Repetirlo cuantas veces sea necesario: al biologicismo nunca más

Para amargura de muchxs, en instagram se hizo viral un video de una influencer que explica por qué ella es feminista radical y por qué el feminismo debería excluir a las personas trans. El año pasado estuvo atravesado por este debate y circularon todo tipo de opiniones y posturas. Ya lo hemos dicho miles de veces, pero hay que repetirlo cuantas veces sea necesario: el feminismo es con las personas trans, no binaries y trabajadoras sexuales.

El video dura seis minutos y son usados para descargar toda clase de odio hacia las personas trans, y además le bastan para hacer un desdibujamiento total de la lucha feminista, con sus actorxs, sus demandas puntuales, sus lugares puntuales, y fundamentalmente, sus cambios a lo largo de la historia. En su intento de "resolver la incógnita" que da en torno a la definición de qué es ser una mujer y quién debe formar parte del feminismo, más bien termina por embarrarse en un sinfín de posiciones sin mayor sustento que dar opiniones desde un lugar personal.

El feminismo está atravesado por debates torno a la definición de qué es ser mujer, quienes son mujeres, quienes viven como mujeres, quienes sufren como mujeres, etc etc. En nuestro territorio estuvo muy en agenda. Las feministas radicales se plantean cuánta legitimidad tienen las personas trans en todo esto y cuánto deberían participar. Pareciera que tienen el poder de decidir quién entra y quien sale.

Un punto de partida para poder desglosar toda esta cuestión, es ver al feminismo como una lucha histórica y política que no es estática, sino todo lo contrario, es dinámica. El feminismo está en disputa. Como todo movimiento masivo, al menos en la actualidad podemos caracterizarlo así, tiene sus propias contradicciones, y la aparición de este tipo de personajes, lo pone a la vista.

El video de esta influencer plantea que las mujeres están siendo presionadas para ceder espacios por los que, en sus palabras: "luchamos para conseguir durante décadas y siglos, nosotras, y solo nosotras, porque nadie nos ayudó para conseguir lo que conseguimos hasta hoy". ¿Quienes son 'esas' que lucharon décadas y siglos en soledad? ¿Son mujeres blancas? ¿son europeas? ¿son trabajadoras? ¿son de clase alta o clase baja? ¿son negras? ¿son indígenas? Estas preguntas apuntan a pensar los claros límites que tiene hablar de "las mujeres" en abstracto, y también para reconocer cómo y con quiénes se organizan para luchar por sus derechos. Y creo que el pensar con quienes es fundamental porque borra totalmente la participación de las disidencias sexuales en la lucha feminista. Se excluye también a las maricas, y me parece que empezar a dar ese debate también esurgente.

El feminismo radical insiste en que las mujeres son hembras humanas, y de hecho, el video comienza diciendo que lo primero que hay que hacer es distinguir entre "las mujeres trans" y "las mujeres", y que uno de los factores más importantes es biológico. Entonces el factor biológico es tanto el punto de partida como el destino. Pensar que hace siete décadas Simone De Beauvoir publicaba una de las obras teóricas más importantes y más extensas intentando explicar que la biología no es destino, y que, como en coro podríamos decirlo: no se nace mujer, se llega a serlo.

Bueno, es evidente que la definición de mujer como hembra humana además de ser ridícula no explica nada. No sólo la visión binaria de que las mujeres son explotadas y oprimidas por los hombres se queda corta, sino que también queda muy corta pensar a la mujer sin ninguna relación de clase, raza, etnia, género, etc. Imaginar un mundo en el que sólo "las mujeres" puedan construir mejores posiciones económicas y políticas en relación a "los hombres" no cambiaría mucho el sistema en el que vivimos. Y acá otro punto fundamental: la opresión de las mujeres no puede explicarse sin contemplar su rol en el capitalismo. En este sentido hay muchas mujeres que pudieron alcanzar espacios de poder y que en verdad no cambia casi nada para las mayorías oprimidas por el capitalismo y el patriarcado.

El año pasado luego del triunfo del golpe de Estado en Bolivia, la revista Forbes publicaba en su tapa "El poder es femenino" y una foto de Jeanine Añez, quien quedó como presidenta de facto. LatFem publicó un interesante artículo de Noe Gall en el que planteaba: "Muchas mujeres no necesitaron del feminismo para construir su poder porque lo hicieron a costa de otras mujeres y hombres, lo hicieron pisando cabezas, guardando silencio, mirando para el costado, cuidando su pequeño lugar conquistado en el mundo, como Añez. ¿Eso las vuelve malas, diabólicas, perversas? No, sólo son personas que han construido su poder en favor de los capitales y en contra de su pueblo. No toda mujer está obligada a ser feminista, ni todo poder femenino es feminista, ni todo poder feminista es bueno en sí mismo. Los feminismos están en tensión constante con nuevas o viejas demandas que denuncian las estructuras de poder que generan jerarquías entre las feministas." Me parece que esta idea aporta mucho a lo que planteaba más arriba. Sino, deberíamos estar de pie ante la presidenta de facto en Bolivia sólo porque es mujer. ¿Bastaría con imaginar un mundo únicamente sin "varones" para que "reine la paz"?

