El rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) contrató "Respondus", un software estadounidense de supervisión de exámenes que vulnera los derechos estudiantiles y acentúa modos de evaluación basados en la vigilancia y el castigo. Mientras tanto continúa la deserción estudiantil, la sobrecarga del trabajo docente, faltan becas en el comedor univesitario, entre otras problemáticas agravadas por la crisis económica y sanitaria

A través de una resolución emitida por la Prosecretaría de Informática, el rectorado de la UNC aprobó la contratación del software Respondus, el cual es criticado por vulnerar derechos estudiantiles en torno a la privacidad.

La licencia de acceso al programa estadounidense costó una suma de 17.525 dólares (diecisiete mil quinientos cuarenta y cinco dólares) emitidos por el Banco Nación, equivalentes a un total de 1.272.012 pesos (un millón doscientos setenta y dos mil doce pesos argentinos). Dicho programa sólo puede utilizarse en dispositivos que sean Windows 10, 8, 7 o macOS 10.12 Sierra o superior. En consecuencia aquellas personas que tengan otro tipo de dispositivos como Android, no podrán instalarse el programa, ni rendir los exámenes.

Mientras Respondus está en uso no se puede ingresar a ninguna página o realizar otra actividad que no sea permanecer en el programa y el click derecho del mouse queda inhabilitado. En el instructivo para rendir exámenes se indican algunos pasos como "aceptar las condiciones de uso" escritas en inglés, tomarse fotografías de la cara con la cámara del dispositivo que se esté utilizando, realizar lo mismo con la parte frontal del DNI y grabar un video mostrando el área de trabajo donde se realizará la evaluación. Posteriormente se “monitorea y detecta” con reconocimiento facial cualquier “movimiento sospechoso” mientras la persona está rindiendo. Ante cualquier movimiento que el propio programa considere inapropiado, la evaluación queda anulada y el examen desaprobado.

Fuente y traducción: La Izquierda Diario

Al ser Respondus un software propietario (sin acceso a código fuente), toda la información a la que se le concede acceso es almacenada en los servidores de la empresa que se encuentra fuera del país, cuyos datos no son accesibles ni para la UNC, mucho menos para el estudiantado. Esto también ha sido foco de críticas ya que muchas computadoras no son utilizadas sólo por lxs estudiantes, sino también por toda una familia, exponiendo los datos de más de una persona.

Este tipo de sistema es el que se conoce como de proctoring (sistemas de vigilancias cuyo nombre reciben estos dispositivos de evaluación) y ya fue utilizado por la Facultad de Ciencias Exactas, Ciencias Económicas en las mesas de mayo y en julio se suma Lenguas para rendir sus exámenes finales.

Ante el contexto de emergencia sanitaria, docentes se han visto obligadxs a elaborar estrategias pedagógicas inéditas sin supervisión, escasa formación o apoyo por parte de la Universidad. Por otro lado, estudiantes han interrumpido su trayectoria universitaria debido a la falta de insumos para realizar un seguimiento virtual de las instancias educativas, a la vez que en muchas ocasiones la crisis económica conllevó también priorizar el trabajo sin que haya tiempo para las horas de estudio.

El rectorado a cargo de Hugo Juri, en lugar de implementar medidas que atiendan a estas particularidades, o de revisar nuevos modos de evaluación-enseñanza-aprendizaje, optó por la compra de un dispositivo que acentúa los modos de evaluación estresógenos, excluyentes, basados en la vigilancia y el castigo.