El Ministerio de Capital Humano a cargo de Sandra Pettovello, designó al presidente de la Fundación Cooperadora de la Nutrición Infantil (Conin), Abel Albino, el médico pediatra miembro del Opus Dei, para que distribuya los alimentos retenidos en los depósitos.
El presidente de Conin ha sido cuestionado en más de una ocasión por parte de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad de la Primera Infancia (SAPI), por considerar sus métodos como “carentes de evidencia científica y alejados de una concepción integral de la salud”.
No sólo el SAP puso en tensión sus métodos sino que el movimiento feminista y la comunidad LGBTIQ+ repudiaron sus dichos durante el debate público en el Congreso previo a la votación en diputados por la ley de la ILE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), al decir que el uso de profilactico no previene ITS como el VIH porque el “virus atraviesa hasta la porcelana” y que la mujer “no tiene derecho a decidir porque no es un cuerpo”.
Incluso llegó a afirmar que “Uno no entiende la pobreza. Habla de pobreza pero no la entiende. El pobre no es una persona igual que nosotros pero sin plata. El pobre es pobre en educación, familia, amigos, alimentos, introspección, fuerzas, entusiasmo, ideales y encima no tiene plata. Son tristes. Sus hijos son su riqueza, todo lo que tienen”.
No es la primera vez que Albino realiza acuerdos con gobiernos conservadores en el poder, cuando Mauricio Macri fue presidente, éste llegó a elogiar su “lucha contra la desnutrición” y en febrero ya había firmado un convenio por casi 400.000 millones de pesos, junto con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA), para, supuestamente, alimentar a familias en situación de calle.
En el mundo del revés el presidente del Conin y el Ministerio de Capital Humano con su proyecto “Argentina Contra el Hambre”, dejan estacionado más de 5 toneladas de comida en los contenedores o ¿será que no la vemos?