Festival a 25 años de la toma obrera de la Cervecería Córdoba

A 25 años de la histórica toma de la Cervecería Córdoba, mañana jueves a las 18 horas en el predio de la antigua fábrica, se realizará el “Festival Pueblo Alberdi Resuena: un encuentro por la recuperación de la historia y de los espacios públicos”. En esta nota repasamos brevemente el contexto de la toma y te contamos los últimos acontecimientos claves en la lucha para su refundación como museo y espacio de uso público.
Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

A 25 años de la toma más larga de la historia obrera argentina, el Centro Vecinal de Alberdi y la Red Pueblo Alberdi convocan a la ciudadanía a “recuperar la historia de la lucha cervecera y de los espacios públicos”.

Este jueves a partir de las 18 horas, en las intersecciones de las calles La Tablada y Arturo Orgaz, se concretará el evento que reunirá a protagonistas de la gesta obrera, artistas, gente del barrio y dirigentes gremiales y sindicales de Córdoba.

Con  intervenciones artísticas, con la palabra de los protagonistas de la gesta, el eje principal hará foco sobre la historia y defensa de la Cervecería Córdoba, considerada uno de los hechos más importantes del movimiento obrero de nuestra provincia” expresan desde la organización del evento.

El festival contará con la presentación del Dúo Coplanacu, Raly Barrionuevo, Lorena Cuello, Córdoba Canta, La Juli Rivarola, Usapuka y la Murga Contraflor al Resto.

Aguante cervecero: otro hito cordobé

La Cervecería Córdoba, fundada en 1917 por la familia Meyer (un año antes de la Reforma Universitaria), fue un ícono de la industria cordobesa durante todo el siglo XX. Ubicada en el histórico barrio de Alberdi de la capital cordobesa, la fábrica se ganó el cariño y el amor de sus propios obreros, sus familias y vecinxs, quienes fueron construyendo la historia de la misma a la par de un nuevo proceso de organización social de carácter urbano, que dejaba atrás el modelo de vida agrario imperante a nivel federal.

La fábrica cambió de propietarios en reiteradas oportunidades frente a los distintos golpes de Estado, que azotaron al país desde 1955 en adelante. Casi siempre fue administrada por poderosos grupos y consorcios de empresarios locales y extranjeros que fueron -en mayor o menor medida- continuando con la producción y venta de cerveza en el país.

En la década del 90', en un contexto de re-institucionalización del neoliberalismo en Argentina, que de la mano del peronismo y su caudillo riojano, Carlos Saúl Menem, comienza un plan económico fundamentado en la desindustrialización nacional, privatización y desguace de las empresas estratégicas nacionales, y la consecuente reprimarización y liberalización de la economía a pedido expreso de los organismos internacionales liderados por Occidente y fundamentalmente por Estados Unidos, victorioso de la Guerra Fría frente a la capitulación de la URSS.

En este contexto histórico, con el aval de la Ley de Quiebras, el empresario Rios Seoane, dueño de la cervecería Bieckert (accionista mayoritario de la Cervecería Córdoba) declara la quiebra de la fábrica. Fue entonces que la empresa quedó provisoriamente a manos del empresario e ingeniero Carlos Stabio, con quien los trabajadores habían llegado a un acuerdo para la compra de la empresa y la gestión cooperativa de la crisis. Pero apareció un holding chileno con capitales alemanes y estadounidense, que operaba en el país a través de las marcas Budweiser, Schneider, Salta y Santa Fe, proponiendo una oferta que superó la del ingeniero Stabio, logrando quedarse con la propiedad y el destino de la fábrica para marzo de 1998. La esperanza de las familias obreras se diluyó como agua entre las manos.

Foto: Juan Cristian Castro/Enfant Terrible

Pero un mes después, en mayo del mismo año, los trabajadores decidieron tomar la fábrica en sus propias manos. No era la primera vez. Ya lo habían hecho en dos oportunidades con el objetivo de garantizar puestos de trabajo y la reincorporación de compañeros despedidos. Aunque esta oportunidad sería diferente, ya que marcaría un antes y después, no solo en los obreros protagonistas, sus familias y vecinxs del barrio, sino directamente en la historia de la clase obrera argentina.

Durante largos 105 días, Alberdi se convirtió en epicentro de una resistencia histórica que perduró hasta un despliegue represivo inédito en aquellos años con la participación de fuerzas de élite y policías del Interior, logrando desalojar el predio mediante el aprisionamiento de quienes se encontraban adentro.

Los obreros junto a sus esposas, familias, estudiantes residentes, organizaciones políticas, sindicales y gremiales, construyeron un hecho político que todavía vive no solo en la memoria de quienes lo habitaron, sino además en las nuevas generaciones de vecinxs de Alberdi que continúan la lucha para que la Cervecería -aún privatizada y judicializada- se convierta en un museo y un espacio de uso público, donde la memoria del aguante cervecero pueda habitar nuevamente la fábrica que marcó su historia.

La lucha continúa

Desde el espacio de coordinación Red Pueblo Alberdi, conformada principalmente por los Centros Vecinales de Barrio Alberdi, Villa Páez y organizaciones e instituciones barriales, se fueron tejiendo diversidad de propuestas sobre qué y cómo hacer para recuperar la cervecería. Las ideas se han tejido buscando potenciar la dinámica comunitaria del barrio, desde la actividad deportiva, la economía social, o la revalorización histórica del patrimonio industrial obrero.

En el año 2010 se conformó la Mesa de Concertación público privada Pueblo Alberdi (a partir de la Ordenanza Municipal 11889) para dirimir sobre el destino del predio. En el mismo año la histórica chimenea de la fábrica, un símbolo de la lucha, fue demolida ante la atónita mirada de lxs vecinxs del barrio. El predio de 12 mil metros cuadrados fue vendido durante este tiempo a la empresa Euromayor para la construcción de torres urbanas, proyecto finalmente judicializado y paralizado frente a las irregularidades en la obra, y la insistencia de la lucha vecinal para que el mismo no avanzara sobre el patrimonio arquitectónico, cultural y obrero de Córdoba.

Recién en el año 2021, la comunidad fue convocada para intentar concretar la histórica demanda. Pero el Poder Judicial todavía obstaculiza el pedido expreso de lxs vecinxs para la refundación del predio fabril, que podría generar puestos de trabajo y recuperar un espacio clave para la construcción comunitaria de los tejidos y afectos sociales tan necesarios en un contexto de crisis económica, social y política. Tal como lo refleja el ahora Espacio Cultural La Piojera, recuperado en manos vecinales que demuestran que el amor, la construcción popular y la organización barrial pueden recuperar el pasado en clave de memoria para un presente que continúe siendo de lucha y resistencia frente a un neoliberalismo aún vigente.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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