Una reseña sensible y profunda de la tercera novela de la escritora Selva Almada, titulada "No es un río". Un recorrido estival por el litoral entrerriano de donde es oriunda la autora, considerada una de las mejores plumas de latinoamérica.
La geografía del litoral como escenario del relato, pero también como camino caluroso que se cuela desde las palabras hasta dentro del cuerpo para sentirlo; sentirse ahí como Enero, el Negro y Tilo, atravesando el monte espeso hasta llegar a la isla.
El viaje de pesca entre amigos nos hace lugar entre el pastizal para ir encontrando los recuerdos que pasan entre el vino o el porrón, los sueños que agitan el sopor pesado de la siesta, y el imaginario de un lugar trazado por los mitos pero también por la tragedia: la del amigo que no volvió a verse en la orilla, las de Siomara, que las hace fuego para sacar afuera lo que no puede contener adentro.
De un tiempo a otro que entrega la historia, vemos mas bien, que la historia de cada quien está entregada en ese paisaje que lxs contiene:
“El monte los conoce desde gurisitos. Si más de uno fue engendrado y hasta parido ahí mismo entre los sauces, los alisos, el espinillo y los lapachos de fuego rosado. Si fueron sus cunas el junco y la espadaña. Nacidos y criados en la isla. Bautizados por el río”.
O lxs excluye:
“Anda cauteloso el Negro, con respeto, como entrando a la iglesia. Andar liviano, de guazuncho. Igual no va que pisa una ramita fina, un manojo de chauchas de curupí y sobreviene el estruendo. El sonido de las vainas secas se amplifica entre los troncos de los alisos y los timbós, sube, sale del círculo compacto del monte. Alerta la presencia del intruso”.
En esa espesura entre sauces y lapachos del monte, entre nenúfares y juncos del río, entre casitas con techo de paja en el pueblo, hay cariño hermanado y violencia desparramada, invitaciones al baile y traiciones viejas, ratos de mate al sol y miedos cuando se va la sombra.
Seis policías fueron imputados por la muerte del joven de 35 años en La Falda, en julio de 2022. Fue detenido mientras sufría una crisis psicótica y llevado a la comisaría departamental, donde murió por "asfixia mecánica"
Este jueves, a las 15 horas en el Museo de Antropología iniciará un taller abierto para conocer cómo se registran los malos tratos en los contextos de encierro y luego un conversatorio sobre la creación de un mecanismo local para la prevención de la tortura estatal.
Durante las protestas frente al Ministerio de Capital Humano el pasado 10 de abril, un manifestante perdió la visión de un ojo como resultado de la represión policial
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