Las feministas radicales hacen hincapié en que la opresión de la mujer se centra por la capacidad de gestar, o sea, la capacidad sexual de reproducción, y por eso la diferencia 'biológica' es fundamental. Sin embargo, no es esa capacidad la que hace que los hombres opriman de manera automática a las mujeres. Esa tarea reproductiva, en realidad tiene más que ver con un entramado estructural que necesita que las mujeres tomen la tarea de la reproducción y del trabajo doméstico no remunerado. Por eso es fundamental pensar el cruce entre capitalismo y patriarcado. Porque la subordinación de las mujeres por parte de los hombres no se dio siempre de la misma manera, por ende la relación entre reproducción y la vida doméstica tampoco . Ángela Davis en el primer apartado del libro "Mujeres, raza y clase" trabaja sobre los modelos de feminidad y desarrolla el papel de las mujeres negras durante la esclavitud, plantea: "A medida que la ideología de la feminidad- un subproducto de la industrializción - se fue popularizando y diseminando a través de las nuevas revistas femeninas y de las novelas románticas, las mujeres blancas pasaron a ser consideradas moradoras de una esfera totalmente escindida del ámbito del trabajo productivo . La fractura entre el hogar y el mercado provocada por el capitalismo industrial instauró la inferioridad de las mujeres más firmemente que en ninguna otra época anterior. En la propaganda más difundida, la mujer se convirtió en sinónimo de 'madre' y de 'ama de casa' y tanto la una como la otra llevaban impreso el sello fatal de inferioridad. (...) El orden económico de la esclavitud contradecía la jerarquía de los roles sexuales incorporada en la nueva ideología. Consiguientemente, las relaciones entre hombres y mujeres dentro de la comunidad esclava no podía encuadrarse en el modelo ideológico dominante." Y entonces más adelante agrega: "la vida doméstica adquirió una importancia desmesurada de la vida social de los esclavos, ya que de hecho les proporcionaba el único espacio donde verdaderamente podían tener una experiencia de sí mismos como seres humanos. Las mujeres negras, por esta razón- y también porque eran trabajadoras, exactamente igual que sus compañeros-, no se vieron degradadas por sus funciones domésticas del mismo modo en que vinieron a serlo las mujeres blancas." Sería erróneo retomar de manera suelta aportes de la autora, porque lo que hace en ese texto es discutir con la idea de que lxs esclavos vivían una especie de matriarcado al interior de su comunidad. Pero si aporta elementos históricos para entender que la opresión de las mujeres, y por ende la emancipación tiene que ser pensada con otros factores, que no tienen que ver con la biología como destino. Importa clase, género, raza, territorio, sexualidad, etc. Y se pueden pensar infinidad de alianzas y puentes que el feminismo ha tendido con distintxs actores sociales.

El mundo está configurado a partir de estructuras de dominación y explotación no sólo machistas, sino también racistas, clasistas, imperialistas y colonialistas.

Retomando el video. Después de explicar que la primer diferencia entre una mujer cis y una mujer trans es biológica, hace una distinción entre opresión y discriminación. Las mujeres cis sufrirían opresión y las segundas discriminación. Hasta google podría tirar mejores definiciones de qué es la opresión. Según ella la opresión es esto: "la opresión no se mueve por el odio, sino que tiene fines extractivistas, o sea que hay una relación de poder en la que el opresor busca obtener beneficios del oprimido a través de la explotación de sus capacidades. Este es el caso en la relación entre la mujer y el hombre en la cual el hombre obtiene los beneficios de las capacidades sexuales y reproductivas de la mujer. ¿Por qué no le pasa esto a las perosnas trans? porque no tiene capacidad sexual y reproductiva. No tiene el órgano reproductor femenino. No es una hembra humana. Entonces, al no tener esa capacidad sexual y reproductiva que nosotras, HEMBRAS HUMANAS si tenemos, no pueden ser oprimidas sino que son discriminadas por no cumplir la norma social que implanta el género." Saquen sus propias conclusiones.

Posteriormente, lo que la influencer dice en el video es: "si viene una mujer trans y me dice 'hola yo soy mujer porque me siento mujer' es una mujer y punto, y vos no se lo podes cuestionar porque es lo que siente." No, bajo ningún punto de vista podemos cuestionar la autopercepción de las personas, y no se reduce sólo a lo que siente. Eso hace e hizo la iglesia y también lo hacen las organizaciones como "con mis hijos no te metas". No queremos ser así, ¿no?

Como si la discriminación y la exclusión no se materializara en cuerpos y vidas. Evidentemente ignoran toda participación del colectivo trans y travesti en la lucha feminista. Está claro que la opresión del varón sobre las mujeres existe. Pero también existe la opresión al colectivo LGTTTBIQ*, ¿o se olvidan de la historia de la disidencia sexual? ¿cuántas diferencias hubo siempre entre las lesbianas, lxs gays, lxs trans, lxs travas, lxs putxs y les no binares con las mujeres? En Argentina recién en 2010 se sancionó el matrimonio igualitario. En 2012 una ley que acepte y garantice los derechos de la identidad de género. Recién en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad como un trastorno psiquiátrico. Y recién hace dos años la OMS sacó a la transexualidad de su lista de enfermedades mentales.

