El 4 de julio de 2020, en vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio debido a la pandemia de Covid-19, José "Beco" Ávila fue asesinado a tiros por los efectivos de la Policía de Córdoba, Lucas Gonzalo Navarro y el cabo Sebastián Gabriel Juárez.

El hecho ocurrió en la calle Caracas al 5000 en barrio Villa Libertador, donde tras dispararle a Ávila en el abdomen los efectivos se dieron a la fuga, sin dar aviso de lo sucedido a los superiores, ni facilitándole asistencia médica.

El fiscal Marcelo Hidalgo pidió prisión perpetua para Navarro ante la Cámara Tercera del Crimen de Córdoba. Finalmente Hidalgo fue condenado a 11 años acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Por su parte, Juárez fue condenado a 3 años de prisión y 5 años de inhabilitación, siendo culpable de encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público.

Tanto Hidalgo como el abogado de la familia de Ávila, Damián Morales, apelarán la condena teniendo en cuenta que los jueces no tuvieron en cuenta la condición de funcionario público como agravante, buscando que Ávila sea condenado con la cadena perpetua.

Por el otro lado, los abogados defensores de los policías, Ricardo Moreno y Jorge Sánchez del Bianco, sostuvieron que la muerte de Ávila se trató de un "accidente de trabajo" y que no hubo ninguna intención de asesinar a Ávila.

¿Quién era José?

En diálogo con Yoha Ávila, hermana de José, comentó que el proceso judicial “es muy duro, porque revivís todo de vuelta y es triste, pero con toda la fuerza hay que seguir adelante, tener un poco de fe”.

Recuperando la memoria de quien era José, Yoha recordó que se dedicaba a vender ropa, “15 años estuvo vendiendo ropa y así logró hacerse su casita en Santa Ana, que la pudo disfrutar un mes, porque sólo un mes pudo vivir en Santa Ana, quedó su familia allá” comentó.

“Era hincha de Belgrano, eso nos acordábamos el domingo, triste también, porque si hubiera estado él estaría en la cancha con su hijo porque era la pulguita, salían pegados siempre a la cancha. Incluso la Sole, la mamá de Blas nos regaló el carnet de socio eterno, nos dio una sorpresa hace un año” contó Yoha.

José tenía 35 años cuando fue asesinado, era padre de dos niñas y un niño.