Una vez más, vecines y organismos de Derechos Humanos ven con preocupación la realización de ejercicios militares, con disparos de balas de ametralladora y equipo pesado, en el reconocido y señalizado como Espacio de Memoria "Refugio Libertad" ex Grupo de Artillería 141. Desde la organización H.I.J.O.S. Córdoba repudiaron los ensayos y exigieron al Ministerio de Defensa de la Nación que tome medidas urgentes.

Adrián Camerano es periodista y realiza su labor en el Espacio junto a las organizaciones que trabajan para recuperar y darle vida a lo que era un sitio abandonado y olvidado, comenzando a reconstruir los horrores que se cometían durante la última dictadura en lo que era la Enfermería, la Plaza de Armas, los calabozos y los galpones de automotores.

En diálogo con Enfant Terrible, Camerano explicó que no es la primera vez que suceden ejercicios militares en el lugar, sin una regularidad establecida, sino que “cada tanto, sin una regularidad establecida, ingresan al predio militares, creemos que oriundos de la Provincia de Córdoba, a hacer maniobras y prácticas vinculadas a su actividad”. Esto se viene repitiendo sistemáticamente en 2017, 2018, 2019, 2021 “y este año ya pasó hace un par de meses”.

Sin embargo, Adrián remarca que esta vez fue distinto, “es que esas prácticas devinieron en una serie de destrozos y daños al patrimonio público, porque el predio es de propiedad estatal”. Según el testimonio de vecines de la zona de José de la Quintana, se han escuchado ruidos fuertes que además han generado temor por su intensidad:

“La queja de los vecinos tiene que ver con la intensidad de los ruidos, la intensidad de disparos con morteros o armamento de grueso calibre, ametralladoras, helicópteros, aviones”.

Debido al pasado del Ex Batallón como CCD durante la última dictadura, el establecimiento se encuentra en curso de investigación por la Justicia Federal, por la sospecha de la existencia de fosas comunes el predio. En este sentido, el uso del suelo de los ejercicios ponen en riesgo el material de investigación al existir la posibilidad de alterarlo: “Sobre el sector del predio judicializado por el Juez Hugo Vaca Narvaja hace algunos años, donde justamente se impide acceso por la posible existencia de fosas clandestinas, se vienen realizando sistemáticamente prácticas en esa zona, sin ningún tipo de control civil o de otro tipo”.

“Por ejemplo, la mesa de maniobras que realizaron en el piso esta vez, está a tres metros del inicio de esa zona proyectada a la cual no se puede ingresar. Esto es nuevo”.

Hasta el momento, se han realizado denuncias de manera informal, pero en estos momentos se encuentran preparando un documento para presentar con las firmas de vecines y las organizaciones.

“Hemos avisado varias veces de esto a la Fiscalía -a cargo de López de Filoñuk- o al Juzgado y nunca hubo, que nosotros sepamos, ninguna medida que les prohíba acceder a estas personas”.

A su vez, en la vereda de enfrente de las prácticas militares, en el Refugio funciona la unidad productiva de la organización Trabajadores Unidos por la Tierra (TUT), quienes desde 2018 llevan a cabo el trabajo la agroecología comunitaria y la Economía Popular, luego de conseguir un permiso de uso de unas 60 hectáreas. A su vez, en trabajo conjunto con TUT, Adrián también es responsable de la cuestión de Memoria y Derechos Humanos del espacio.

-¿Cómo viene el trabajo para recuperar el espacio en este sentido?

“Lo más importante que tenemos es un financiamiento internacional en conjunto con el Estado nacional que tiene ver con recuperar un sector del predio para una estructura habitacional, deportiva, comunitaria, reforzar los proyectos productivos y de memoria que están en marcha, avanzar en convertir ese predio de muerte y destrucción en un predio de vida digna y de derechos. Por la incursión de los militares va en contra no sólo de nuestro proyecto como organización, sino de la reutilización de un lugar estatal que estaba abandonado y que a pesar del valor histórico y social que tiene, tenemos a gente del Estado intentando destruirlo mediante morterazos y tiros. Es una locura”.