El pasado domingo por la madrugada, 28 personas resultaron intoxicados por consumo de sustancias durante el recital del DJ y productor de música electrónica Hernán Cattáneo, que se realizó en el complejo de eventos "Forja".
Si bien la Municipalidad de Córdoba puso a disposición Puntos de Cuidados, con la intención de reducir posibles riesgos ante el consumo de sustancia, ofreciendo puestos de hidratación, alimentos y atención en primeros auxilios, no fueron suficientes para prevenir que una veintena de personas resultaran afectadas por el consumo de la sustancia, identificada como MDMA (éxtasis).
Por esta situación, una mujer correntina de 37 debió ser internada en terapia intensiva en el Hospital de Urgencias, luego de haber sufrido tres paros cardíacos.
Por su parte, la Policía Federal Antinarcóticos (PFA), durante las dos noches que se hicieron los shows (sábado y domingo), realizó 83 procedimientos en diferentes sectores, incluyendo baños, incautando una cantidad considerable de sustancias sintéticas como MDMA, popper, ketamina, tussy y cocaína. Por la venta de las sustancias, hay un detenido.
Sin embargo, según se estimó, fueron cerca de nueve mil millones de pesos las ganancias que iba a producir el mega evento, por tanto, podría haber alcanzado para poner más de un Puntos de Cuidado.
Los encargados de la organización del espectáculo, Iván Aballay y Héctor Baistrochi, socios de la productora "Buenas Noches Producciones" (BPN), ya cargan con una denuncia previa por la muerte de una mujer, a causa de intoxicación con sustancias psicoactivas, ocurrida en una fiesta electrónica en el Orfeo en el año 2016. Además, otro joven también falleció en 2018 por el mismo motivo en otra fiesta electrónica en Forja, organizada también por BPN.
“No tenemos que decir mucho más que el dolor que nos genera que una persona esté grave después de un show nuestro”, expresaron los organizadores sobre el último caso, quienes además plantearon que “como en todos los aspectos, las normas y disposiciones dependen de la responsabilidad individual de las personas en cuanto a cumplirlas”. También agregaron que “el operativo que se planifica, se cumple”.
Política integral en reducción de daños
El consumo de sustancias en recitales, festivales, conciertos o fiestas, no son ninguna novedad, al igual que los excesos que puedan llegar a producirse. En este marco, sumado a la continuidad de "casos" de intoxicación vuelven fundamental continuar poniendo en agenda los cuidados para la reducción de daños, que, a su vez, aún convive con el abordaje punitivo del Estado, involucrando a las fuerzas policiales.
La promoción y prevención sobre el consumo de sustancias es una política de salud pública, contemplada tanto en el artículo 4 de la ley Nacional de Salud Mental (26,657), cómo así también en la Ley 26.934 del “Plan Integral para el abordaje de los consumos problemáticos”, sancionada en 2014.
Ambas leyes promueven políticas integrales de salud y la descriminalización del consumidor, siendo el modelo de reducción de daños el método de prevención. Éstas son un conjunto de políticas programadas que apuntan a minimizar las consecuencias adversas que pueden tener el consumo de sustancias psicoactivas legales o ilegales a la salud de las personas y a la sociedad en sí misma.
Lo que se busca desde esté tipo de intervención es propiamente, aminorar lo máximo posible los riesgos ante el consumo de estupefacientes al divulgar conocimiento sobre los efectos que produce en el sistema nervioso ingerir un tipo de sustancia en particular -monoconsumo- o varías al mismo tiempo -policonsumo-.