Hasta las lesbianas y gays tuvieron muchas reticencias para reconocer a las personas trans y travestis en sus luchas, y es otra gran deuda. En 1973 Sylvia Rivera daba un discurso frente a miles de personas en una de las primeras marchas del orgullo estadounidense. Mientras era abucheada por miles siguió, entre lágrimas y los gritos firmes: "He intentado subir aquí todo el día, por sus hermanos gay y sus hermanas gay que están presos! Me escriben todas las putas semanas ¡y piden su ayuda! ¡Y ustedes no hacen nada por ellos! No le escriben a las mujeres, no le escriben a los hombres. Escriben a STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries) porque intentamos hacer algo por ellos. Pero ustedes me dicen que me vaya con la cola entre las patas ¡no voy a soportar esta mierda! Me han dado golpizas, me han partido la nariz. Me han metido en la cárcel. Perdí mi trabajo. Perdí mi apartamento por la liberación gay. ¿Y ustedes me tratan así? ¿Qué mierda les pasa? Piensen en eso. Creo en el poder gay, creo en nuestros derechos, o no estaría luchando por nuestros derechos. Eso es todo lo que quería decirles. La gente que intenta hacer algo por todos nosotros, ¡y no solo los hombres y mujeres de un club de clase media blanca! ¡y a eso pertenecen ustedes! ¡Revolución ahora!" .

Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson.

Marta Lamas en su libro "Acoso ¿denuncia legítima o victimización?" aporta algunos datos sobre la tendencia que a fines de los 70 en Estados Unidos iba ganando terreno, y que veía a las mujeres como una clase oprimida, y la sexualidad "es la causa de dicha opresión y que la dominación masculina descansa en el poder de los hombres para tratar a las mujeres como objetos sexuales". La abogada Catherine MacKinnon, se convertía en una de las ideologas principales de esta tendencia del feminismo radical. "La influencia teórica, política y jurídica de esta autora ha sido inmensa, y ha ido potenciando un discurso mujerista y victimista respecto de la sexualidad, la violencia y la ley, en términos tales que definen a las mujeres víctimas de alguna agresión sexual como 'sobrevivientes'." En ese contexto, Marta Lamas nombra también a Kathleen Barry, una activista de esa perspectiva, quien "sostenía la creencia de que hay una sexualidad apropiada para todas las mujeres, lo que coincide en gran medida con la tradición judeocristiana, y explica en parte la alianza que las feministas radicales han desarrollado con los grupos conservadores para emprender una cruzada moralista". Barry creía que las mujeres sufrían pérdida de valores de la sexualidad tanto a través de la violencia sexual como el de la liberación sexual. Cuando decimos que las feministas radicales son la yuta o son la iglesia no es una mera chicana, sino que estos son algunos de sus fundamentos teóricos, políticos y morales.

Es bastante contradictorio el luchar en oposición a la opresión de las mujeres por su capacidad sexual y reproductiva, y al mismo tiempo no poder sacar a las mujeres de ese lugar. Cualquier identidad o práctica sexual que ponga en jaque la fragilidad que sostiene esa perspectiva parece atentar contra un supuesto el orden natural de las cosas. Y eso lo puede afirmar un católico ultra conservador o una feminista radical.

Ante la aparición de estas posturas, que parecían superadas, es difícil pensar cómo reaccionar. No creo que baste con asumir que las feministas radicales son ignorantes o no tienen las suficientes lecturas como para pensar más allá. Hay una realidad y es que estos discursos son de odio brutal. No hay justificativos para la discriminación y el odio, pero quizá todxs quienes nos aterrorizamos ante estas posturas que se dicen feministas, nos sirva siempre hacer preguntas sobre cómo y quienes hicieron nuestro pasado, y a partir de eso saber cómo y con quienes queremos construir horizontes que nada tengan que ver con el odio y la exclusión.

Y sin embargo hay algo que no se puede evitar y es la poderosa fuerza que mueve a quienes son como desean ser. A pesar del odio, de la discriminación, de la violencia, nada fue suficiente para detener ese devenir, y creo que eso es lo menos victimista que puede existir. Lohana Berkins decía: "Yo de volver a nacer elegiría ser travesti. Me siento orgullosa, amo ser travesti". Porque también nos mueve el deseo, ¿no?

Etiquetas
Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de Córdoba. Redactora en Enfant Terrible y autora de numerosos artículos publicados en distintos medios.

Te puede interesar

El aguante

Bancá el periodismo de base, cooperativo y autogestivo

Para hacer lo que hacemos, necesitamos gente como vos.
Asociate
Cooperativa de Trabajo Enfant Terrible Limitada.
Urquiza 1740 7A, Córdoba.