Catamarca: minería y ecocidio en el salar del Hombre Muerto

A la contaminación y desaparición del Río Trapiche debido a la actividad minera en el Salar del Hombre Muerto ahora se suma la muerte masiva de truchas y flamencos en el Río Los Patos. En esta zona puneña, distintas multinacionales realizan obras de exploración y extracción de litio, con autorización del Gobierno Provincial y el Poder Judicial. Hablamos con Román Guitián, cacique de la comunidad indígena atacameña del Altiplano, quien habita estas tierras desde su nacimiento.

La comunidad campesina del pueblo indígena Atacameño del Altiplano continúa sufriendo los impactos de la minería en Antofagasta de la Sierra, Provincia de Catamarca, ante la ausencia de regulación sobre esta actividad en el Salar del Hombre Muerto por parte del Gobierno Provincial y Nacional.

"Primero fue la vega del Río Trapiche. Después las vicuñas atropelladas al costado del camino. Hoy, tristemente, son las truchas y flamencos en la vega del Diamante" compartieron con "dolor y enojo" desde la asamblea PUCARÁ, donde participa la comunidad indígena. En esta parte del Río Los Patos, la empresa Huasi Construcciones con la empresa Galaxy, se encuentran construyendo un puente.

Esta zona puneña y cordillerana es codiciada por su reserva de litio. Por ello distintas empresas multinacionales, entre las que se encuentran Santa Rita, Bosco S.A., Galan Lithium, Galaxy Lithium (Sal de Vida) y Livent (ex FMC Lithium) llevan a cabo diferentes obras para facilitar el procesamiento, extracción y transporte del material. Con autorización del Gobierno Provincial, presidido por el empresario farmacéutico Raúl Jalil (Partido Justicialista) y el juez de Minas, Raúl Cerda, estas empresas utilizan millones de litros de agua por día, manipulando los ríos y generando impactos irreversibles en la biodiversidad.

Esta zona no se encuentra deshabitada. Román Guitián, cacique de la comunidad atacameña, nació y se crió en el Salar. Sus ancestros llegaron al lugar hace más de 100 años y son descendientes de los pueblos de Atacama, de la comunidad originaria de Antofalla. Descendientes antiguos que también habitan en Bolivia y Chile, previos a la llegada española.

Ni el Gobierno de Catamarca, ni las empresas, han realizado la adecuada consulta previa, libre e informada para operar en el territorio ancestral: “Están violando el Convenio 169 y la Ley 26.160 (emergencia territorial de comunidades indígenas) que están reconocidos en el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional”.

"No somos antimineros"

En diálogo con Enfant Terrible, lo primero que aclara Román es: “Nosotros no somos antimineros”. Este último término es muy utilizado agentes mineros del gobierno, las empresas y los medios de comunicación. Pero, ¿por qué vivir donde siempre se vivió y defender las fuentes de trabajo y sustento convierte a alguien en 'antiminero'? “Yo no puedo entender eso -comenta indignado Román-. Estamos haciendo valer nuestro reclamo, queremos que nos escuchen pero no es así, no puedo entender por qué nos denominan así”.

“Si logran sacar el agua del Río Los Patos van a morir en cantidad truchas, vicuñas, flamencos, patos, el ganado nuestro...”.

El estilo de vida de Román es el campesino. Cuida sus animales y vive de lo que Pachamama, como enuncia él, les proporciona. Conoce al Río Los Patos, su extensión y caudal. Son más de 70 kilómetros de cauce: “Alimenta a toda la vegetación, lo que denominamos la vega, si sacan la vega va a morir todo. Es contaminación y una matanza de la biodiversidad de nuestra comunidad”.

“El primero que habla del Gobierno te dice que están haciendo su trabajo. Ya secaron al Río Trapiche, sacaron el agua y nadie hizo nada”.

“No somos ‘antimineros’ como dicen”, repite de nuevo Román, como queriendo hacer entender, marcando su posición una y otra vez: “Estamos defendiendo nuestro territorio, la biodiversidad, la flora y la fauna, todo lo que se relacione con la Pachamama”. En el proceso, la actividad minera también ha destruido sitios sagrados: “A nosotros nos duele que las empresas mineras saquean todo, se encontraron restos sagrados, como los denominan ellos, ‘sitios arqueológicos’, los destruyen con las máquinas, los sacan y nadie dice nada”.

Por el momento, han realizado denuncias a la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia y a la Policía: “tienen que ponerle un freno desde Nación, y alguien en la Provincia tienen que tomar cartas en el asunto”.

Somos el equipo de redacción de Enfant Terrible: el resultado de millones de años de evolución aglutinados en este irreverente existir.

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