Fotos: Enfant Terrible

El día de ayer, integrantes de distintas organizaciones estudiantiles como Amaranto, Barricada, 29 de Mayo y Rebelión Popular se hicieron presentes en la Secretaria de Bienestar Universitario y Modernización de la UNC que está detrás del Comedor Universitario, donde se reunieron con Matías Lingua, encargado del área, para reclamar por el vaciamiento que viene sufriendo el Comedor Universitario y la dificultad para acceder al mismo.

Desde el desembarco en la rectoría de Jhon Boretto (Franja Morada), la Secretaría a cargo de Lingua puso en vigencia el proyecto “Comedor 360”, una iniciativa que el cual establece -y continúa- recesiones al histórico Comedor Universitario, ya impulsadas anteriormente por el ex rector, Hugo Yuri. El mismo fue probado por unanimidad en el Consejo Superior de la UNC en diciembre del año pasado, mientras sucedía el Mundial de Qatar.

Uno de los reclamos contra el programa está centrado en el acceso a las Becas Nutrirse, “para estudiantes de la UNC que se encuentren en situación de vulnerabilidad socioeconómica”, cuya inscripción estuvo disponible del 13 al 27 de marzo.

"Para acceder a la beca hay una lista extensa de requisitos, es como certificar que sos pobre, básicamente".

También plantearon que existe una gran cantidad de estudiantes que necesitan las becas y no lograron inscribirse por no saber que existían, lo cual describieron como “un problema de comunicación de la Universidad con el estudiantado”.

Durante la reunión con Lingua, las agrupaciones presentaron un listado de 60 estudiantes que se encontraban en la situación de no acceso a las becas, ya que no pudieron inscribirse, aunque reconocieron necesitarla. “Esta lista la conseguimos en dos días recorriendo a pie nuestras facultades”, reconoció Clara de la 29 de Mayo. “La situación es grave, hay estudiantes que se desmayan porque están todo el día cursando sin comer”, planteó Sofía de Amaranto.

También cuestionaron el alto costo del comedor que posee un precio de $348 pesos para estudiantes y $667 pesos para docentes y no docentes, cuyo aumento se previó cada 6 meses.

En función de todos estos puntos exigieron que se flexibilicen las restricciones para acceder al Comedor a partir de la modificación de los requisitos, y que se reabran laa Beca Nutrirse. “En realidad el Comedor debería ser gratuito para todo el estudiantado, pero estos son los puntos más urgentes”, aclaró Clara.

Por su parte, Lingua se comprometió a encargarse del listado de 60 estudiantes que le fue presentado, a contactarse para que sean tenidos en cuenta en las becas -lo cual no es garantía de su acceso- y atender a más casos que pudieran llegar a estar en la misma situación, y se acercaran al área de Becas de la Secretaría. Sin embargo, planteó que las restricciones en el acceso al comedor responden a una cuestión presupuestaria general, que atraviesa a toda la UNC debido al ajuste a nivel nacional en educación.

En relación al Comedor 360, apeló a las lógicas de la democracia universitaria, argumentando que al tratarse de un proyecto aprobado por el Consejo Superior, su modificación también debería realizarse por el mismo medio y con la aceptación mayor de las fuerzas políticas. En este sentido, las organizaciones plantearon la necesidad de llevar el reclamo a ese espacio universitario, aunque Lingua no se comprometió a acompañar con su presencia.

Finalmente, el estudiantado insistió en recopilar el listado de estudiantes pendientes de inscribirse en las becas y en hacer presencia el próximo martes en la sesión del Consejo Superior, aunque reconocieron la dificultad de acercamiento y diálogo con las autoridades, que incluso se ve obstaculizada con presencia policial. Sin embargo, luego de la reunión concluyeron que se logró un avance importante al comprometer con el reclamo a un funcionario, y que “luchar sirve”, por lo que alentaron a convocar a más estudiantes para que la problemática de acceso al comedor se haga más visible.