Facundo Jones Huala, un preso político del estado Argentino. La alianza represiva entre Chile y Argentina continúa con la criminalización del pueblo mapuche.

Ayer por la tarde, la Policía Federal trasladó sin previo aviso a Facundo Jones Huala en helicóptero para ser extraditado a Chile. El lonko estuvo preso en el penal federal de Esquel desde el 27 de junio de 2017 y será juzgado por los delitos de incendio y tenencia ilegal de arma de fuego de fabricación artesanal. La Justicia chilena acusa al lonko de haber participado en enero de 2013 del incendio de la casa de unos puesteros en la zona de Pisu-Pisué. Por este mismo “delito”, fueron imputadxs cuatro personas más, a quienes la Justicia chilena absolvió.

El primer pedido de extradición del lonko fue declarado nulo por el juez federal Guido Otranto, al quedar en evidencia que el testigo Gonzalo Cabrera fue brutalmente torturado para que revelase el paradero de Facundo. A diferencia del primer juicio que tuvo una extensión de 11 meses, el veloz segundo juicio de extradición, confirmó el 23 de agosto pasado, la sentencia por unanimidad de acatar el pedido de extradición de Chile.

Anteriormente, en julio, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, emitió un fallo mediante el cual rechazaba el pedido de excarcelación y otorgaba arresto domiciliario hasta bien la Corte Suprema de Justicia decidiera el pedido de extradición. Una vez emitido el fallo de la Suprema Corte, el 25 de agosto, el juez Villanueva revocó la prisión domiciliaria por “peligro de fuga” y veinte efectivos se hicieron presente de forma violenta en la casa de la abuela trinidad Huala y se llevaron, sin previa notificación, a Facundo a la unidad 14 de Esquel.

Ante el veredicto de la Corte Suprema, la defensa dirigida por Sonia Ivanoff, apeló al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El comité solicitó al estado Argentino suspender la extradición, hasta bien el caso sea analizado por 18 expertos independientes para garantizar el cumplimiento de los derechos del lonko contenidos en tres de los artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Aun así, el Gobierno nacional desacató el pedido de la ONU en el día de ayer, cerrando un acuerdo establecido entre Macri y la ex presidenta Bachelet para que Facundo sea juzgado en Chile, o más bien para que Facundo, preso político argentino sea también un preso político chileno.

Mapuche terrorista

La operación de creación de un enemigo interno llevado a cabo el año pasado por el Gobierno de Macri, también tiene su correlato del otro de lado de la cordillera. La organización del pueblo mapuche y sus reclamos de derechos territoriales se tradujo a un problema político para los gobiernos de Chile y Argentina, que puso a trabajar en conjunto a ambos Ministerios de Seguridad. En Chile, se instaló la bochornosa Operación Huracán que buscaba arremeter contra la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). La operación inició en septiembre de 2017, cuando Carabineros ejecutó la detención de ocho líderes mapuches bajo el cargo de asociación ilícita terrorista, acusados de participar en ataques incendiarios. La Operación Huracán, quedó desmontada, luego de que la justicia chilena dejara en evidencia el montaje realizado por carabineros, y ordenó la absolución de lxs detenidxs.

Este fue el paquete que intentó imitar el gobierno argentino. El documento “Comando Unificado contra la violencia de la RAM”, funda una alianza represiva entre el Estado nacional y tres provincias , en la que se afirma una nueva revancha de la mal llamada “Conquista del Desierto” y apunta a la caza de mapuches. El despliegue de esta opereta, que avaló desalojos a fuerza de represión, detenciones ilegales acompañadas de torturas, se cobró la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.

Esta nueva edición del Plan Cóndor, que mantienen como estrategia conjunta los gobiernos de Chile y Argentina para perseguir y criminalizar a lxs mapuches a ambos lados de la frontera, continúa operando en la creación de un enemigo interno, utilizando las reticentes figuras fantasmagóricas de nuestra histórica política. Facundo, el lonko “guerrillero”, “subversivo”, “terrorista”, que mantiene alianzas con la FARC y el ISIS y es financiado por organizaciones británicas (excepto por Benetton), es el primer dirigente mapuche de un pueblo preexistente a dos Estados que es extraditado para ser juzgado por la justicia chilena. Facundo, es hoy también, un preso político del Estado Chileno.