Que se sepa que los homosexuales no son cobardes

Esas fueron las últimas palabras de William Arondeus, un artista abiertamente homosexual que formó parte de la Resistencia Holandesa, antes de ser ejecutado por los nazis. Sin embargo, no es de él de quien se trata esta historia, sino su amiga y compañera en la resistencia: Frieda Belenfante. Una violonchelista lesbiana, fue la primera mujer en convertirse directora de orquesta en Europa. Así que: que se sepa.

Frieda Belenfante

El 10 de mayo de 1904 nació Frieda Belenfante. De familia de músicxs, e hija de un destacado pianista, fue violonchelista y en 1941 se convirtió en la primera directora mujer de una orquesta profesional en Europa. Su vida fue atravesada e interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, y formó parte de la Resistencia Holandesa. Su cargo como directora de orquesta terminó con la ocupación nazi en su país, 1944. Y por si faltaba otra característica que la hiciera aún más transgresora y, por tanto, foco de persecución: era lesbiana. 

Su vida como música empezó tempranamente. A los diez años comenzó a estudiar violonchelo. Después de recibirse en el Conservatorio de Ámsterdam debutó profesionalmente a sus 17 años, acompañada por su padre en el piano. En 1939 asistió a una clase magistral de Hermann Scherchen en Suiza, quien reconoció sus inmensas capacidades y le otorgó el primer premio, entre más de doce directores varones. Fue él quien cinco años después evitó que la expulsaran de Suiza, cuando ya era perseguida por los nazis.

En la resistencia entabló una gran amistad con William Arondeus, artista abiertamente homosexual. Frieda se encargaba principalmente con la tarea de falsificar documentos personales para judíos. Junto con William formó parte del grupo de resistencia CKC, quienes en 1943 organizaron y volaron el registro civil de Ámsterdam. Lograron destruir miles de fichas y evitaron que los nazis detecten la falsificación de documentos.

Cuando el CKC empezó a ser investigado por la Gestapo, algunxs de sus miembrxs lograron esconderse, como Frieda, pero otrxs fueron capturadxs y ejecutadxs. William Arondeus fue uno de los que no se salvó, y sus últimas palabras fueron: “Que se sepa que los homosexules no son cobardes”. Belenfante entonces pasó a la clandestinidad y vivió algunos meses disfrazada de hombre. Pero claro, ese tiempo se agotó.


William Arondeus

Emprendió su huida junto con otro compañero y lograron llegar a Suiza con ayuda de la resistencia. En pleno invierno suizo, en 1944 tuvieron que cruzar a pie por Los Alpes. Allí se reencontraría con su maestro, Hermann Scherchen, quien la salvó de ser expulsada de Suiza, al demostrar que era ciudadana holandesa y antigua alumna. Así pues, Frieda vivió como granjera algunos años, bajo la condición de refugiada. Cuando terminó la guerra fue repatriada.

En 1947 Belenfante partió hacia Estados Unidos, y se instaló en California. En 1949 formó parte de la facultad de música de la Universidad de California. Pero su búsqueda por volver a dirigir no se terminó ni con los nazis. En 1953 formó con otrxs colegas de las universidades, el grupo The Ven Street Players.

Pero iría por más, The Ven Street Players logró encantar y convencer a los líderes culturales y cívicos de sus capacidades y vocación para dirigir. Entonces fue invitada a dirigir un grupo orquestal en el Condado de Orange. Luego fundó la Orange Country Philharmonic Society, una organización sin fines de lucro, de la que sería además de fundadora, directora y artística y directora musical. Fue el primer conjunto orquestal de Orange. Parar lograr que los conciertos sean gratuitos y abiertos a todo público, Frieda logró acuerdos con lxs músicxs de no recibir pago por ensayo, pero si por concierto, como ella misma lo hacía.

A pesar de todo su trabajo y sus logros, en 1962 le pondrían fin a su cargo. Su contrato no fue renovado, cuando los miembros de la comisión directiva y de la comunidad decidieron que un director varón le daría mayor prestigio y lograrían mayores ingresos. Además, en una entrevista un año antes de su muerte, dijo que sospechaba que su orientación sexual sirvió para apartarla del cargo, sin demasiada resistencia u objeciones.

De todas formas su carrera musical no terminaría ahí. En menor escala continuó con sus trabajos y abrió un estudio privado en Laguna Beach, donde estudiaron muchxs múscxs. Durante más de 20 años formó parte de la junta directiva Laguna Beach Chamber Music Society.

El gobierno holandés financió una exposición, en la cual también está su historia, sobre La persecución de gays y lesbianas durante la Segunda Guerra Mundial. Murió el 26 de abril de 1996, a los 90 años de edad, en Santa Fe, Nuevo México.

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Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de Córdoba. Redactora en Enfant Terrible y autora de numerosos artículos publicados en distintos medios.

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