La celebración del Día de la Visibilidad No Binaria, es otra demostración de la centralidad que adquieren en la actualidad las luchas de las identidades sexuales y genéricas disidentes. Sin dudas son las protagonistas de demandas políticas y culturales que hacen temblar algunas normas sociales y sexuales. ¿Por qué tendemos a asumir que las personas se identifican en términos binarios? ¿Por qué hay que nombrarse como mujeres o varones? ¿Qué otras posibilidades de existencia hay por fuera de esos binarismos?

"Cada une tiene el derecho de nombrarse de la forma que sea, quiera y sienta. No hay una sola forma de ser no binarie, porque vivenciamos y expresamos nuestras identidades de formas diferentes", expresó la Asamblea No Binarie de Buenos Aires.

Desde la cuenta de Instagram "todes con dni" (@todescondni) plantean que la adopción binaria del género es producto de la colonización. En nuestros territorios, previo a ese momento histórico y su devenir, existieron múltiples maneras de entender el género, que no se ajustaban necesariamente al binarismo. "Visibilizar las identidades no binarias en nuestros territorios requiere señalar las prácticas coloniales de borramiento identitario que hace más de 500 años se sigue replicando de unos y otros modos", argumentan.

Además, hay que tener en cuenta que la lucha del colectivo no binarie no se agota en el reconocimiento simbólico de dichas identidades. Tiene que ver, también, con la vulneración sobre los derechos de ciudadanía que gozan las personas que se identifican en el binomio. Este representa un problema importante para muchas personas que no pueden acceder a su DNI, o se les dificulta la realización de ciertos trámites, etc.

La visibilidad de toda existencia política es importante. Junto a las luchas de los colectivos LGTTTBIQ+, esta también propone una sociedad más justa e igualitaria, en donde todas las personas puedan acceder a derechos y reconocimientos sin importar a cuáles normas sexo genéricas se ajustan. Es evidente que el género está en conflicto y que, cada vez más, hay quienes deciden romper con esos mandatos, y construir colectivamente otros lazos contenedores.