equipo de seis periodistas que crearon el sitio web La reacción conservadora. Sin embargo, a las pocas horas el sitio fue hackeado y se encuentra dado de baja. Un ejército virtual de militantes conservadores desplegaron un violento ataque a través de redes sociales, llegando incluso a publicar datos e información privada de lxs periodistas. Con el hastag #LaGestapoArgentina, denunciaron el armado de "listas negras".

Ante semejante campaña, se hace inevitable preguntarse ¿Qué fibra tocó esta publicación? ¿A qué intereses responde y cómo operan los lazos digitales de la "nueva derecha?

Es evidente que existe una avanzada de grupos y discursos reaccionarios en Argentina, que van en consonancia con el resto del mundo. De un tiempo a esta parte, es notoria la consolidación de cuadros de extrema derecha con capacidad de influencia en la opinión pública, y que no pueden pensarse por separado de las manifestaciones reaccionarias que hemos visto en el último tiempo en nuestro país. En este sentido basta repasar las expresiones fascistas de algunos de los convocantes a la última marcha nacional contra las restricciones el pasado 25 de mayo, y que tuvo especial masividad en Córdoba.

Sin ir más lejos, uno de los convocantes a esta movilización fue el influencer conocido como "Presto", un joven de extrema derecha con decenas de miles de seguidores en las redes sociales. El youtuber fue denunciado el año pasado por la diputada Gabriela Estévez del Frente de Todos, por amenazar de muerte a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

"Vos no vas a salir VIVA de este estallido social. Vas a ser la primera- junto con tus crías políticas- en pagar todo el daño que causaron. TE QUEDA POCO TIEMPO", escribió en su cuenta de twitter.

Frente a la Casa Radical de Córdoba se congregaron miles de seguidores de El Presto

Agustín Laje es otro personaje sobresaliente de este fenómeno conocido como Alt Right o Derecha Desdemocratizadora, célebre por sus posiciones en contra del feminismo y de los derechos humanos. Laje, fue educado en el centro William Perry, dependiente del Ministerio de Defensa de Estados Unidos y es uno de los encargados de unificar el discurso de los grupos inorgánicos de derecha que flotan por la web en torno a una consigna común: la oposición a la supuesta "la ideología de género".

En palabras de lxs periodistas:

"El trabajo fue pensado, como un mapa que se arma a modo de rompecabezas. Las distintas piezas permiten ver cómo se mueve esta articulación conservadora en la Argentina desde distintos espacios: el de la formación de cuadros jóvenes, el del lobby parlamentario, el del litigio estratégico, el de las redes sociales, el del poder evangélico, el de la derecha católica –más o menos enmascarada en organizaciones seculares y núcleos académicos- y la obstaculización de derechos sexuales y reproductivos o batalla contra la “ideología de género” como frente común", expusieron en elDiarioAr.

El grupo de periodistas conformado por Juan Elman, Florencia Alcaraz, Ingrid Beck, Soledad Vallejos, Paula Rodríguez y Paula Hernández se juntó en 2019 a reflexionar sobre estas manifestaciones reaccionarias y trabajaron todo en el proyecto durante todo el 2020.

"Las piezas de este puzzle se arman en la visualización: ahí se ven las interacciones de estos grupos, en algunos casos organizados y, en otros, inorgánicos pero funcionales entre sí. Finalmente, la línea de tiempo, permite poner en contexto este movimiento desde un origen relativamente arbitrario —los años en que surge del Vaticano el concepto de “ideología de género” como reacción a los avances feministas y lgbt en los foros internacionales-, hasta la actualidad. ", explicaron.

A pesar del boicot que sufrió el sitio web donde fue publicada la investigación, elDiarioAr publicó una de las entregas. Titulada "Contra 'zurdos', 'progres' y 'feministas': la cruza de consignas que une a la nueva derecha en Twitter", y analiza el "ecosistema conservador tuitero".

Un "nuevo" discurso para la vieja derecha

Este ejército virtual conservador denuncia desde las redes sociales todo aquello que en realidad habita entre sus filas: persecución ideológica, misoginia sin matices, conservadurismo político que coquetea o reivindica lo antidemocrático, etcétera. La campaña desarrollada contra el informe ha llegado a desacreditar a a sus autores diciendo que "no son periodistas" y tildándolos simplemente de nazis.

Incluso algunos aprovecharon para reivindicar que "la derecha es subversión", confirmando el postulado de Pablo Stefanoni en su libro "La rebeldía se volvió de derecha", donde plantea en términos globales la disputa discursiva y simbólica que los grupos antiprogresistas desarrollan hacia consignas como la libertad de expresión, la pluralidad, la democracia, que están históricamente asociadas a la izquierda -o cuanto menos al campo democrático-, y que en el fondo no defienden sino que pretenden resignificar.

Sería simplista pensar que cualquier persona que participa o acuerda con manifestaciones de este tipo responde directamente a un grupo organizado. Sin embargo, no hay que subestimar la fuerza ni omitir el discurso que crece como un rumor en la derecha argentina, y que atrae en gran parte a la juventud. Los ataques de odio justificados en virtud de la "libertad de expresión" no pueden pasar por alto. Ningún periodista, de ningún corte ideológico o editorial debe ser perseguido por publicar una investigación.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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