La candidata del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Erica Malunguinho, se convirtió en la primera trans que poseerá un puesto en la banca de la cámara de diputados de Brasil. Mujer trans, negra, pernambuquense y docente son algunas de las intersecciones que definen la política clara y concreta de Erica: la defensa ante la violencia estructural que atraviesan las mujeres, el sector LGBT+ y lxs afrodescendientes.
Frente a la avanzada reaccionaria del Partido Social Liberal (PSL), con Jair Bolsonaro a la cabeza y con posiciones anti LGBT+ como estandarte, Erica Malunguinho se transformó en la portavoz de un sector golpeado constantemente por la violencia estructural.
El 71% de las personas asesinadas en Brasil son negras y cada 48 horas muere una persona trans, siendo el país con mayor cantidad de asesinatos a la población trans de toda Latinoamérica.
La futura diputada de São Paulo -uno de los estados más peligrosos respecto a la violencia contra el colectivo LGBT+- comenzó su proceso de formación a los 17 años, a través del interés sobre la construcción de las identidades transgénero en torno a las artes performativas.
El paso del tiempo la derivó al plano educativo, problematizando la naturalización de categorías de raza y género, corriendo el velo de la cotidianeidad construida desde el mismo fuego que alimenta la política de Bolsonaro.
Todo su devenir biopolítico la llevó a la conformación de Apareja Luzia, un 'quilombo' urbano: un espacio para el arte, la cultura, la política, para la reivindicación misma de la historia negra en América Latina. Consecuentemente, su política corporal se transformó en política de campaña: para Erica, es preciso impulsar 'quilombos' en todos los estados brasileros y poder correr el velo de los que esconden la historia negra.
Perspectiva
Erica representa la avanzada LGBT+ en la arena política, siendo una de las más de 40 candidaturas trans que disputaban los cargos legislativos en estas elecciones. A modo de perspectiva, en 2010 sólo fueron apenas 5 las candidaturas trans.